Eventos futuros (en la tierra)

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•  Una vez que el Espíritu haya sido tomado en la venida del Señor (el rapto), la corrupción y la violencia crecerán en forma acelerada.1 En el presente, el Espíritu de Dios está sobre la tierra refrenando las pasiones del hombre, pero luego la moral será dejada de lado en un grado asombroso. La vida en la tierra moralmente se parecerá a los días de Noé y Lot (Lc. 17:26-29). “La iniquidad abundará” (2 Ts. 2:6-7; Mt. 24:12).
El resurgimiento del imperio romano
•  Luego de que la verdadera Iglesia haya sido llamada al cielo, el sistema católico romano aparentemente reunirá consigo muchos sectores del cristianismo (conocidos como sus hijos; Ap. 2:23) en un sistema religiosa corrupto llamado “la gran ramera — la misteriosa Babilonia.” Esta es la falsa iglesia (Ap. 17:1-2).
•  Así como en el pasado la Iglesia romana buscó influenciar el sistema gubernamental, entrará nuevamente en la arena política en una campaña para unir las naciones de Europa occidental, y tal vez alguna de América del Norte.2 Países tales como Italia, Inglaterra, Francia, España, y otros que han tenido la luz y los privilegios del cristianismo (el evangelio), siendo cristianos nominales solamente, serán involucrados en su coalición. El poder de Roma, el dinero y la influencia, ayudarán a unir a estas naciones en una confederación de diez países llamada “la Bestia” (Ap. 6:1-2; 1º sello).
•  La formación de esta confederación occidental de naciones constituye el resurgimiento del antiguo imperio romano predicho en las Escrituras. Se puede referir también como Babilonia o la Bestia (aspecto político; Ap. 13:3; Dn. 2:41-43; 7:7-8,19-27).
•  La falsa iglesia de Roma (el sistema religioso) controlará el revivido imperio (el sistema político) por un tiempo. Esto es a lo que se refiere como la mujer (“la gran ramera”) cabalgando la Bestia (Ap. 17:1-13).
•  La ciudad de Roma será la capital del reciente revivido imperio. Allí estará el trono imperial (Ap. 17:9-13).
•  Al mismo tiempo los judíos (las dos tribus Judá y Benjamín) retornarán en masa a la tierra de Israel desde todas las partes del mundo3 (Gn. 31:3*; Is. 18).
•  Una potencia marítima (probablemente el revivido imperio romano) asistirá a los judíos en su propósito de retornar a la tierra de Israel. Este poder marítimo efectuará el retorno nacional de los judíos (las dos tribus). Aproximadamente doce o trece millones de judíos retornarán desde todas las partes de la tierra por razones políticas, comerciales, religiosas y culturales. Unos tres o cuatro millones de judíos ya han retornado a su tierra, pero en aquel día el resto de los judíos lo harán (Is. 18; Sal. 73:10).
•  La masa de judíos retornará en incredulidad, sin tener una fe real en Dios. Ellos apostatarán de su conocimiento de Dios y de las Escrituras (Sal. 73:8-12; 1:4-6; Is. 17:10).
•  Un remanente temeroso de Dios de entre la masa de judíos que retornan, será distinguido y separado de los apóstatas. Ellos temerán a Dios y temblarán ante Su Palabra (Sal. 1:1-3; Is. 17:6-7; 66:2; Mal. 3:16-18).
•  La esperanza del remanente fiel será la venida de su largamente esperado Mesías para establecer el reino, de acuerdo a las Escrituras del Antiguo Testamento (Sal. 2).
•  Algunos de entre el remanente fiel llamados los “Maschini” (los sabios o los instruidos — ver nota al pie de Dn. 11:33 JND) instruirán a los otros en el camino del Señor. De esto resultará un testimonio para Dios alrededor de Jerusalén (Dn. 12:3,10).
•  El evangelio del reino será predicado. Este evangelio anuncia la venida del Rey y Mesías de Israel para establecer el reino prometido en el Antiguo Testamento. Los judíos serán principalmente quienes prediquen este evangelio al principio, pero más tarde, gentiles convertidos también lo predicarán. Para el tiempo en que termine la tribulación habrá sido predicado en todo el mundo. Aquellos que no hayan voluntaria e inteligentemente rechazado el evangelio de la gracia de Dios, predicado en la era cristiana, tendrán oportunidad de creer en este evangelio. Una gran multitud de judíos y gentiles lo creerán, y serán bendecidos sobre la tierra cuando Cristo establezca Su reino (Mt. 24:14; Sal. 96; Ap. 7).
