Marcos Capítulo 16

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La Resurrección; La Relación Restablecida Entre Jesús Y El Remanente
El último capítulo está dividido en dos partes—un hecho que, incluso, ha dado lugar a cuestionamientos acerca de la autenticidad de los versículos 9 al 20. La primera parte del capítulo, versículos 1 al 8, relata el fin de la historia en relación con el restablecimiento de aquello que ha estado siempre delante de nosotros en este Evangelio: las relaciones del Profeta de Israel, y del reino, con el pueblo (o, al menos, con el remanente del pueblo escogido). Los discípulos, y Pedro, a quien el Señor reconoce individualmente a pesar (si, en gracia, a causa) de su negación de su Maestro, tenían que ir y encontrarle en Galilea, como Él les había dicho. Allí la relación fue restablecida entre Jesús en resurrección y los pobres del rebaño, quienes le esperaban (siendo reconocidos ellos solos como el pueblo delante de Dios). Las mujeres no dicen nada a nadie. El testimonio del Cristo resucitado fue confiado sólo a Sus discípulos, a estos despreciados Galileos. El miedo fue el medio empleado por la providencia de Dios para impedir que las mujeres hablaran, cosa que hubiesen hecho de forma natural.
El Mensaje Enviado Por Medio De María Magdalena; La Comisión De Los Discípulos a Toda Criatura
Versículos 9 al 20. Éste es otro testimonio. Los discípulos no aparecen aquí como un remanente elegido, sino en la incredulidad que le es natural al hombre. El mensaje es enviado a todo el mundo. María Magdalena, anteriormente poseída por siete demonios—la esclava absoluta de ese temible poder—es utilizada para comunicar el conocimiento de Su resurrección a los compañeros de Jesús. Después, Jesús mismo se aparece a ellos y les da su comisión. Les dice que vayan por todo el mundo y que prediquen el evangelio a toda criatura. No se trata ya específicamente del evangelio del reino. Cualquiera que por todo el mundo creyera y se uniera a Cristo por el bautismo, sería salvo: el que no creyera, sería condenado. Era una cuestión de salvación o condenación—el creyente, salvo, el que rechazaba el mensaje, condenado. Además, si alguien estaba convencido de la verdad, pero rehusaba unirse con los discípulos confesando al Señor, tanto peor sería su caso. Por consiguiente, se dice: “el que cree y es bautizado.” (Marcos 16:16—Versión Reina Valera 1909 Actualizada). Señales de poder acompañarían a los creyentes, y serían guardados del poder del enemigo.
Señales De Poder Sobre El Poder Del Enemigo; La Proclamación De Gracia a Todos Los Hombres
La primera señal debía ser su dominio sobre los malos espíritus; la segunda, la prueba de esa gracia que iba más allá de los estrechos límites de Israel, dirigiéndose a todo el mundo. Hablarían diversas lenguas.
Además de esto, con respecto al poder del enemigo, manifestado en hacer daño, el veneno de las serpientes y bebidas venenosas no tendrían ningún efecto sobre ellos, y las enfermedades desaparecerían ante su autoridad.
En una palabra, debía ser la destrucción del poder del enemigo sobre el hombre, y la proclamación de la gracia a todos los hombres.
La Ascensión De Cristo Al Trono Del Poder; La Esfera De Servicio De Los Discípulos
Habiéndoles dado así su comisión, Jesús asciende al cielo, y se sienta a la diestra de Dios—el lugar desde el cual vendrá así en poder a bendecir, y desde el cual Él volverá para poner a los pobres del rebaño en posesión del reino. Mientras tanto, los discípulos ocupan Su lugar, extendiendo su esfera de servicio hasta los confines de la tierra; y el Señor confirma la palabra de ellos mediante las señales que les siguen.
El Cumplimiento Del Servicio Del Gran Siervo-Profeta Rendido a Su Padre Contemplado En El Evangelio De Marcos
Quizás podría pensarse que me he detenido poco en los sufrimientos de Cristo en lo que he escrito sobre Marcos. Nunca se agotará este tema; es tan vasto como deben ser la Persona y la obra de Cristo. ¡Bendito sea Dios por ello! En Lucas tenemos más detalles. Y yo sigo el orden de pensamiento que el Evangelio presenta ante mí; y me parece que, en lo que respecta a la crucifixión de Cristo, es el cumplimiento de Su servicio lo que el evangelista tiene en mente. Su gran tema era el Profeta. Le era necesario relatar Su historia hasta el final; y nosotros poseemos, en una narración breve, un retrato muy completo de los sucesos que marcan el final de la vida del Señor—de aquello que Él tuvo que cumplir como el Siervo de Su Padre. He seguido este orden del Evangelio.
Lucas