Capítulo 1

 •  25 min. read  •  grade level: 11
Listen from:
Apartamiento del corazón
Jeremías 2, 3, 4
En el capítulo catorce de Proverbios leemos, "De sus propios caminos se hartará el reincidente de corazón" (Pr. 14:14, V.M.). Tengo mucho en mi corazón, y creo que es de parte del Señor, el tema de la recaída en pecado, que se trata en varios pasajes del Nuevo Testamento. Y me parece que, por lo que a nosotros respecta, no tenemos que mirar muy atrás para hallar tal cosa en nuestra propia historia.
Los pasajes a que se hace mención en el encabezamiento de este capítulo dan un hermoso desarrollo de la profunda angustia que es para el Señor que Su pueblo no esté cercano a Él. Y esto es siempre cierto como principio. ¡Ah, amados, nada puede satisfacer el corazón de Jesús como tenernos a ti y a mí cerca de Él! Y nada puede satisfacer nuestros corazones sino el estar cerca de Él, porque "de sus propios caminos se hartará el reincidente de corazón." No habla del reincidente en pecado exteriormente, sino del reincidente de corazón.
Bien sabio es Dios al decir: "Sobre toda cosa guardada guarda tu corazón; porque de él mana la vida" (Pr. 4:23). Otra vez, un hombre es tal "cual es su pensamiento en su corazón." (Pr. 23:7). No es lo que yo haga, ni lo que diga con mis labios: es lo que realmente soy, es lo que mi corazón es, es aquello en lo que tengo puestos mis afectos. Creo que nos hallamos en un día en que la inteligencia va muy por delante del corazón. No estaré hablando en forma desconsiderada si digo que el secreto de la ausencia de mucho poder espiritual es el orgullo del corazón. Por ello, quisiera decir esto en la presencia de Dios, cuidémonos de recaer en pecado en nuestro corazón. Dios ha de tener realidad en nosotros.
Ahora examinemos estos tres interesantísimos capítulos en Jeremías. Nos muestran como, en épocas pasadas, Dios tenía un pueblo al que amaba con un amor muy profundo—un amor que estaba expresando en forma continua. Muestran también la forma hermosa en la que Él trata de ganarse otra vez a Su pueblo, después que ellos se habían apartado de Él. Nada podría ser más conmovedor. ¡Considerad el profundo afecto de Dios hacia Su pueblo! En aquel pueblo mismo, además, podemos ver la ilustración de lo que son nuestros propios corazones; y la única manera, cuando nos hemos apartado de Dios, de volver de nuevo a Él.
Ahora bien, es cosa bien cierta que la forma en que Dios trata con un descarriado no es la forma en que nosotros lo haríamos. La forma de Dios es hermosa y perfecta. Tuvo lugar un gran avivamiento externo en los días de Josías el rey (2 Cr. 34-35). Pero Dios miraba a lo íntimo, y vio que solamente era fingido. Judá “no se volvió a mí de todo corazón, sino fingidamente, dice Jehová." (Jer. 3:1010And yet for all this her treacherous sister Judah hath not turned unto me with her whole heart, but feignedly, saith the Lord. (Jeremiah 3:10), V.M.). El avivamiento no fue genuino. Y es por ello que Jeremías fue designado para proclamarles esta palabra a ellos.
"Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Anda y clama a los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice Jehová: Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada. Santo era Israel a Jehová, primicias de sus nuevos frutos. Todos los que le devoraban eran culpables; mal venía sobre ellos, dice Jehová" (Jer. 2:1-31Moreover the word of the Lord came to me, saying, 2Go and cry in the ears of Jerusalem, saying, Thus saith the Lord; I remember thee, the kindness of thy youth, the love of thine espousals, when thou wentest after me in the wilderness, in a land that was not sown. 3Israel was holiness unto the Lord, and the firstfruits of his increase: all that devour him shall offend; evil shall come upon them, saith the Lord. (Jeremiah 2:1‑3)). Ochocientos cincuenta años habían transcurrido desde que aquel pueblo, en obediencia a Dios, había vuelto las espaldas a Egipto y sus ollas de carne, y había salido en pos del Señor. Eran entonces santos a Jehová. Eran un pueblo separado para el Señor, como nos lo dice el tercer versículo. Me place ver el afecto del alma, y la energía y el fervor que marcan a un recién convertido. ¿Pero qué, tú, viejo, frío, crítico cristiano, te piensas—que tu corazón está tan lozano ahora como lo estaba el primer mes después de recibir la salvación? ¡Oh!, dirás tú, ¡ahora sé mucho más! Pero, ¿es el sencillo amor a Jesús, el deleite en Jesús, la santidad práctica, y el deseo de ser cualquier cosa y todo por Jesús, lo mismo que era entonces? Puedes haber olvidado aquel estremecimiento primero de afecto, pero Dios no lo ha olvidado. Él dice: no he olvidado su primer amor. "Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí." ¿Adónde? A un desierto. Cuando cruzaron el Mar Rojo se hallaron en un desierto. ¿Y qué había en el desierto? Solamente dos cosas. ¿Y qué eran? Dios y el reseco y árido terreno, y nada más. No había una brizna de hierba, no había agua, ni nada que comer. Solamente tenían a Dios y la árida tierra.