La septuagésima semana de Daniel
•  La masa de judíos (los muchos; Dn. 9:27) entrarán en un pacto con el revivido imperio romano para proveerse, lo que ellos piensan que será, de protección contra las naciones árabes que los rodean y las presiones políticas de Oriente Medio. Ellos confiarán en el poderío militar de Roma (la Bestia) en vez de en el Señor (Dn. 9:27; Is. 28:14-19; Is. 8:9; 1 Ts. 5:3; Sal. 20:7).
•  El remanente fiel de los judíos será aconsejado (probablemente por voz de profeta entre ellos) de no tener nada que ver con este pacto, sino de santificar al Señor de los Ejércitos en sus corazones y apoyarse solo en El (Is. 8:11-13; Sal. 20:7).
•  La firma de “este pacto con la muerte” y “acuerdo con el infierno” entre los judíos y la Bestia Romana, principia “la semana” de profecía que de las setenta semanas de Daniel, aún resta que se cumpla4 (Is. 28:15). Esta semana se corresponde con un período de siete años (una semana de años).
•  Habrá luego un tiempo de tribulación por siete años que vendrá sobre todo el mundo (Ap. 3:10), pero especialmente sobre los judíos (Jer. 30:7). Durante este período, Dios tratará con la nación de Israel para traer a aquellos que son fieles de entre ellos (los que tienen fe), hacia las bendiciones del reino. El usará los dolores de la tribulación para producir arrepentimiento en aquellos judíos a los cuales preparará para recibir al Mesías (el Señor Jesucristo) cuando venga.
El comienzo de los dolores
•  Los primeros tres años y medio de esta semana profética son conocidos como el comienzo de los dolores (Mt. 24:8).
•  Los judíos que retornen a su hogar, traerán consigo toda la riqueza que han reunido a través de su éxito comercial. La tierra de Israel estará llena de oro, plata y tesoros (Gn. 31:17-18*; Is. 2:7-8; Sal. 73:3-12).
•  Los judíos apóstatas tendrán un templo en la tierra de Israel. Ofrecerán sacrificios, observarán las fiestas y el sabbath de una manera tradicional solamente (Mt. 24:15; 2 Ts. 2:4; Sal. 42:4; Dn. 9:27; 12:11; Is. 1:10-15; Sal. 1-41 — 1º libro de Salmos5).
•  La masa de judíos apóstatas pasará a través de las acciones de adoración sin ningún pensamiento hacia Dios. “Él que sacrifique un cordero será como si cortara el cuello de un perro.” Sus acciones delante del Señor serán una abominación (Is. 1:10-15; 66:3-4).
Juicios providenciales
•  Los primeros tratos del Señor con la tierra en el período de tribulación, serán de carácter providencial (ejemplo, terremotos, hambruna, pestilencias, etc.). Estos tratos son llamados los juicios de los sellos (Ap. 6:1-17; Mt. 24:6-7).
•  No mucho después de que los judíos hayan retornado a su tierra, las condiciónes de Oriente Medio, Europa occidental y probablemente América (conocida como la tierra profética), se tornarán conflictivas. Los conflictos crecerán en cada aspecto de la vida. La violencia y el derramamiento de sangre abundarán; la paz civil desaparecerá de la tierra (Ap. 6:3-4; 2º sello).
•  Guerras y rumores de guerra abundarán (Mt. 24:6-7).
•  Mientras las cosas progresan durante los primeros tres y medio años de tribulación, la agricultura comenzará a fallar y una gran hambruna sobrevendrá. El llanto y el dolor se multiplicarán (Ap. 6:5-6; 3º sello; Mt. 24:7).
•  La clase rica alta (“el vino y el aceite”) no será afectada inicialmente por la escasez. Muchos de ellos serán judíos que han amasado grandes riquezas para sí mismos. Sin embargo, la clase trabajadora sufrirá severamente (Ap. 6:6).
•  Pestilencias (enfermedades) se derramarán sobre Europa occidental (la cuarta parte de la tierra). La muerte sobrevendrá por estas pestilencias (Ap. 6:7-8; 4º sello; Mt. 24:7).
