Dispensaciones

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Todos los cristianos necesitan tener un entendimiento básico de la verdad dispensacional. Sin ella, estaremos a la deriva en el mar de la mala doctrina que prevalece en la profesión cristiana. Las repercusiones de no ver la distinción entre el trato de Dios con Israel y el trato de Dios con la Iglesia en vista del venidero reino milenario de Cristo, conducen a todo tipo de errores, desde una escatología (eventos futuros) defectuosa, hasta una eclesiología (doctrina de la Iglesia y su práctica) defectuosa. También afectará nuestros objetivos en la vida práctica y en nuestro servicio.
¿Qué es una Dispensación?
La palabra “dispensación” significa “la administración de una casa”, “la dirección de un hogar”, o “la ley de una casa”. En el sentido que se usa en las Escrituras, una dispensación es un trato público con los hombres, ordenado por Dios, en la administración de Sus caminos en Su casa durante varios siglos.
Tres Dispensaciones Principales
Hay tres dispensaciones principales en los caminos de Dios (Ver el Concise Bible Dictionary [Diccionario Bíblico Conciso], págs. 216-217). Puede que algunos vean más de tres dispensaciones, pero todos están de acuerdo en que estas son las principales, en las cuales radica la controversia de la enseñanza dispensacional. Por lo tanto, es de suma importancia entender los caminos de Dios en relación con estas tres dispensaciones.
Dado que la casa de Dios en la tierra no fue establecida en ningún sentido real hasta que Él asumió formalmente las relaciones con Israel en base a la redención, con la construcción del tabernáculo donde Él podría encontrarse con ellos (Éxodo 25-40), comenzaremos con la Dispensación de la Ley. (Antes de eso, los hombres andaban con Dios como individuos, pero no había un sistema público ordenado por Dios tratando con los hombres colectivamente en relación con Su casa).
La Dispensación de la Ley
La Dispensación de la Ley era un trato ordenado de Dios con los hombres (la nación de Israel) según el cual las obligaciones y los requisitos de la Ley debían ser cumplidos por el pueblo para que éste pudiera andar en comunión con Dios. Esta administración pasó por tres fases:
Unos 400 años desde la promulgación de la Ley en el monte Sinaí, hasta el final de la era de los Jueces (Éxodo 19 y 20; Romanos 9:4; Hechos 13:19-20).
Unos 500 años de reinado (desde Saúl hasta el cautiverio en Babilonia).
Unos 600 años de testimonio profético durante los Tiempos de los Gentiles (desde el cautiverio hasta Juan el Bautista) (Lucas 16:16).
La Segunda Dispensación
La segunda dispensación es la actual Dispensación del Misterio. Esta es una administración para el gobierno de un pueblo celestial, salvado y sellado con el Espíritu Santo —la Iglesia. El apóstol Pablo fue comisionado para “aclarar á todos cuál sea la dispensación del misterio” (Efesios 3:9). Por lo tanto, debía enseñar aquellas cosas que sucedían en el Misterio que estaba “escondido desde los siglos” —que es la verdad de Cristo y la Iglesia (Efesios 3:9; 5:32). El ministerio de la gracia comenzó con el ministerio de nuestro Señor Jesucristo (Juan 1:17), pero cuando su pueblo terrenal lo rechazó, Dios reveló la presente dispensación del Misterio en el llamado celestial de la Iglesia, con la venida del Espíritu Santo en Pentecostés (Hechos 2:1-4; 11:15). Los creyentes de hoy están siendo llamados de entre los judíos y los gentiles para ser parte de un nuevo objeto celestial —la Iglesia de Dios, el cuerpo y la esposa de Cristo (Hechos 15:14; 26:17). El encargo del verdadero ministerio cristiano es “promover la dispensación de Dios” (1 Timoteo 1:4 – traducción J. N. Darby), ayudando a los santos a entender su llamado celestial en Cristo y a vivir sus vidas de acuerdo con la administración de Su casa. La Iglesia no es una dispensación, sino que está gobernada por una dispensación (o ley de la casa de Dios) en cuanto a la verdad revelada en el Misterio.
La Tercera Dispensación
La tercera dispensación está aún por venir —“la dispensación del cumplimiento de los tiempos” (Efesios 1:10). Este será un orden especial de Dios con los hombres durante el reinado público de Cristo en el Milenio. El remanente restaurado de Israel y las naciones gentiles disfrutarán de una porción terrenal de bendición bajo la administración de Cristo y la Iglesia, quienes reinarán sobre el universo desde los cielos (Salmo 103:19; Apocalipsis 21:10).
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Podemos ver en estas dispensaciones (o administraciones) de la casa de Dios que hay una gran diferencia entre la Dispensación del Misterio y las otras dos dispensaciones que suceden antes y después de ésta. La Dispensación de la Ley y la Dispensación del Cumplimiento de los Tiempos son administraciones que tienen que ver con un pueblo terrenal, mientras que la Dispensación del Misterio, intercalada entre las otras dos, es una administración que involucra a un pueblo celestial. Tal vez podríamos compararla con una galleta Oreo. Las dos dispensaciones exteriores (como las dos galletas de chocolate de la galleta Oreo) son administraciones relacionadas con la tierra, pero la dispensación de en medio (como el glaseado blanco en el centro de la galleta) pertenece a las personas celestiales. Mientras más estudiemos estas dispensaciones, más veremos lo diferentes que son.
La Dispensación del Misterio es un llamado celestial interpuesto que tiene que ver con la Iglesia. Actualmente, el trato de Dios con la nación de Israel ha sido suspendido, y Él está llamando a aquellos que componen la Iglesia por medio del evangelio de su gracia. Después, Él reanudará su trato con Israel y traerá a un remanente de las 12 tribus para bendición; y, sujetas a ellas, las naciones gentiles también serán bendecidas en el reino milenario de Cristo. Por lo tanto, ha habido un cambio en los caminos dispensacionales de Dios, de Ley a Gracia, administrada en el Misterio, y luego habrá otro cambio desde la administración del Misterio a la administración del reino milenario.
Aprendemos de esto que Dios se ha propuesto tener no sólo a un pueblo en la tierra bendecido junto con Cristo, en aquel día venidero de la gloria del reino, sino que también se ha propuesto tener a un pueblo en el cielo
Primera Gráfica