Creo que el segundo capítulo de Jeremías es muy similar al segundo capítulo de Apocalipsis. El Señor dice allí a la Iglesia en Éfeso, "Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor" (Ap. 2:4). No dice, "perdido tu primer amor." No creo que este sea el pensamiento bíblico. Se trata de haber "dejado tu primer amor." Algo se ha interpuesto, dice el bendito amante en Apocalipsis 2, que me ha eclipsado a Mí, y a todo tu afecto por Mí, y el interés por Mí se ha desvanecido, y ahora puedes pasarte sin Mí, en tanto que hubo un tiempo en que no. ¡Ah, amados hermanos y hermanas! ¿Dónde se hallan nuestras almas en cuanto a Cristo? Bien, si la conciencia remuerde y el corazón es sensible ante algo de decadencia, es algo muy importante que lo sepamos.
El gran pecado de Israel era que el apagamiento existía, pero que ellos no lo sabían. Dios ya se había dirigido a ellos años antes mediante otro profeta, Oseas, diciendo, "Efraín se ha mezclado con los demás pueblos; Efraín fue torta no volteada. Devoraron extraños su fuerza, y él no lo supo; y aun canas le han cubierto, y él no lo supo" (Os. 7:8-9). Cuando un hombre ve cabellos grises en su cabeza, se hace consciente de la edad de la vejez, en este sentido, se está aproximando. Israel, esto es, las diez tribus (que en los profetas reciben el nombre de Efraín) habían ya declinado atrozmente, pero no lo sabía.
Dejad que os implore a vosotros, especialmente a mis jóvenes oyentes, que os guardéis de enfriaros. El primer movimiento hacia ello es que algo se interpone para obstaculizar el goce del amor de Cristo, y vuestro corazón pierde su dulce consciencia de Su amor y de Su gracia. Os olvidáis de Él, aunque Él no se olvida de vosotros. Creo que Pablo nos expone el mismo pensamiento al decir: "Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo. Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo" (2 Co. 11:2-32For I am jealous over you with godly jealousy: for I have espoused you to one husband, that I may present you as a chaste virgin to Christ. 3But I fear, lest by any means, as the serpent beguiled Eve through his subtilty, so your minds should be corrupted from the simplicity that is in Christ. (2 Corinthians 11:2‑3)). Era una gran preocupación para el amado apóstol en aquel tiempo, el que nada se interpusiera para hacer a Cristo menos precioso a los ojos de ellos. También a los tesalonicenses dice: "Porque ahora vivimos, si vosotros estáis firmes en el Señor" (1 Ts. 3:8). Si os apartáis, dice Pablo, moriré de dolor.
¿Han caído estas líneas en manos de alguien que se ha enfriado? ¿Te oigo decir a ti, me he alejado del Señor? Bueno es que lo sepas y reconozcas. No siempre lo sabemos. El Señor lo sabe, y siempre busca de volvernos a Sí. Para conseguirlo, ¿acaso regaña? No. Puede que tenga que reprender y disciplinar. Pero lo que efectúa la restauración es Su Palabra. El Señor viene a decir: No olvido vuestra devoción; puede que la hayáis olvidado, pero para Mí fue algo dulce, dice el Señor, por lo que nunca he olvidado la hora cuando vinisteis a Mí, y yo era todo para vosotros. Mediante unas palabras semejantes a las anteriores Él buscaba recuperar a Israel y, amado amigo, ¡el Señor sigue igual en la actualidad! ¡Él es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos!