•  Mientras la escena en la tierra continúa oscureciéndose, el sistema religioso corrupto de Roma, con su gobierno totalitario sobre las nuevas naciones unidas de Europa occidental, comenzará a martirizar a los testigos judíos que han estado predicando el evangelio del reino. Roma verá a estos testigos como revolucionarios que estarán tratando de socavar su control sobre el imperio, propagando doctrinas de otro gobierno o poder que pretende derrocarlo. (Como lo mencionamos anteriormente, el evangelio del reino que estos testigos predicarán, son las noticias de la venida del Mesías de Israel para subyugar todo dominio, poder y nación, y establecer Su trono de gobierno universal en Sión — Jerusalén, desde donde gobernará sobre el mundo.) Como resultado de la ira de Roma, muchos de estos testigos judíos serán muertos por causa de la Palabra de Dios y el testimonio que sostendrán (Ap. 6:9-11; 5º sello; Mt. 24:9; 1 R. 19:1-3*).
Satanás será arrojado a la tierra
•  En la mitad de la semana número setenta de Daniel habrá una guerra en los cielos: Él arcángel Miguel y sus ángeles vencerán a Satanás y sus ángeles, arrojándolos fuera del cielo, sobre la tierra (Ap. 12:7-12).
•  Los cielos se regocijarán cuando Satanás sea echado fuera. Estarán limpios de la presencia del mal. Desde este momento en adelante la esfera de operación de Satanás estará restringida a la tierra (Ap. 12:12; comp. Job 15:15; Ef. 2:2; 6:12).
•  Al estar fuera del cielo, Satanás concentrará su energía en un intento de llevar al mundo tras sí mismo y alejarlo de Dios. El primero, causará una gran convulsión en la parte occidental de la tierra. Entrará en la arena política, causando un levantamiento político general. Habrá un colapso de todo el orden de la autoridad civil y gubernamental de occidente. El gobierno bajo el liderazgo de la gran ramera (la falsa iglesia) se volverá caótico. Esto resultará en desorden y anarquía (Ap. 6:12-17; 6º sello).
•  Esto producirá terror en los habitantes de la tierra mientras vean cómo se quiebra el sistema establecido; por ejemplo, los gobiernos, las oficinas de gobierno, los negocios, las organizaciones, etc. Habrá “angustia en las naciones con perplejidad,” y el corazón de los hombres desfallecerá con temor mientras sienten los rugidos del juicio por venir (Ap. 6:15-17; Lc. 21:25-26).
La mitad de la semana
•  La mitad de la semana setenta de Daniel marca un tiempo muy significativo en el esquema de los eventos proféticos. Es desde este punto que muchos de los cálculos proféticos están basados. La última mitad de la semana se refiere a 1260 días o 42 meses o tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo (Dn. 7:25; Ap. 11:3; 12:6,14; 13:5). Las extensiones adicionales a este período también son calculadas desde la mitad de la semana (Dn. 12:11-12).
El cuerno pequeño
•  Al necesitar agentes para cumplir con sus fines, Satanás traerá a un hombre para ponerlo frente al confuso estado de cosas que ha creado en occidente. Este hombre es “el cuerno pequeño” (Dn. 7:8,20,24-25). El también es llamado “la Bestia” (la persona; Ap. 13:1-8; 17:10-18; 19:20), y el “Rey de Babilonia” (Is. 14:4*). Este hombre probablemente será un gentil ya que esta Bestia sale del mar (Ap. 13:1; 17:15 — el estado inquieto de los pueblos gentiles), y estará por encima de los diez cuernos que son las naciones gentiles de Europa occidental (Dn. 7:8,20,24-25).
•  Satanás dotará a este hombre (“el cuerno pequeño”) con un extraordinario poder. Estará totalmente dedicado a cumplir el mandato de Satanás (Ap. 13:4).
•  “El cuerno pequeño,” con la ayuda del poder de Satanás, tomará rápidamente el gobierno del revivido imperio romano, el cual habrá caído en un estado de anarquía. El, como un dictador, será su nuevo líder; y parece que ganará control sobre el imperio a través de la intimidación. Luego de subyugar tres de los diez cuernos (las diez naciones), las otras se someterán a él entregándole su poder (Dn. 7:8,20,24-25; Ap. 17:13,17).
•  Satanás también controlará a los otros líderes subalternos (“estrellas”) del imperio (Ap. 12:4).
•  Al mismo tiempo, la Bestia (la confederación) con el cuerno pequeño al frente, derrocará y destruirá a la ramera (la falsa iglesia), el sistema religioso que ha estado controlando el imperio por los primeros tres años y medio. A esto se refiere el libro de Apocalipsis cuando anuncia, “Ha caído Babilonia.” La Babilonia política destruirá el liderazgo religioso del imperio (Ap. 14:8; 17:16).
