Es necesario que todos tengamos en cuenta, si no lo hemos observado antes, que Apocalipsis 17 no sigue el curso cronológico de la profecía. Es una descripción, y no una de las visiones que nos llevan hacia adelante. La séptima copa contenía debajo de ella la caída de Babilonia, que “fue recordada delante de Dios, para darle la copa del vino de la fiereza de su ira”.