Cuando Israel salió de Egipto tenían una profunda consciencia del cuidado y de la protección que Dios les daba. "Así dijo Jehová: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se alejaron de mí, y se fueron tras la vanidad, y se hicieron vanos? Y no dijeron: ¿Dónde está Jehová, que nos hizo subir de la tierra de Egipto, que nos condujo por el desierto, por una tierra desierta y despoblada, por tierra seca y de sombra de muerte, por una tierra por la cual no pasó varón, ni allí habitó hombre?" (Jer. 2:5-65Thus saith the Lord, What iniquity have your fathers found in me, that they are gone far from me, and have walked after vanity, and are become vain? 6Neither said they, Where is the Lord that brought us up out of the land of Egypt, that led us through the wilderness, through a land of deserts and of pits, through a land of drought, and of the shadow of death, through a land that no man passed through, and where no man dwelt? (Jeremiah 2:5‑6)). ¡Qué alegato más conmovedor que presenta el Señor ante el pueblo! ¿Acaso Él había cambiado desde aquel entonces? ¡No, no había cambio por Su parte! Ellos habían perdido Su presencia, y se habían vuelto insensibles a la pérdida. "Y no dijeron: ¿Dónde está Jehová, que nos hizo subir de la tierra de Egipto?" Todos juntamente habían olvidado la gracia del Señor, y la bondad del Señor.
Ahora viene la acusación que les hace Dios. "Y os introduje en tierra de abundancia, para que comieseis su fruto y su bien; pero entrasteis y contaminasteis mi tierra, e hicisteis abominable mi heredad" (Jer. 2:77And I brought you into a plentiful country, to eat the fruit thereof and the goodness thereof; but when ye entered, ye defiled my land, and made mine heritage an abomination. (Jeremiah 2:7)). Él los había sacado de Egipto, y los había introducido en Canaán, pero por una u otra causa habían perdido ellos todo contacto con Dios, y habían caído en una grosera idolatría. "Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está Jehová? y los que tenían la ley no me conocieron; y los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaron en nombre de Baal, y anduvieron tras lo que no aprovecha" (Jer. 2:88The priests said not, Where is the Lord? and they that handle the law knew me not: the pastors also transgressed against me, and the prophets prophesied by Baal, and walked after things that do not profit. (Jeremiah 2:8)). Tal era el decaído estado de Israel. Los sacerdotes, los pastores, los profetas, y el pueblo, todos ellos habían olvidado por igual al Señor. Tenemos aquí lo que se podría llamar un claro apartamiento de corazón. ¡Y cuantos creyentes no se hallan en la actualidad en este estado!
Si el gozo del amor de Cristo se ha desvanecido, mi querido amigo, estás en un estado de alma muy mísero. Tus asuntos se hallan en un estado muy triste. Sí, pero detente, pues el Señor desea que estés en buen estado, así como verás que Él buscó devolver a Israel a una correcta condición.
Y ahora Él dice: "Por tanto, contenderé aun con vosotros, dijo Jehová, y con los hijos de vuestros hijos pleitearé. Porque pasad a las costas de Quitim y mirad; y enviad a Cedar, y considerad cuidadosamente, y ved si se ha hecho cosa semejante a esta. ¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses, aunque ellos no son dioses? Sin embargo, Mi pueblo ha trocado su gloria por lo que no aprovecha. Espantaos, cielos, sobre esto, y horrorizaos; desolaos en gran manera, dijo Jehová. Porque dos males ha hecho Mi pueblo: Me dejaron a Mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua" (Jer. 2:9-139Wherefore I will yet plead with you, saith the Lord, and with your children's children will I plead. 10For pass over the isles of Chittim, and see; and send unto Kedar, and consider diligently, and see if there be such a thing. 11Hath a nation changed their gods, which are yet no gods? but my people have changed their glory for that which doth not profit. 12Be astonished, O ye heavens, at this, and be horribly afraid, be ye very desolate, saith the Lord. 13For my people have committed two evils; they have forsaken me the fountain of living waters, and hewed them out cisterns, broken cisterns, that can hold no water. (Jeremiah 2:9‑13)). Este es su alegato y su acusación. ¿Acaso han hecho jamás las naciones—los paganos—lo que Mí pueblo ha hecho? Mi pueblo ha cambiado su gloria por lo que no aprovecha. Hallaréis todo a través de las Escrituras que lo que aprovecha es el punto importante. Si te has apartado de Dios, ¿ha sido acaso para tu provecho?
Las cosas del tiempo y de los sentidos, los negocios, los deberes, e incluso los cuidados de la vida, son cosas que tenemos que afrontar. Pero, si eclipsan a Cristo, ¿son entonces de provecho? Pregúntale a tu propio corazón. Te dirá un rotundo ¡No! Tenemos en la Biblia una palabra remarcable: "Él les dio lo que pidieron; mas envió mortandad sobre ellos" (Sal. 106:15). ¿Deseas al mundo? Lo tendrás. Dios nunca exige devoción. Los dos que iban a Emaús tuvieron que persuadir a Cristo a que se quedara con ellos. Cristo nunca impondrá Su compañía. Ellos le obligaron a entrar, y "Entró, pues, a quedarse con ellos" (ver Lucas 24:13-32). Cierto, es el amor de Cristo que nos constriñe primeramente, pero, Él desea que nosotros lo apreciemos.