•  Habiendo destruido el sistema religioso, el imperio tomará una nueva y diferente forma, estando satánicamente controlado6 por el cuerno pequeño. La Bestia continuará en esta forma por 42 meses (o los últimos tres años y medio de la tribulación; Ap. 13:2-8).
•  Todo el mundo se maravillará de la Bestia (la confederación de las diez naciones) en su nueva forma (Ap. 13:3; 17:8).
El anticristo
•  Por este tiempo, otro hombre se levantará en el pueblo de Israel, también ayudado por Satanás (2 Ts. 2:9). El será un israelita, tal vez de la tribu de Dan (Dn. 11:37; Gn. 49:16-17; nótese que la tribu de Dan es también omitida en Ap. 7). Trabajará conjuntamente con la primera Bestia, el cuerno pequeño, y será como su primer ministro: “este hombre es el anticristo” (1 Jn. 2:18), también conocido como “el Rey” (Dn. 11:36; Is. 8:21; 30:33; 57:9), “el hombre de pecado” (2 Ts. 2:3), “el hijo de perdición” (2 Ts. 2:3), “el inicuo o el hombre sin ley” (2 Ts. 2:8 JND), “la estrella que cayó” (Ap. 9:1), “la segunda Bestia” (Ap. 13:11-18), “el falso profeta” (Ap. 16:13; 19:20; 20:10), “el pastor insensato e idólatra” (Zac. 11:15-17; Sal. 14:1; Sal. 53:1), “el sangriento y engañoso hombre” (Sal. 5:6), “el profano e inicuo príncipe de Israel” (Ez. 21:25) y “el príncipe de Tiro” (Ez. 28:2). El Salmo 10 presenta una descripción moral de este hombre.7
•  El hombre de pecado (anticristo) se presentará ante los judíos como su Mesías, y ellos como nación lo recibirán sin ninguna credencial, y le harán su rey. El reinará sobre los judíos en la tierra de Israel (Jn. 5:43; Dn. 11:36-39; 2 S. 15:2-6,11*).
•  El anticristo establecerá su trono de gobierno en Jerusalén, y promoverá a sus partisanos y devotos a posiciones de poder en la tierra de Israel. Jerusalén será completamente rendida a la impiedad (Is. 1:21-23; Dn. 11:39; Is. 28:14; 1 S. 22:7-8*).
•  La descripción moral de los judíos apóstatas que seguirán al anticristo, puede ser vista en las siguientes escrituras: Sal. 14; Sal. 35-36; Sal. 73:3-12; Is. 58-59.
El pacto roto
•  La Bestia, con la ayuda de anticristo, romperá entonces el pacto que el imperio ha hecho con los judíos. Abolirán todas las actividades religiosas en su dominio (la parte occidental de la tierra incluida la tierra de Israel), causando que la falsa adoración en el judaísmo y cristianismo corrupto termine. Harán esto para dar lugar a su plan de forzar a que en todo su reino se adore a la Bestia y su imagen (Dn. 9:27; Ap. 17:16; Sal. 55:20).
La abominación de la desolación
•  Una imagen idólatra de la Bestia será puesta en el templo de Jerusalén por el anticristo. Esta es “la abominación de la desolación.” Emitirá entonces un mandamiento a través del imperio para que todos adoren la imagen. Los judíos en Israel y toda Europa occidental serán forzados a la idolatría. Esto podría incluir América también. Los que estarán bajo esta observancia forzosa son los habitantes de la tierra del cristianismo apóstata. Estos habitantes de la tierra (mencionados diez veces en el libro de Apocalipsis — cap. 3:10; 6:10; 8:13; 11:10; 13:8,12,14; 14:6; 17:2,8) son una clase especial de personas que han escuchado el evangelio de la gracia de Dios, predicado en esta presente era cristiana, y lo han rechazado (Dn. 3:1-7*; 9:27; 12:11; Mt. 24:15; Ap. 13:12-15; 2 R. 16:10-18*).
•  Dios también enviará un gran engaño para engañar a los habitantes de toda la tierra, ya que ellos han rechazado el llamado de Dios a través del evangelio; por lo tanto les será dado creer en las artimañas del anticristo. A través de señales y milagros mentirosos, él engañará a la masa apóstata de personas culpables (los habitantes de la tierra) del cristianismo e Israel. Ellos creerán su mentira y adorarán a la Bestia y su imagen, sellando así su perdición (Ap. 13:11-15; 2 Ts. 2:9-12).
