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Daniel 5

Dn. 5:4 KJV (With Strong’s)

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4
They drank
shthah (Hebrew #8355)
(Aramaic) corresponding to 8354
KJV usage: drink.
Pronounce: sheth-aw'
wine
chamar (Hebrew #2562)
wine
KJV usage: wine.
Pronounce: kham-ar'
Origin: (Aramaic) corresponding to 2561
, and praised
shbach (Hebrew #7624)
to adulate, i.e. adore
KJV usage: praise.
Pronounce: sheb-akh'
Origin: (Aramaic) corresponding to 7623
the gods
'elahh (Hebrew #426)
God
KJV usage: God, god.
Pronounce: el-aw'
Origin: (Aramaic) corresponding to 433
of gold
dhab (Hebrew #1722)
gold
KJV usage: gold(- en).
Pronounce: deh-hab'
Origin: (Aramaic) corresponding to 2091
s, and of silver
kcaph (Hebrew #3702)
(Aramaic) corresponding to 3701
KJV usage: money, silver.
Pronounce: kes-af'
, of brass
nchash (Hebrew #5174)
copper
KJV usage: brass.
Pronounce: nekh-awsh'
Origin: (Aramaic) corresponding to 5154
, of iron
parzel (Hebrew #6523)
iron
KJV usage: iron.
Pronounce: par-zel'
Origin: (Aramaic) corresponding to 1270
, of wood
'a` (Hebrew #636)
a tree or wood
KJV usage: timber, wood.
Pronounce: aw
Origin: (Aramaic) corresponding to 6086
, and of stone
'eben (Hebrew #69)
(Aramaic) corresponding to 68
KJV usage: stone.
Pronounce: eh'-ben
.

More on:

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Cross References

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praised.
Dn. 5:23• 23Antes contra el Señor del cielo te has ensoberbecido, é hiciste traer delante de ti los vasos de su casa, y tú y tus príncipes, tus mujeres y tus concubinas, bebisteis vino en ellos: demás de esto, á dioses de plata y de oro, de metal, de hierro, de madera, y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben, diste alabanza: y al Dios en cuya mano está tu vida, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste. (Dn. 5:23)
;
Dn. 4:37• 37Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdad, y sus caminos juicio; y humillar puede á los que andan con soberbia. (Dn. 4:37)
;
Jue. 16:23‑24• 23Entonces los príncipes de los Filisteos se juntaron para ofrecer sacrificio á Dagón su dios, y para alegrarse; y dijeron: Nuestro dios entregó en nuestras manos á Samsón nuestro enemigo.
24Y viéndolo el pueblo, loaron á su dios, diciendo: Nuestro dios entregó en nuestras manos á nuestro enemigo, y al destruidor de nuestra tierra, el cual había muerto á muchos de nosotros.
(Jue. 16:23‑24)
;
Is. 42:8• 8Yo Jehová: este es mi nombre; y á otro no daré mi gloria, ni mi alabanza á esculturas. (Is. 42:8)
;
Os. 2:8‑13• 8Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, y el vino, y el aceite, y que les multipliqué la plata y el oro con que hicieron á Baal.
9Por tanto yo tornaré, y tomaré mi trigo á su tiempo, y mi vino á su sazón, y quitaré mi lana y mi lino que había dado para cubrir su desnudez.
10Y ahora descubriré yo su locura delante de los ojos de sus amantes, y nadie la librará de mi mano.
11Y haré cesar todo su gozo, sus fiestas, sus nuevas lunas y sus sábados, y todas sus festividades.
12Y haré talar sus vides y sus higueras, de que ha dicho: Mi salario me son, que me han dado mis amantes. Y reducirélas á un matorral, y las comerán las bestias del campo.
13Y visitaré sobre ella los tiempos de los Baales, á los cuales incensaba, y adornábase de sus zarcillos y de sus joyeles, é íbase tras sus amantes olvidada de mí, dice Jehová.
(Os. 2:8‑13)
;
Ap. 9:20‑21• 20Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, aun no se arrepintieron de las obras de sus manos, para que no adorasen á los demonios, y á las imágenes de oro, y de plata, y de metal, y de piedra, y de madera; las cuales no pueden ver, ni oir, ni andar:
21Y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.
(Ap. 9:20‑21)
of gold.
Dn. 3:1‑7,8‑18• 1El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro, la altura de la cual era de sesenta codos, su anchura de seis codos: levantóla en el campo de Dura, en la provincia de Babilonia.
2Y envió el rey Nabucodonosor á juntar los grandes, los asistentes y capitanes, oidores, receptores, los del consejo, presidentes, y á todos los gobernadores de las provincias, para que viniesen á la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado.
3Fueron pues reunidos los grandes, los asistentes y capitanes, los oidores, receptores, los del consejo, los presidentes, y todos los gobernadores de las provincias, á la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado: y estaban en pie delante de la estatua que había levantado el rey Nabucodonosor.
4Y el pregonero pregonaba en alta voz: Mándase á vosotros, oh pueblos, naciones, y lenguas,
5En oyendo el son de la bocina, del pífano, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña, y de todo instrumento músico, os postraréis y adoraréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado:
6Y cualquiera que no se postrare y adorare, en la misma hora será echado dentro de un horno de fuego ardiendo.
7Por lo cual, en oyendo todos los pueblos el son de la bocina, del pífano, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña, y de todo instrumento músico, todos los pueblos, naciones, y lenguas, se postraron, y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había levantado.
8Por esto en el mismo tiempo algunos varones Caldeos se llegaron, y denunciaron de los Judíos.
9Hablando y diciendo al rey Nabucodonosor: Rey, para siempre vive.
10Tú, oh rey, pusiste ley que todo hombre en oyendo el son de la bocina, del pífano, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña, y de todo instrumento músico, se postrase y adorase la estatua de oro:
11Y el que no se postrase y adorase, fuese echado dentro de un horno de fuego ardiendo.
12Hay unos varones Judíos, los cuales pusiste tú sobre los negocios de la provincia de Babilonia; Sadrach, Mesach, y Abed-nego: estos varones, oh rey, no han hecho cuenta de ti; no adoran tus dioses, no adoran la estatua de oro que tú levantaste.
13Entonces Nabucodonosor dijo con ira y con enojo que trajesen á Sadrach, Mesach, y Abed-nego. Al punto fueron traídos estos varones delante del rey.
14Habló Nabucodonosor, y díjoles: ¿Es verdad Sadrach, Mesach, y Abed-nego, que vosotros no honráis á mi dios, ni adoráis la estatua de oro que he levantado?
15Ahora pues, ¿estáis prestos para que en oyendo el son de la bocina, del pífano, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña, y de todo instrumento músico, os postréis, y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo: ¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos?
16Sadrach, Mesach, y Abed-nego respondieron y dijeron al rey Nabucodonosor: no cuidamos de responderte sobre este negocio.
17He aquí nuestro Dios á quien honramos, puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.
18Y si no, sepas, oh rey, que tu dios no adoraremos, ni tampoco honraremos la estatua que has levantado.
(Dn. 3:1‑7,8‑18)
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Sal. 115:4‑8• 4Sus ídolos son plata y oro, Obra de manos de hombres.
5Tienen boca, mas no hablarán; Tienen ojos, mas no verán;
6Orejas tienen, mas no oirán; Tienen narices, mas no olerán;
7Manos tienen, mas no palparán; Tienen pies, mas no andarán; No hablarán con su garganta.
8Como ellos son los que los hacen; Cualquiera que en ellos confía.
(Sal. 115:4‑8)
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Sal. 135:15‑18• 15Los ídolos de las gentes son plata y oro, Obra de manos de hombres.
16Tienen boca, y no hablan; Tienen ojos, y no ven;
17Tienen orejas, y no oyen; Tampoco hay espíritu en sus bocas.
18Como ellos son los que los hacen; Todos los que en ellos confían.
(Sal. 135:15‑18)
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Is. 40:19‑20• 19El artífice apareja la imagen de talla, el platero le extiende el oro, y le funde cadenas de plata.
20El pobre escoge, para ofrecerle, madera que no se corrompa; búscase un maestro sabio, que le haga una imagen de talla que no se mueva.
(Is. 40:19‑20)
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Is. 42:17• 17Serán vueltos atrás, y en extremo confundidos, los que confían en las esculturas, y dicen á las estatuas de fundición: Vosotros sois nuestros dioses. (Is. 42:17)
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Is. 46:6‑7• 6Sacan oro del talego, y pesan plata con balanzas, alquilan un platero para hacer un dios de ello; humíllanse y adoran.
7Echanselo sobre los hombros, llévanlo, y asiéntanlo en su lugar; allí se está, y no se mueve de su sitio. Danle voces, y tampoco responde, ni libra de la tribulación.
(Is. 46:6‑7)
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Jer. 10:4‑9• 4Con plata y oro lo engalanan; con clavos y martillo lo afirman, para que no se salga.
5Como palma lo igualan, y no hablan; son llevados, porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos; porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder.
6No hay semejante á tí, oh Jehová; grande tú, y grande tu nombre en fortaleza.
7¿Quién no te temerá, oh Rey de las gentes? porque á tí compete ello; porque entre todos los sabios de las gentes, y en todos sus reinos, no hay semejante á ti.
8Y todos se infatuarán, y entontecerán. Enseñanza de vanidades es el mismo leño.
9Traerán plata extendida de Tarsis, y oro de Uphaz; obrará el artífice, y las manos del fundidor; vestiránlos de cárdeno y de púrpura: obra de peritos es todo.
(Jer. 10:4‑9)
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Hab. 2:19• 19Ay del que dice al palo; Despiértate; y á la piedra muda: Levántate! ¿Podrá él enseñar? He aquí él está cubierto de oro y plata, y no hay dentro de él espíritu. (Hab. 2:19)
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Hch. 17:29• 29Siendo pues linaje de Dios, no hemos de estimar la Divinidad ser semejante á oro, ó á plata, ó á piedra, escultura de artificio ó de imaginación de hombres. (Hch. 17:29)
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Hch. 19:24‑28• 24Porque un platero llamado Demetrio, el cual hacía de plata templecillos de Diana, daba á los artífices no poca ganancia;
25A los cuales, reunidos con los oficiales de semejante oficio, dijo: Varones, sabéis que de este oficio tenemos ganancia;
26Y veis y oís que este Pablo, no solamente en Efeso, sino á muchas gentes de casi toda el Asia, ha apartado con persuasión, diciendo, que no son dioses los que se hacen con las manos.
27Y no solamente hay peligro de que este negocio se nos vuelva en reproche, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience á ser destruída su majestad, la cual honra toda el Asia y el mundo.
28Oídas estas cosas, llenáronse de ira, y dieron alarido diciendo: Grande es Diana de los Efesios!
(Hch. 19:24‑28)
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Ap. 9:20• 20Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, aun no se arrepintieron de las obras de sus manos, para que no adorasen á los demonios, y á las imágenes de oro, y de plata, y de metal, y de piedra, y de madera; las cuales no pueden ver, ni oir, ni andar: (Ap. 9:20)

J. N. Darby Translation

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They drank wine, and praised the gods of gold and of silver, of brass, of iron, of wood, and of stone.