Amigo mío, no hay alimento para el alma, ni paz, ni reposo, aparte de Cristo. Puede que te hayas apañado en el mundo; puede que hayas conseguido las cosas que buscabas en él. Pero, ¿Cuál ha sido el precio que has pagado por todo ello? ¿Qué del Señor, del amor del Señor, la compañía y la comunión del Señor, y el sentir en tu alma de que estoy en esta escena por Él? Si has perdido esto, no hay provecho alguno. ¿No es algo extraordinario que Dios llame a los cielos que contemplan asombrados un pueblo alejado de Él? (Jer. 2:1212Be astonished, O ye heavens, at this, and be horribly afraid, be ye very desolate, saith the Lord. (Jeremiah 2:12)). "Me dejaron a Mí, fuente de aguas vivas." ¡Ah, qué título tan maravilloso, "fuente de aguas vivas"! ¡Qué maravilloso estar relacionados con la fuente de aguas vivas! ¡Cómo se nos presenta Dios ante nosotros con toda la lozanía de Su gracia, y la energía viva de Su amor! "Y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua." (Jer. 2:1313For my people have committed two evils; they have forsaken me the fountain of living waters, and hewed them out cisterns, broken cisterns, that can hold no water. (Jeremiah 2:13)). ¡Cisternas rotas! No importa que sean grandes o pequeñas. El punto crucial es que, si mi cisterna no es Cristo, es una cisterna rota. ¡Ay, cuántos santos están en la actualidad tratando de beber de cisternas rotas! Una cisterna rota no puede retener el agua. Nada que no sea Cristo podrá satisfacer mi sed.
Esta acusación va seguida de una conmovedora pregunta. "¿Es Israel siervo? ¿es esclavo? ¿Por qué ha venido a ser presa?" (Jer. 2:1414Is Israel a servant? is he a homeborn slave? why is he spoiled? (Jeremiah 2:14)). ¿Cómo puede esto ser así? "De Egipto llamé a mi hijo," fue la palabra de Dios en el pasado lejano (Ex. 4:2323And I say unto thee, Let my son go, that he may serve me: and if thou refuse to let him go, behold, I will slay thy son, even thy firstborn. (Exodus 4:23); Os. 11:1). Había sido esclavo, y Dios le había dado la libertad. "¿Por qué ha venido a ser presa?" ¿Es que acaso estando uno libre, y en el conocimiento del amor de Dios, haya de volver a la esclavitud?
Así sucedió en el caso de Israel, y las angustias y los dolores vinieron sobre ellos en juicio de retribución. Todo fue consecuencia de sus propios actos. Que Dios nos guarde de apartarnos. Sea quien fuere que seas, vive decididamente para Cristo, te lo ruego, y no permitas que nada aparte tu corazón de Él.
Leed cuidadosamente este segundo capítulo. Seguidlo por vosotros mismos, y fijaos cómo Dios busca llegar a la conciencia y también al corazón. "¿No te acarreó esto el haber dejado a Jehová tu Dios, cuando te conducía por el camino?" (Jer. 2:1717Hast thou not procured this unto thyself, in that thou hast forsaken the Lord thy God, when he led thee by the way? (Jeremiah 2:17)). Todo lo que les sobrevino fue el fruto de sus propias acciones. "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna" (Gl. 6:7-8). No podemos sembrar un puñado de semillas sin obtener la consiguiente cosecha que produce aquella semilla. Si vienen dolores y pruebas, ¿de qué se trata? Se trata del fruto de alguna semilla que hemos plantado hace muchos, muchos años, cuando nos hallábamos alejados del Señor. Si he vuelto ahora a Él, puedo preguntarme cuál sea la cosecha que esté cosechando, pero no debo olvidar que yo he sembrado la semilla.