•  Además de esto, el anticristo intentará que todos en occidente y en Israel reciban la marca de la Bestia, ya sea en su frente o en su mano derecha. Sin esta marca la gente no podrá comprar o vender cosas (Ap. 13:16-18).
•  El remanente fiel de los judíos y algunos gentiles que hayan creído en el evangelio del reino, rechazarán, por motivos de conciencia, adorar la imagen de la Bestia y recibir su marca. Esto llevará al aborrecimiento más agrio de la Bestia y el anticristo, los que desatarán contra aquellos que han rechazado su sistema de control, la más terrible persecución que el mundo haya conocido. Ellos harán la guerra contra los santos en la tierra profética y vencerán a muchos de ellos y las llevarán al martirio (Ap. 12:6; 13:17; 13:7,13; Dn. 3:1-25*; 7:21; Mt. 10:16-23; 24:21-22; Mr. 13:19; Mi. 7:2).
La gran tribulación
•  Esta terrible persecución causada por la Bestia y el anticristo precipita la gran tribulación, la cual continuará por 1260 días (18 días más corta que los últimos 3½ años8— 3½ años son 1278 días). También es llamado el “tiempo de angustia” (Mt. 24:21-22; Jer. 30:7; Dn. 12:1; Ap. 12:6; Stg. 5:17; Ap. 8; 11:18; 7º sello).
•  La Bestia con el anticristo tomarán entonces total control de la tierra de Israel. La mantendrán por los últimos 3½ años dentro de su imperio. Todo en la tierra estará bajo su dominio9 (Ap. 11:2; Lc. 21:24; Ex. 3-12*).
•  Como todo el conocimiento de Dios será abolido en el reino de la Bestia y del anticristo, habrá hambre por la Palabra de Dios. La gente buscará la Palabra del Señor y no la encontrará (Am. 8:11-12).
•  La persecución durante la gran tribulación será tan severa, que las personas dudarán de decir sus pensamientos a sus esposos o miembros de sus familias, por miedo de ser entregadas a las autoridades. No se confiará ni en un amigo muy íntimo (Jer. 9:4-5; Mi. 7:2,5-6; Mt. 10:21-23).
•  A causa de la impiedad que la idolatría que el anticristo traerá sobre la ciudad de Jerusalén y de la persecución que crecerá, el remanente fiel será forzado a escapar a las montañas, a las cuevas y a las guaridas de la tierra, por su seguridad. Serán perseguidos más allá de toda medida (Is. 66:5; Sal. 42-72 — 2º libro de Salmos; Mt. 24:16-21; 1 S. 19-27*; 2 S. 15:13-17,29*; Jer. 36:26*; Ap. 12:6; 14:15).
•  Algunos judíos del remanente fiel escaparan a las montañas de Judea para refugiarse (Mt. 24:16).
•  Algunos de este remanente escaparán hacia el este, hacia la tierra de Moab (hoy Jordania; Is. 16:3-4; 1 S. 22:34; Sal. 44:11; Sal. 61:2).
•  Otros irán hacia el norte, hacia el monte Hermón ubicado en el Líbano (Sal. 42:6).
•  Otros del remanente irán hacia varias ciudades de Israel predicando el evangelio del reino10 (Mt. 10:23).
•  Aunque la mayor parte del remanente escapará, algunos aparentemente se quedarán en Jerusalén. Dios los usará para mantener allí un testimonio adecuado de Sí mismo (representado por los “dos testigos”) ante la misma idolatría. Ellos serán milagrosamente protegidos por Dios durante todo el tiempo de su testimonio (1260 días; Ap. 11:3-13).
•  Aunque muchos del remanente fiel de los judíos serán divinamente protegidos, algunos de ellos sufrirán el martirio11 (Sal. 12; Jn. 16:2; Ap. 3:7; Dn. 7:21; Is. 57:1-2; Mi. 7:2).
•  Aparentemente no lloverá en la tierra de Israel durante la gran tribulación (los últimos 3½ años; Ap. 11:6; 1 R. 17:1*; Stg. 5:17; Dt. 11:16-17).
El colapso de la economía occidental
•  A medida que progrese la gran tribulación, se terminará la prosperidad que el mundo occidental12 ha conocido. Los ricos que no fueron afectados por la escasez durante los primeros 3½ años, experimentarán ahora las condiciónes de hambre, que se habrán esparcido a través del mundo occidental (Ap. 8:7; 1ª trompeta).
