Otra cosa que marcaría la nueva dispensación es la presencia del Espíritu Santo en la tierra. La presencia del Espíritu en la tierra prueba que la antigua dispensación ha sido puesta a un lado y que la nueva empieza. En los tiempos del Antiguo Testamento, el Espíritu del Señor obraba en la tierra desde Su lugar de residencia en el cielo. Él no habitó en la tierra hasta que la redención fue completada y el cristianismo comenzó (Hechos 2:1-4; Efesios 2:22). La presencia del Espíritu en la tierra manifiesta este hecho ante el mundo en tres maneras:
1. “De pecado” – El Espíritu de Dios en la tierra prueba la culpa del pecado del mundo al rechazar a Cristo. Para que el Espíritu pueda estar aquí, Cristo tuvo que dejar este mundo (a través de la cruz) e ir al Padre para poder enviar el Espíritu Santo.
2. “De justicia” – El hecho de que el Espíritu esté aquí en este mundo prueba que Dios recibió al Señor Jesús en lo Alto en justicia. Él tenía que tomar este lugar antes de enviar al Espíritu Santo aquí a la tierra (Hechos 2:32-33).
3. “De juicio” – El hecho de que el Espíritu de Dios esté aquí en este mundo es prueba que el mundo y su príncipe (Satanás) han sido juzgados y esperan la ejecución de su juicio.