"¿Qué tienes tú en el camino de Egipto, para que bebas agua del Nilo? ¿Y qué tienes tú en el camino de Asiria, para que bebas agua del Éufrates?" (Jer. 2:1818And now what hast thou to do in the way of Egypt, to drink the waters of Sihor? or what hast thou to do in the way of Assyria, to drink the waters of the river? (Jeremiah 2:18)). Después de su redención ni Egipto ni Asiria tuvieron nada que ver con Israel hasta que Israel se apartó de Dios. Pero sus corazones, alejados de Dios, anhelaron malas compañías, y recibieron su correspondiente recompensa. Es con toda verdad que Dios dice "Tu maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tú a Jehová tu Dios, y faltar Mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos" (Jer. 2:1919Thine own wickedness shall correct thee, and thy backslidings shall reprove thee: know therefore and see that it is an evil thing and bitter, that thou hast forsaken the Lord thy God, and that my fear is not in thee, saith the Lord God of hosts. (Jeremiah 2:19)). Rebelión, esta palabra implica una dejación activa de andar con Dios para seguir los propios caminos. También encontramos una palabra derivada, rebelde, en el capítulo 3 versículos 6, 8, 11, 12, 14 y 22. Es la palabra característica de la primera parte de Jeremías. En hebreo significa literalmente un volverse atrás o apartarse. Pero entonces presupone la recuperación, y que el corazón será vuelto a Dios, debido a que esto es lo que desea el Señor. Él anhela tenernos cerca de Sí mismo. ¿Y no anhelan lo mismo nuestros corazones? Pero, si me hallo alejado de Él, no puedo atribuirle a Él la culpa. ¿Es acaso culpa Suya? Ah, no; lo conozco demasiado bien para poder decir tal cosa.
Si ha habido un alejamiento de corazón del Señor, Mi temor no está en ti, viene a decir el versículo 19. Esta es la verdad acerca de tal corazón. Creo que este es el primer paso al volverse atrás; el sentido del temor del Señor se extingue, por la causa que sea, en el alma, y entonces empieza el enfriamiento.
Pero no le sirve de nada al que así se aparta el intentar corregir las cosas externamente. Este es el siguiente punto que se trata. Lavamientos externos no servirán para nada. Es lo interno, el corazón, lo que tiene que corregirse. "Aunque te laves con lejía, y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu pecado permanecerá aún delante de mí, dijo Jehová el Señor" (Jer. 2:2222For though thou wash thee with nitre, and take thee much soap, yet thine iniquity is marked before me, saith the Lord God. (Jeremiah 2:22)). Entonces Él prosigue para mostrarles cómo eran como la "asna montés" (v. 24), y como "el ladrón cuando es descubierto" (v. 26), "avergonzados" debido a que habían caído en una clara idolatría (v. 27). ¡Qué bien que sabe el Señor cómo son nuestros corazones! Si alguna vez nos hallamos tan alejados del Señor, y nos encontramos en medio de angustias y dolores, ¿qué deberíamos hacer? El Señor nos dice que "en el tiempo de su calamidad dicen: Levántate, y líbranos" (Jer. 2:2727Saying to a stock, Thou art my father; and to a stone, Thou hast brought me forth: for they have turned their back unto me, and not their face: but in the time of their trouble they will say, Arise, and save us. (Jeremiah 2:27)). Bien pudiera Él replicar, "¿Y dónde están tus dioses que hiciste para ti? Levántense ellos, a ver si te podrán librar en el tiempo de tu aflicción" (Jer. 2:2828But where are thy gods that thou hast made thee? let them arise, if they can save thee in the time of thy trouble: for according to the number of thy cities are thy gods, O Judah. (Jeremiah 2:28)). Esto es, que aquello con lo que se ha ocupado tu corazón te libere. Y tal cosa no podrá ser.
Nada podría ser más conmovedor que la siguiente pregunta que hace Dios aquí: "¿He sido yo un desierto para Israel?" (Jer. 2:3131O generation, see ye the word of the Lord. Have I been a wilderness unto Israel? a land of darkness? wherefore say my people, We are lords; we will come no more unto thee? (Jeremiah 2:31)). ¿He sido estéril? ¿Hubo esterilidad en mi tierra? ¿Hay esterilidad en las cosas celestiales? ¿No es esta una expresión notable la que Dios utiliza para Su pueblo? Pero así es como es. Si el corazón pierde el sentimiento de la gracia, pierde su deleite en Cristo, y "Nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano" (Núm. 21:5), es el seguro resultado que sigue a ello.
Entonces Él añade, "¿Se olvida la virgen de su atavío, o la desposada de sus galas? Pero mi pueblo se ha olvidado de mí por innumerables días" (Jer. 2:3232Can a maid forget her ornaments, or a bride her attire? yet my people have forgotten me days without number. (Jeremiah 2:32)). ¿Qué había hecho Él cada día? Había estado cuidando de ellos continuamente. Sí, bendito sea Su nombre, había estado pensando continuamente en ellos. Quizás le hayamos olvidado, pero Él nunca nos ha olvidado a nosotros. Estamos inscritos en las palmas de Sus manos, y lo que tiene Él en mente es volver a Sí a los que se han apartado del camino.