•  Por este tiempo, un gran poder político en el occidente (una “gran montaña” en la Biblia es emblemático de un poder gubernamental establecido durante mucho tiempo; Jer. 51:25; etc.) abandonará su profesado conocimiento de Dios. Este, tal vez, podrían ser U.S.A. o algún otro gobierno líder de occidente. Como resultado de esto, muchos serán llevados a la apostasía (Ap. 8:8; 2ª trompeta).
•  También en este tiempo toda la economía del mundo occidental colapsará. El comercio será destruido (Ap. 8:9; “las naves fueron destruidas”).
•  Luego una gran personalidad (una gran estrella llamada ajenjo) en una alta posición de influencia, caerá llevando las masas del occidente a la apostasía. La apostasía es el abandono del conocimiento de Dios profesado. No se sabe quién será esta persona (Ap. 8:10-11; 3ª trompeta).
•  Luego de esto, muchos otros líderes influyentes del occidente caerán, llevando todas las personas restantes a la apostasía y a la adoración de la Bestia. Como resultado de esto, una oscuridad moral y espiritual inundará todo el mundo (Ap. 8:12; 4ª trompeta).
•  El anticristo (“la estrella que cae”), el falso Mesías de los judíos, se presentará en todo su carácter satánico. El liberará un engaño satánico entenebrecedor que vendrá del abismo, sobre los judíos inicuos apóstatas que lo han elegido para su propia confusión. Su misión en este tiempo, será llevar totalmente a la apostasía a cualquier remanente de los judíos en la tierra. El tormento de una conciencia culpable (la picadura de un escorpión) será la aflicción de todos aquellos a quienes engañe (Ap. 9:1-12; 5ª trompeta).
•  El anticristo se exaltará y se magnificará a sí mismo por encima de todo lo que sea de Dios. Se sentará en el templo mostrándose como si fuera Dios, haciéndose un objeto de adoración (Dn. 11:36; 2 Ts. 2:3-4).
•  La abierta idolatría, la adoración de la Bestia (Dn. 6:7; Ap. 13:4) y del anticristo (2 Ts. 2:3-4), serán practicadas. Las una vez iluminadas tierras de la cristiandad e Israel, se entregarán a la adoración demoníaca. El estado final de los judíos enrolados en esta adoración idólatra, será siete veces peor que cuando ellos abrazaron la idolatría en los tiempos de los reyes del Antiguo Testamento (Mt. 12:43-45; Dn. 6:7*).
•  Falsos cristos y falsos profetas se levantarán en la tierra de Israel, mostrando señales y maravillas que desviarán a algunos (Mt. 24:23-26).
Las siete plagas finales
•  En este tiempo Dios derramará sobre la tierra las siete plagas finales (copas o tazones). Estos juicios tienen un alcance mayor que los juicios de las trompetas (Ap. 8-9), que están confinados al mundo occidental. Los juicios de las copas serán más particularmente sobre los paganos de las naciones distantes, pero no exclusivamente sobre ellos.13 Parece que estas postreras plagas endurecerán a los hombres que han rechazado a Dios, y los preparará para ser agentes obedientes del reclutamiento de Satanás en el holocausto por venir (Ap. 15-16; Sal. 79:6,12).
•  Cualquier seguidor individual de la Bestia en las naciones distantes más allá de la tierra occidental, que haya recibido voluntariamente su marca y adorado su imagen, será profundamente afectado por una dolorosa llaga. Esta será la terrible aflicción de una conciencia culpable. La miseria y el temor que desgasta la mente, será el resultado de este castigo (Ap. 16:2; 1ª copa).
•  Aquellos en las naciones distantes que no hayan creído en el evangelio del reino (Mt. 24:14), apostatarán de la luz que hayan tenido de Dios. Tal vez este será un intento de escapar de los tormentos de sus conciencias culpables (Ap. 16:3; 2ª copa).
•  El gozo natural y el bienestar de la vida serán quitados de aquellos que están en las naciones distantes. Esta será la retribución de Dios por perseguir a Sus santos que han ido por el mundo predicando el evangelio del reino (Mt. 24:14). Les será hecho tomar de la amargura de su propia apostasía. La vida en estas regiones estará signada por la miseria y la frustración (Ap. 16:4-7; 3ª copa).
•  Una gran autoridad de gobierno (bajo el signo del sol) en las naciones distantes, se transformará en la causa de una espantosa opresión sobre los hombres. Este, tal vez, es el trabajo de algunas tácticas gubernamentales en la mano Gog (Rusia), estrechando su puño sobre sus súbditos. Los hombres se endurecerán aun más como resultado de esto (Ap. 16:8-9; 4ª copa).
