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1 Corinthians 15

1 Co. 15:5 KJV (With Strong’s)

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5
And
ho (Greek #3588)
the definite article; the (sometimes to be supplied, at others omitted, in English idiom)
KJV usage: the, this, that, one, he, she, it, etc.
Pronounce: ho
Origin: ἡ (hay), and the neuter τό (to) in all their inflections
kai (Greek #2532)
and, also, even, so then, too, etc.; often used in connection (or composition) with other particles or small words
KJV usage: and, also, both, but, even, for, if, or, so, that, then, therefore, when, yet.
Pronounce: kahee
Origin: apparently, a primary particle, having a copulative and sometimes also a cumulative force
that
hoti (Greek #3754)
demonstrative, that (sometimes redundant); causative, because
KJV usage: as concerning that, as though, because (that), for (that), how (that), (in) that, though, why.
Pronounce: hot'-ee
Origin: neuter of 3748 as conjunction
he was seen
optanomai (Greek #3700)
which is used for it in certain tenses; and both as alternate of 3708 to gaze (i.e. with wide-open eyes, as at something remarkable; and thus differing from 991, which denotes simply voluntary observation; and from 1492, which expresses merely mechanical, passive or casual vision; while 2300, and still more emphatically its intensive 2334, signifies an earnest but more continued inspection; and 4648 a watching from a distance)
KJV usage: appear, look, see, shew self.
Pronounce: op-tan'-om-ahee
Origin: of the primary (middle voice) ὄπτομαι (op'-tom-ahee)
of Cephas
Kephas (Greek #2786)
the Rock; Cephas (i.e. Kepha), a surname of Peter
KJV usage: Cephas.
Pronounce: kay-fas'
Origin: of Chaldee origin (compare 03710)
c, then
eita (Greek #1534)
a particle of succession (in time or logical enumeration), then, moreover
KJV usage: after that(-ward), furthermore, then. See also 1899.
Pronounce: i'-tah
Origin: of uncertain affinity
of the twelve
dodeka (Greek #1427)
two and ten, i.e. a dozen
KJV usage: twelve.
Pronounce: do'-dek-ah
Origin: from 1417 and 1176
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More on:

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Cross References

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Ministry on This Verse

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that.
Cephas.
then.
Mr. 16:14• 14Finalmente se apareció á los once mismos, estando sentados á la mesa, y censuróles su incredulidad y dureza de corazón, que no hubiesen creído á los que le habían visto resucitado. (Mr. 16:14)
;
Lc. 24:36‑49• 36Y entre tanto que ellos hablaban estas cosas, él se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz á vosotros.
37Entonces ellos espantados y asombrados, pensaban que veían espíritu.
38Mas él les dice: ¿Por qué estáis turbados, y suben pensamientos á vuestros corazones?
39Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy: palpad, y ved; que el espíritu ni tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.
40Y en diciendo esto, les mostró las manos y los pies.
41Y no creyéndolo aún ellos de gozo, y maravillados, díjoles: ¿Tenéis aquí algo de comer?
42Entonces ellos le presentaron parte de un pez asado, y un panal de miel.
43Y él tomó, y comió delante de ellos.
44Y él les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliesen todas las cosas que están escritas de mí en la ley de Moisés, y en los profetas, y en los salmos.
45Entonces les abrió el sentido, para que entendiesen las Escrituras;
46Y díjoles: Así está escrito, y así fué necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;
47Y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y la remisión de pecados en todas las naciones, comenzando de Jerusalem.
48Y vosotros sois testigos de estas cosas.
49Y he aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros: mas vosotros asentad en la ciudad de Jerusalem, hasta que seáis investidos de potencia de lo alto.
(Lc. 24:36‑49)
;
Jn. 20:19‑26• 19Y como fué tarde aquel día, el primero de la semana, y estando las puertas cerradas donde los discípulos estaban juntos por miedo de los Judíos, vino Jesús, y púsose en medio, y díjoles: Paz á vosotros.
20Y como hubo dicho esto, mostróles las manos y el costado. Y los discípulos se gozaron viendo al Señor.
21Entonces les dijo Jesús otra vez: Paz á vosotros: como me envió el Padre, así también yo os envío.
22Y como hubo dicho esto, sopló, y díjoles: Tomad el Espíritu Santo:
23A los que remitiereis los pecados, les son remitidos: á quienes los retuviereis, serán retenidos.
24Empero Tomás, uno de los doce, que se dice el Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.
25Dijéronle pues los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Y él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.
26Y ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Vino Jesús, las puertas cerradas, y púsose en medio, y dijo: Paz á vosotros.
(Jn. 20:19‑26)
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Hch. 1:2‑14• 2Hasta el día en que, habiendo dado mandamientos por el Espíritu Santo á los apóstoles que escogió, fué recibido arriba;
3A los cuales, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoles por cuarenta días, y hablándo les del reino de Dios.
4Y estando juntos, les mandó que no se fuesen de Jerusalem, sino que esperasen la promesa del Padre, que oísteis, dijo, de mí.
5Porque Juan á la verdad bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo no muchos días después de estos.
6Entonces los que se habían juntado le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restituirás el reino á Israel en este tiempo?
7Y les dijo: No toca á vosotros saber los tiempos ó las sazones que el Padre puso en su sola potestad;
8Mas recibiréis la virtud del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros; y me sereís testigos en Jerusalem, en toda Judea, y Samaria, y hasta lo último de la tierra.
9Y habiendo dicho estas cosas, viéndo lo ellos, fué alzado; y una nube le recibió y le quitó de sus ojos.
10Y estando con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él iba, he aquí dos varones se pusieron junto á ellos en vestidos blancos;
11Los cuales también les dijeron: Varones Galileos, ¿qué estáis mirando al cielo? este mismo Jesús que ha sido tomado desde vosotros arriba en el cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
12Entonces se volvieron á Jerusalem del monte que se llama del Olivar, el cual está cerca de Jerusalem camino de un sábado.
13Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, y Juan y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, y Simón Zelotes, y Judas hermano de Jacobo.
14Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.
(Hch. 1:2‑14)
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Hch. 10:41• 41No á todo el pueblo, sino á los testigos que Dios antes había ordenado, es á saber, á nosotros que comimos y bebimos con él, después que resucitó de los muertos. (Hch. 10:41)
 He omits Mary of Magdala and the other women, important as both might be for the objects which the evangelists had in view. There is no heaping up of proofs in either Gospels or Epistles, but a selection suitable to the design of God by each writer. (Notes on 1 Corinthians 15:1-11 by W. Kelly)
 The apostle gives only men who for weight, number, or other circumstances, furnished evidence unanswerable for every fair mind. (Notes on 1 Corinthians 15:1-11 by W. Kelly)

J. N. Darby Translation

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5
and that he appeared to Cephas, then to the twelve.

W. Kelly Translation

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5
and that he appeared to Cephas, after that to the twelve.