En el capítulo 3 el Señor adopta una figura diferente, y asemeja el pecado de su pueblo a la fornicación. Aun cuando el pecado de ellos había llegado a tal profundidad, leemos, "Mas ¡vuélvete a Mí! dice Jehová" (Jer. 3:11They say, If a man put away his wife, and she go from him, and become another man's, shall he return unto her again? shall not that land be greatly polluted? but thou hast played the harlot with many lovers; yet return again to me, saith the Lord. (Jeremiah 3:1)). Tan profundo era el deseo de Él de conseguir la restauración de Su pueblo.
A continuación de esto se contrasta la acción de Israel y de Judá. "Me dijo Jehová en días del rey Josías: ¿Has visto lo que ha hecho la rebelde Israel? Ella se va sobre todo monte alto y debajo de todo árbol frondoso, y allí fornica. Y dije: Después de hacer todo esto, se volverá a Mí; pero no se volvió, y lo vio su hermana la rebelde Judá. Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido y dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde Judá de su hermana, sino que también fue ella y fornicó. Y sucedió que por juzgar ella cosa liviana su fornicación, la tierra fue contaminada, y adulteró con la piedra y con el leño. Con todo esto, su hermana, la rebelde Judá, no se volvió a Mí de todo corazón, sino fingidamente, dice Jehová" (Jer. 3:6-106The Lord said also unto me in the days of Josiah the king, Hast thou seen that which backsliding Israel hath done? she is gone up upon every high mountain and under every green tree, and there hath played the harlot. 7And I said after she had done all these things, Turn thou unto me. But she returned not. And her treacherous sister Judah saw it. 8And I saw, when for all the causes whereby backsliding Israel committed adultery I had put her away, and given her a bill of divorce; yet her treacherous sister Judah feared not, but went and played the harlot also. 9And it came to pass through the lightness of her whoredom, that she defiled the land, and committed adultery with stones and with stocks. 10And yet for all this her treacherous sister Judah hath not turned unto me with her whole heart, but feignedly, saith the Lord. (Jeremiah 3:6‑10)). Dios preferiría tener realidad aunque las almas se hallaran distanciadas, que irrealidad, y una pretendida cercanía, cuando no estamos cerca. Hubo una abierta rebelión, un abierto alejamiento, por parte de las diez tribus. Pero, ¿qué es lo que hizo Judá? "No tuvo temor la rebelde Judá" (Jer. 3:88And I saw, when for all the causes whereby backsliding Israel committed adultery I had put her away, and given her a bill of divorce; yet her treacherous sister Judah feared not, but went and played the harlot also. (Jeremiah 3:8)). "Judá no se volvió a Mí de todo corazón, sino fingidamente, dice Jehová" (Jer. 3:1010And yet for all this her treacherous sister Judah hath not turned unto me with her whole heart, but feignedly, saith the Lord. (Jeremiah 3:10)). Aprendemos una gran lección aquí, queridos hermanos. El Señor no querrá nada en nosotros que no sea real. Como ya hemos visto, en los días del rey Josías hubo un avivamiento. Uno pensaría que se habían vuelto realmente al Señor, pero se trataba simplemente del afecto de la influencia de Josías. Era solamente una ficción. Que el Señor nos ayude a apartarnos de ficciones como la que nos presenta aquí.
Observemos ahora cuán maravillosamente se dedica ahora a obrar con estas rebeldes diez tribus, para volvérselas a atraer. "Y me dijo Jehová: ha resultado justa la rebelde Israel en comparación con la desleal Judá. Ve y clama estas palabras hacia el norte, y di: vuélvete, oh rebelde Israel, dice Jehová; no haré caer Mi ira sobre ti, porque misericordioso soy Yo, dice Jehová, no guardaré para siempre el enojo. Reconoce, pues, tu maldad, porque contra Jehová tu Dios has prevaricado, y fornicaste con los extraños debajo de todo árbol frondoso, y no oíste Mi voz, dice Jehová. Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque Yo soy vuestro esposo; y os tomaré uno de cada cuidad, y dos de cada familia, y os introduciré en Sion; y os daré pastores según Mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia." (Jer. 3:11-1511And the Lord said unto me, The backsliding Israel hath justified herself more than treacherous Judah. 