•  La oscuridad moral y espiritual se esparcirá sobre los súbditos del reino de la Bestia. Esto probablemente se refiere a un horrible sentimiento del abandono de Dios que vendrá sobre ellos. También se endurecerán totalmente contra Dios (Ap. 16:10-11; 5ª copa).
•  Con los hombres y las mujeres de las naciones distantes (4ª copa) y del mundo occidental (5ª copa) totalmente endurecidos contra Dios, el escenario estará preparado para que los hombres sean usados como instrumento de Satanás en la guerra por venir donde él los dirigirá en una batalla contra su propio Hacedor (Ap. 16:13-14; 19:19).
•  Aunque las masas en occidente y en las naciones distantes se endurecerán a sí mismas contra Dios, habrá una gran multitud de personas que se volverán a Dios y creerán en el evangelio del reino (Ap. 7:9-17). Este evangelio será predicado como una última llamada a Israel (Sal. 95) y a las naciones gentiles (Sal. 96), antes de que el Señor aparezca desde el cielo para el juicio (Sal. 97).
•  A medida que la tribulación se dirija hacia su final, los dos testigos, que mantendrán un testimonio de Dios en Jerusalén en el medio de la apostasía, serán muertos por la Bestia. Sus cuerpos yacerán en las calles de la ciudad de Jerusalén por 3½ días. Esto es literal (Ap. 11:7). Pero “el triunfo de los malos es corto” (Job 20:5). Los dos testigos, luego de yacer en las calles de Jerusalén por 3½ días, serán resucitados y llamados arriba al cielo. Como resultado de esto, un temor muy grande caerá sobre todos (Ap. 11:11-12).
•  En este tiempo tomará lugar el cumplimiento de la primera resurrección. Todos aquellos que hayan creído en el evangelio del reino predicado durante los siete años de tribulación, y hayan muerto por el martirio,14 serán levantados para unirse con los santos celestiales. Habrá dos clases de santos martirizados que se levantarán: aquellos que hayan sido muertos bajo el reino de la falsa iglesia (la gran ramera) en los primeros 3½ años (Ap. 6:9-11), y aquellos muertos bajo el reinado de la Bestia y el anticristo en los últimos 3½ años (Ap. 15:24). Ambos compartirán las bendiciones celestiales, y más, vivirán y reinaran con Cristo sobre la tierra cuando Él establezca Su reino sobre ella (Ap. 14:13; 20:4-5).
 
1. Los creyentes son vistos como la sal y la luz de la tierra. Cuando la sal (usada como un preservativo antes de los tiempos de la refrigeración) es removida, la corrupción se instala; cuando la luz se va, la oscuridad inunda todo (Mt. 5:13-16).
2. Muchos se han preguntado cómo América encaja en la profecía. Daniel 2:43 muestra que el imperio romano, cuya raíces están en Europa occidental, se mezclará con la “semilla de los hombres.” Esto aparentemente se refiere a la inmigración de gente desde Europa occidental hacia Norte, Centro y Sudamérica. Las Américas han sido largamente pobladas (al menos originalmente) por europeos. Canadá tiene población británica y francesa. U.S.A. tiene población británica y mixtura de otras nacionalidades europeas. México y otras naciones de América Central son mayormente españolas. Las naciones de Sudamérica son también en su mayoría españolas, salvo Brasil que es mayoritariamente portuguesa. Todas estas nacionalidades son originalmente europeas. Esta es la razón por la que muchos estudiantes de profecía creen que América tendrá parte en este revivido imperio romano. En qué magnitud, no lo sabemos.
