2 Reyes 5: Naamán

2 Kings 5
Esta historia de la gracia de Dios hacia un gentil, Naamán, está llena de instrucción para nosotros y merece un estudio minucioso por lo que te sugiero que la leas detalladamente, pues en este pequeño escrito solo notaremos unas pocas cosas. “Naamán, general del ejército del rey de Siria, era varón grande delante de su señor ... porque por medio de él había dado Jehová salvación a Siria” (2 Reyes 5:11Now Naaman, captain of the host of the king of Syria, was a great man with his master, and honorable, because by him the Lord had given deliverance unto Syria: he was also a mighty man in valor, but he was a leper. (2 Kings 5:1)). Era un hombre grande para el mundo, con todas las ventajas que ello involucra; pues tenía una posición de honor, fama, respeto, bastantes bienes e incluso fue un instrumento de Dios para el pueblo de Siria. Esto nos hace pensar acerca de muchos que hoy en día tienen todo cuanto se puede desear en este mundo. Pero este hombre tenía un problema: era leproso. La lepra en las Escrituras es figura del pecado y la corrupción de la carne contaminaba todo lo que tocaba; así también todos nosotros, por más buenos que podamos ser, hemos sido manchados por el pecado.
Naamán escuchó que en Israel podía hallar la solución para su enfermedad y estaba dispuesto a pagar por su salud: “Salió ... llevando consigo diez talentos de plata, y seis mil piezas de oro, y diez mudas de vestidos” (2 Reyes 5:55And the king of Syria said, Go to, go, and I will send a letter unto the king of Israel. And he departed, and took with him ten talents of silver, and six thousand pieces of gold, and ten changes of raiment. (2 Kings 5:5)). Ciertamente, nos gusta quedar bien con Dios y con los hombres e intentamos recibir la salvación mediante nuestras propias obras o méritos; pues sería demasiado humillante reconocer ante Dios y los hombres que estamos en una bancarrota espiritual. Por eso una persona cuya conciencia le inculpa de pecado da caridad a los pobres, ayuda a su vecino, asiste a un lugar religioso y piensa que así puede pagar su deuda espiritual a Dios, ya que no quiere admitir su situación; pero jamás se logra agradar a Dios de esta manera.
Luego de pasar por la casa del rey de Israel y pensando que alguien tan importante como el general del ejército de Siria debía ser recibido por un oficial importante, Naamán llegó a la casa de Elías. En su gran orgullo pensó: “Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra” (2 Reyes 5:1111But Naaman was wroth, and went away, and said, Behold, I thought, He will surely come out to me, and stand, and call on the name of the Lord his God, and strike his hand over the place, and recover the leper. (2 Kings 5:11)). En el Medio Oriente, estar en pie delante de alguien es la actitud de un siervo dispuesto a obedecer. Naamán, al concentrarse en su gloria terrenal, no se humilló delante del siervo de Dios ni reconoció que ese hombre poseía un poder que provenía de Dios. Pero después de escuchar a sus siervos obedeció a la palabra de Dios: “Él entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio” (2 Reyes 5:1414Then went he down, and dipped himself seven times in Jordan, according to the saying of the man of God: and his flesh came again like unto the flesh of a little child, and he was clean. (2 Kings 5:14)). Su humillación y obediencia son impresionantes, pues acepta la única solución que Dios le da para su problema y desciende al río, lo cual es una figura de la muerte de Cristo en la cruz. “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (2 Corintios 5:2121For he hath made him to be sin for us, who knew no sin; that we might be made the righteousness of God in him. (2 Corinthians 5:21)). Nuestra salvación es por pura gracia y no depende para nada en nosotros. Todos nosotros tenemos que, como Naamán, dejar atrás la gloria terrenal y venir a Dios para recibir la salvación como cualquier pecador. Entonces, y solo entonces, nos salva y hace criaturas nuevas, como Naamán que su carne se volvió como la carne de un niño. Sus acciones muestran la realidad de su fe porque luego volvió y estuvo en pie, como siervo, delante de Eliseo y también quería ser adorador de Dios de allí en adelante. ¿Puedes señalar otros detalles de esta preciosa historia que indican la gracia de Dios, el orgullo de Naamán y su arrepentimiento completo?