12Go and proclaim these words toward the north, and say, Return, thou backsliding Israel, saith the Lord; and I will not cause mine anger to fall upon you: for I am merciful, saith the Lord, and I will not keep anger for ever. 13Only acknowledge thine iniquity, that thou hast transgressed against the Lord thy God, and hast scattered thy ways to the strangers under every green tree, and ye have not obeyed my voice, saith the Lord. 14Turn, O backsliding children, saith the Lord; for I am married unto you: and I will take you one of a city, and two of a family, and I will bring you to Zion: 15And I will give you pastors according to mine heart, which shall feed you with knowledge and understanding. (Jeremiah 3:11‑15)). ¡Descarriado! Después Él los llama, y les exhorta a que se vuelvan a Él. Igualmente te llama a ti a que vuelvas a Él. Puede que preguntes, ¿cómo puedo volver? Dices, creo que Dios ha hablado a mi alma mediante Su Palabra, estoy bebiendo de cisternas rotas, ¿cómo puedo volver? Escucha. "Reconoce, pues, tu maldad” (Jer. 3:1313Only acknowledge thine iniquity, that thou hast transgressed against the Lord thy God, and hast scattered thy ways to the strangers under every green tree, and ye have not obeyed my voice, saith the Lord. (Jeremiah 3:13)). Hay tan solamente una manera de volver, y ¿cuál es esta? La confesión. "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1 Jn. 1:99If we confess our sins, he is faithful and just to forgive us our sins, and to cleanse us from all unrighteousness. (1 John 1:9)). ¡Qué conmovedoramente tierna es la llamada! "Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo" (Jer. 3:1414Turn, O backsliding children, saith the Lord; for I am married unto you: and I will take you one of a city, and two of a family, and I will bring you to Zion: (Jeremiah 3:14)). Por parte de Dios no había ningún quebrantamiento de relación. Ved, también, cómo Él alienta el corazón en el versículo 15. Es realmente algo maravilloso, amados, la forma en que el Señor busca recuperar y ligar al alma consigo mismo.
Desde el versículo dieciséis hasta el veinte, se nos muestra como Dios, en el futuro, recuperará y restaurará a Israel. El versículo 21 muestra el estado moral que precede a la restauración el llanto y la oración. Entonces viene otro amoroso llamamiento. "Convertíos, hijos rebeldes, y sanaré vuestras rebeliones." ¿Quién podría resistirse a tal llamamiento?' Muchas veces dice una pobre alma, ¿Cómo puedo volver, y por qué cosas tendré que pasar para volver? Mirad este versículo, "Convertíos, hijos rebeldes, y sanaré vuestras rebeliones," y señalad el resultado del llamamiento, "He aquí, nosotros venimos a ti, porque tú eres Jehová nuestro Dios" (Jer. 3:2222Return, ye backsliding children, and I will heal your backslidings. Behold, we come unto thee; for thou art the Lord our God. (Jeremiah 3:22)). He aquí nosotros venimos. Está hecho. El alma que escucha el llamamiento dice, "Venimos a Ti; Tú eres Jehová nuestro Dios."
Si no tiene lugar esta bendita respuesta al llamamiento, ¿Sabes lo que seguirá? Las cosas empeorarán. Si no oímos la voz que nos llama una y otra vez, llegaremos al sexto versículo del capítulo 5. Creo que Dios nos describe de una manera gráfica, en este libro, lo que tiene necesariamente que seguir si no se detiene el alejamiento de Dios en rebelión. "Sus rebeliones se han multiplicado, se han aumentado sus deslealtades" (Jer. 5:66Wherefore a lion out of the forest shall slay them, and a wolf of the evenings shall spoil them, a leopard shall watch over their cities: every one that goeth out thence shall be torn in pieces: because their transgressions are many, and their backslidings are increased. (Jeremiah 5:6)). ¡Qué trágico!
Y ciertamente, no todo acaba ahí, porque el pecado sin juzgar lleva a males aún más graves. Pasemos al capítulo octavo, en el que el Señor pregunta, "¿Por qué es este pueblo de Jerusalén rebelde con rebeldía perpetua? Abrazaron el engaño, y no han querido volverse" (Jer. 8:55Why then is this people of Jerusalem slidden back by a perpetual backsliding? they hold fast deceit, they refuse to return. (Jeremiah 8:5)). Si no oímos Su voz y no volvemos a Él, entraremos en esta terrible condición de rebelión perpetua. Mejor nos será escuchar la palabra fiel que nos dice: "Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo ... para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado" (Heb. 3:12-1312Take heed, brethren, lest there be in any of you an evil heart of unbelief, in departing from the living God. 13But exhort one another daily, while it is called To day; lest any of you be hardened through the deceitfulness of sin. (Hebrews 3:12‑13)).
