El ocultismo

Listen from:
El diccionario define la palabra “oculto” en estos términos: ‘‘más allá que los límites de los conocimientos ordinarios; misterioso; escondido u ocultado de la vista; perteneciendo a ciertas supuestas ciencias, tales como la magia, la astrología, y otros artes y prácticas haciendo uso de la adivinación, del encantamiento, de las fórmulas mágicas, etc.”.
El primer mandamiento de la ley de Dios dice: “No tendrás dioses ajenos delante de Mí” (Éxodo 20:3). Entonces, el buscar experiencias sobrenaturales de cualquier otra fuente es idolatría. Leamos Deuteronomio 18:10-12: “No sea hallado en ti quien haga pasar su hijo o su hija por el fuego, ni practicante de adivinaciones, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni fraguador de encantamientos, ni quien pregunte a pitón, ni mágico, ni quien pregunte a los muertos. Porque es abominación a Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios las echó delante de ti”.
La hechicera había de ser castigada con la muerte: “A la hechicera no dejarás que viva” (Éxodo 22:18). “Y el hombre o la mujer en quienes hubiere espíritu phitónico o de adivinación, han de ser muertos: los apedrearán con piedras; su sangre sobre ellos” (Levítico 20:27).
Y los que hacen horóscopos debieran prestar atención a la advertencia que les hace el Señor, y meditar en su suerte calamitosa: “Parezcan ahora y defiéndante los contempladores de los cielos, los especuladores de las estrellas, los que contaban los meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti. He aquí que serán como tamo; fuego los quemará, no salvarán sus vidas del poder de la llama” (Isaías 47:13-14).
(Adaptación de un extracto).