Dispensaciones

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La palabra “dispensación” significa “la administración de una casa,” o “la dirección de un hogar,” o “la ley de una casa.” En el sentido usado en la Escritura, habla de un trato público con los hombres, ordenado por Dios, en la administración de Sus caminos en Su casa durante varias edades.
Dado que la casa de Dios en la tierra no fue establecida en ningún sentido verdadero hasta que Él asumió formalmente las relaciones con Israel en el terreno de la redención, con la construcción del tabernáculo donde Él podría encontrase con ellos (Éxodo 25-40), podríamos decir que de ese momento en adelante hay tres dispensaciones principales en los caminos de Dios (véase The Concise Bible Dictionary, págs. 216-217). Antes de eso, los hombres andaban con Dios como individuos, pero no había un sistema público, ordenado por Dios, tratando con los hombres colectivamente en relación con Su casa.
La primera de ellas es la Dispensación de la Ley, que era un trato ordenado de Dios con los hombres (la nación de Israel), según el cual las obligaciones y exigencias de la ley debían ser cumplidas por el pueblo para que ellos pudiesen andar en comunión con Dios. Esta administración pasó por tres fases:
•  Cerca de 400 años bajo los jueces (desde la entrada de Israel en la tierra de Canaán hasta el final de Jueces—Hechos 13:19-20).
•  Cerca de 500 años de reinado (desde Saúl hasta el cautiverio babilónico).
•  Cerca de 600 años de testimonio profético durante los Tiempos de los Gentiles (desde el cautiverio hasta Juan el Bautista—Lucas 16:16).
La segunda dispensación es la presente “dispensación del misterio” (Efesios 3:9). Es una administración especial para el gobierno de una compañía celestial de personas (la Iglesia) en este presente Día de Gracia. El apóstol Pablo fue encargado de “aclarar á todos” acerca de lo que envolvía esta administración (Efesios 3:9). Tres veces él habla de que le fue “dada” una revelación especial de la verdad referente a la presente “dispensación” (1 Corintios 9:17; Efesios 3:2; Colosenses 1:25). Él debía enseñar la gran verdad del Misterio que había estado “escondido desde los siglos” con relación a “Cristo y á la Iglesia” (Efesios 3:9, 5:32). Esto incluye todo: desde el llamamiento de la Iglesia hasta las funciones prácticas de los santos al reunirse para la adoración y ministerio. La Iglesia en sí no es una dispensación, pero se rige por una dispensación o ley de la casa de Dios con relación a la verdad revelada en el Misterio.
El ministerio de la gracia realmente comenzó con el ministerio de nuestro Señor Jesucristo (Juan 1:17). Pero cuando Su pueblo terrenal lo rechazó, Dios reveló la presente dispensación del Misterio en la vocación celestial de la Iglesia, con la venida del Espíritu Santo en Pentecostés (Hechos 2:1-4, 11:15). Los creyentes hoy en día están siendo llamados de entre los judíos y gentiles para formar parte de una cosa nueva celestial: la Iglesia, que es el cuerpo y la esposa de Cristo (Hechos 15:14, 26:17). El encargo verdadero del ministerio cristiano es “promover la dispensación de Dios” ayudando a los santos que componen la Iglesia a comprender su llamamiento celestial en Cristo y a vivir sus vidas de acuerdo con la actual administración de Su casa (1 Timoteo 1:4 – traducción J. N. Darby).
La tercera dispensación está aún por venir—“la dispensación del cumplimiento de los tiempos” (Efesios 1:10). Este será un orden especial de Dios con los hombres durante el reinado público de Cristo en el Milenio. El remanente restaurado de Israel y las naciones gentiles podrán disfrutar de una porción terrenal de bendición bajo la administración de Cristo y la Iglesia, quienes reinarán sobre el universo desde los cielos (Salmo 103:19; Apocalipsis 21:10).
Estas tres dispensaciones (o administraciones) de la casa de Dios son inmensamente diferentes. De hecho, cuanto más las estudiamos, más veremos cuán diferentes son. Por ejemplo, la Dispensación de la Ley tiene que ver con un pueblo que tiene una porción y un destino terrenal, mientras que la Dispensación del Misterio—intercalada entre la Dispensación de la Ley y la Dispensación del Cumplimento de los Tiempos—tiene que ver con personas que tienen un llamamiento y un destino celestial (la Iglesia). Actualmente, los tratos de Dios con la nación de Israel han sido suspendidos (Daniel 9:24-2724Seventy weeks are determined upon thy people and upon thy holy city, to finish the transgression, and to make an end of sins, and to make reconciliation for iniquity, and to bring in everlasting righteousness, and to seal up the vision and prophecy, and to anoint the most Holy. 25Know therefore and understand, that from the going forth of the commandment to restore and to build Jerusalem unto the Messiah the Prince shall be seven weeks, and threescore and two weeks: the street shall be built again, and the wall, even in troublous times. 26And after threescore and two weeks shall Messiah be cut off, but not for himself: and the people of the prince that shall come shall destroy the city and the sanctuary; and the end thereof shall be with a flood, and unto the end of the war desolations are determined. 27And he shall confirm the covenant with many for one week: and in the midst of the week he shall cause the sacrifice and the oblation to cease, and for the overspreading of abominations he shall make it desolate, even until the consummation, and that determined shall be poured upon the desolate. (Daniel 9:24‑27); Oseas 5:15-6:3; Miqueas 5:2-3; Romanos 11:11-24, etcétera); mientras tanto, Él está llamando a los creyentes fuera de este mundo por el evangelio de Su gracia para formar parte de la Iglesia (Hechos 15:14, 26:17). Cuando el número total de creyentes escogidos haya sido salvado y traído a la Iglesia (Romanos 11:25), Dios reanudará sus relaciones con Israel y traerá un remanente de todas las 12 tribus a la bendición de Dios (Romanos 11:26-27). Las naciones gentiles también serán bendecidas, sujetas a Israel, en el reino milenario de Cristo. Así, ha habido un cambio en los caminos dispensacionales de Dios, de Ley a Gracia, administrada en el Misterio, y habrá otro cambio de la administración del Misterio a la administración del reino milenario. En un día próximo, cuando el propósito de Dios sea plenamente cumplido, el reino tendrá personas en la tierra bendecidas con relación a Cristo, y también personas en el cielo bendecidas con Cristo.
Muchas veces las dispensaciones son confundidas con edades (o siglos). Algunos han tratado de homogeneizarlas y tratarlas como una misma cosa. Por ejemplo, el Diccionario de la Biblia de Unger dice: “una dispensación es una época de tiempo durante la cual el hombre es probado.” El esquema de las “Siete Dispensaciones” de C. I. Scofield es otro ejemplo de esta mezcla. Sin embargo, las edades y las dispensaciones no son lo mismo. W. Kelly dijo, “La palabra ‘dispensación’ no hace ninguna referencia a un período determinado o edad” (Lectures on the Epistle to the Ephesians, p. 27—nota al pie). Una “edad” es un período de tiempo, y una “dispensación” es un orden moral y espiritual de Dios durante un período de tiempo, con relación a alguna verdad específica que Él ha concedido a Su casa. De acuerdo con esto, J. N. Darby habla de estar “en” una edad, pero “bajo” una dispensación (Collected Writings, vol. 10, p. 12).
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