Hay tan sólo una forma de liberación de este terrible camino descendente del rebelde. Es mediante el honesto reconocimiento del estado en el que se ha caído, y mediante la sencilla espera en Dios para conseguir la liberación. Se proclama así: "Aunque nuestras iniquidades testifican contra nosotros, oh Jehová, actúa por amor de Tu nombre; porque nuestras rebeliones se han multiplicado, contra Ti hemos pecado" (Jer. 14:77O Lord, though our iniquities testify against us, do thou it for thy name's sake: for our backslidings are many; we have sinned against thee. (Jeremiah 14:7)). No creo que el alma esté realmente restaurada aquí, pero hay lo que se podría llamar el ejercicio que puede llevar a la restauración.
Ahora te pediré que leas el capítulo final de Oseas, porque creo que allí Dios nos da, en otras palabras, el camino por el que el alma retorna al Señor: "Vuelve, oh Israel, a Jehová tu Dios; porque por tu pecado has caído" (Os. 14:1). Y aquí volvemos a tener el llamado de Dios, "Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a Jehová, y decidle: quita toda iniquidad, y acepta el bien, y Te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios" (Os. 14:2). Esta es la respuesta del alma que retorna, tu forma de hablar, consciente de Su gracia. "No nos librará el asirio; no montaremos en caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en Ti el huérfano alcanzará misericordia" (Os. 14:3). Las dos cosas que siempre llevan al alma de vuelta a Dios son el sentido de Su gracia y de Su misericordia. Y ahora, ¿Cuál es la respuesta de Dios? "Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque Mi ira se apartó de ellos" (Os. 14:4). ¿Y qué puede haber que sea más bendito que esto? ¿Qué otra cosa podría alentar más a un rebelde que vuelve? Es la victoria del amor sobre la carencia de amor.
Después siguen los efectos de la recuperación y de la restauración. "Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano.... Volverán y se sentarán bajo su sombra; serán vivificados como trigo, y florecerán como la vid ... Efraín dirá: ¿Qué más tendré ya con los ídolos? Yo lo oiré, y miraré; yo seré a él como la haya verde; de mí será hallado tu fruto" (Os. 14:5-8). No supongas, querido amigo, que si ha existido distancia y apartamiento del Señor, que ya está todo acabado contigo, y que no puedes ser restaurado. Oh, no, sino que hay guardados para ti días más brillantes y mejores, si vuelves. Creo que Dios nos retorna a algo mucho mejor que lo que hemos perdido por apartarnos. Llegamos a una comunión más profunda y plena con el Señor. Creo que Su gracia nos lleva al disfrute de un lugar mucho más profundo, pleno y más bendito en sus afectos que jamás conociéramos antes. "Serán vivificados como trigo, y florecerán como la vid; su olor será como de vino del Líbano" (Os. 14:7). Lo anterior son maravillosas imágenes de lo brillante y de lo refrescante de una alma restaurada. Cuando está restaurada, el alma dice, como Efraín, "¿Qué más tendré ya con los ídolos?" A esto replica Dios, "Yo lo oiré, y miraré." Entonces Efraín replica, "Yo seré a él como la haya verde." Una haya es una de las cosas más hermosas que se pueden ver. Es verde a todo lo largo del año. Es el alma en el sentido de que se halla en el pleno favor de Dios, y el amor de Dios es valorado por encima de todo.
Pero Dios dice: "de Mí será hallado tu fruto." Veis que en el versículo 8 tenemos un diálogo. Hay arrepentimiento y una consciencia de bendición, todo ello proviniendo de Dios (v. 9).
Bien puede Oseas concluir su libro con estas palabras: "¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos; mas los rebeldes caerán en ellos" (Os. 14:9). Que Dios nos dé a cada uno de nosotros que demos oído a Su palabra, y que nos demos cuenta de cuán entrañables son Sus caminos, particularmente con los rebeldes. Amigo mío, si tú eres uno de ellos, sé tan duro como quieras contigo mismo, pero recuerda que el corazón de Dios está lleno del amor más tierno hacia ti, y que solamente busca que seas restaurado a Él.
Ven, de todo bien la fuente,
Ven, eterno Salvador,
Ven, ayúdame a cantarte
Dignos cantos de loor.
Tú, Señor, por mí moriste;
Quiero yo por Ti vivir:
Sólo Tú eres mi esperanza,
Sólo Tú mi porvenir.
(Triste estaba y extraviado,
Cuando Cristo me buscó;
De la muerte por salvarme
Él su sangre derramó.
En su muerte de cariño
Vida, paz, perdón hallé;
Y por Él la vida eterna
En el cielo gozaré.)
De tu gracia, ¡oh bien Amado!,
Cada día soy deudor;
Más y más a Ti me atraes
Por los lazos de tu amor.
Ven, de todo bien la fuente,
Fuente de mi salvación:
Doy a Ti mis alabanzas,
Doy a Ti mi corazón.