736. El yermo desierto

11.11.11.11.:10.10.12.11.
1
Isra͡el por mandato divino pisó
 
El yermo desierto ͜ y camino no ͜ halló,
 
Mas siempre ͜ a través de la ͜ erial soledad
 
En Dios encontró plena seguridad.
 
De nube ͜ un pilar la senda marcó,
 
Del sol fuerte ͜ al pueblo ͜ así protegió,
 
De la peña brotó dulce agua ͜ en raudal,
 
Del pueblo ͜ el manjar fue ͜ el maná celestial.
2
Tenemos, como ͜ ellos, en vista ͜ un hogar
 
Seguro de ͜ hostiles poderes o ͜ azar;
 
Cruzamos también por un árido ͜ erial,
 
Mas el Dios de ͜ Isra͜el nuestro ͜ es: el Eternal.
 
Lumbrera ͜ en la senda ͜ es su dicho ͜ acá,
 
Derrama su luz por nosotros ya;
 
Sobre nuestras cabezas su ͜ enseña de ͜ amor
 
Tremola ͜ y nos guarda de daño ͜ en redor.
3
“De vida ͜ el pan” nuestro, Jesús, cual Pastor,
 
Nos da cada día “maná” de sabor;
 
Ya mora ͜ en nosotros cual gran manantial,
 
Aquel Santo ͜ Espíritu ͜ en fuerza cabal.
 
Nos basta, ͜ ¡oh Jesús!, que nos das solaz,
 
Tu gracia ͜ a gustar, nos llenas de paz;
 
De ͜ inexhaustas riquezas de tu dulce ͜ amor
 
Nos colmas, de gozo ͜ arrobados, Señor.
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