3. Una ilustración podría ayudarnos a entender la condición de los judíos cuando ellos hayan retornado a la tierra de Israel. Suponga que un niño por algún mal acto es disciplinado por su padre, y enviado desde la sala de estar (donde está la familia) a su habitación. Bajo esta disciplina del padre, el niño permanece allí por un tiempo y luego se le permite regresar, pero para lamento de sus padres no hay ningún reconocimiento de su mal proceder o aflicción por lo que ha hecho. En vez de esto, él continúa jugando con sus juguetes como si nada hubiese sucedido, tratando de disfrutar a su familia como en otros momentos. Los judíos son en algo parecido a este niño. Por haber rechazado y crucificado a Cristo, Dios los ha puesto temporalmente de lado como nación durante la presente dispensación (Ro. 11). Durante este tiempo, Él está enviando el evangelio de Su gracia a los gentiles para sacar de entre ellos pueblo para Su nombre (Hch. 15:14). Por la soberanía de Dios, ellos han sido dispersos entre las naciones de la tierra, y hechos incapaces de disfrutar (al menos hasta hace poco) de la tierra prometida. Cuando los judíos retornen en masa en la primera parte de la gran tribulación, intentarán continuar con sus sacrificios y ofrendas como en otros tiempos, como si nada hubiese cambiado. Y ello sin reconocer ni arrepentirse de su culpabilidad en la cuestión de la crucifixión de Cristo. Al tener esta controversia con Su pueblo terrenal sobre su culpabilidad acerca de Su Hijo, Dios usará los sufrimientos de la tribulación y la aparición del anticristo, para producir una gran búsqueda en el corazón del remanente fiel. Y cuando Cristo aparezca hacia el final, la luz irrumpirá y ellos verán a Jesús a quien crucificaron, como su Mesías visible. En aquel tiempo ellos tendrán luto y arrepentimiento, y serán restaurados (Zac. 12:10-14; Sal. 51:14). Durante el proceso de la tribulación hasta que el remanente sea llevado al arrepentimiento, ellos no conocerán a Cristo como Salvador, ni entenderán Su obra finalizada en la cruz. Sin embargo, tendrán fe en Jehová y vivirán de acuerdo a la luz que ellos posean.
4. Es de notar que este período de siete años de profecía no comienza con el rapto de la Iglesia, sino cuando se confirme el pacto. Habrá un período de tiempo corto entre el rapto de la Iglesia y la firma del pacto; tal vez un período de días o semanas. Es claro que el imperio romano no puede hacer un pacto con los judíos antes de entrar en existencia. Es necesario que primero sea revivido el imperio romano (Dn. 9:27; Is. 28:14-19).
5. Ver J. N. Darby, Notas y Apuntes, pág. 132; J. N. Darby, Escritos Compilados, Vol. 30, pág. 126; Notas y Comentarios, Vol. 3, pág. 65; Verdad Cristiana, Vol. 7, pág. 104.
6. Previamente, la Bestia (la confederación de las diez naciones) fue vista saliendo del mar (Ap. 13:1), pero ahora se la ve como saliendo del abismo insondable (Ap. 17:8), lo cual implica control satánico.
7. El anticristo es visto también típicamente en los siguientes personajes: Abimelec (Jue. 9), Saúl (1 S. 8:31), Absalón (2 S. 15-19), Acab (1 R. 16-18), Acaz (2 R. 16), Sebna (Is. 22), Sedequías (Jer. 39,52), Amán (Est. 3-7), Herodes (Mt. 2), y el asalariado (Jn. 10:10-13).
8. Ver W. Scott, Exposición de Apocalipsis, pág. 230; C. E. Lunden, Mapa de los Tiempos, pág. 11.
9. La Babilonia de la antigüedad tuvo a los judíos en cautividad largo tiempo atrás, y estarán cautivos una vez más en Babilonia (las potencias occidentales) por causa de la Bestia y el anticristo; y necesitarán otra vez ser liberados. En la antigüedad, la liberación para los judíos vino de parte de Ciro, Rey de Persia, llamado el ungido del Señor, quien derrotó a los Babilonios (Is. 45-48:20). Ciro es un tipo del Señor Jesucristo, quien aparecerá al fin de los siete años de tribulación para destruir a la Bestia y al anticristo, liberando así al remanente judío. Luego de que Ciro liberara a los judíos, dio un mandamiento para la reconstrucción del templo en Jerusalén, y para que continuase allí la adoración a Dios (Esdras 1:1-11; Is. 45:13); es lo que el Señor hará también en el día venidero (Ez. 40-48).
10. Ellos, para predicar, no tendrán necesariamente que esperar hasta que se levante el anticristo. Lo pueden estar haciendo durante la primera mitad de la semana también. Esto es un aspecto del testimonio y del trabajo del remanente fiel.
11. Habrá dos clases de santos que creerán el evangelio del reino durante los siete años de tribulación: La porción preservada (Ap. 7:1-17; 14:15), que atravesará la gran tribulación, y entrará y gozará de la bendición del milenio sobre la tierra. La otra es la porción martirizada que incluirá a todos aquellos que morirán en los primeros 3½ años bajo el gobierno de la mujer — la falsa iglesia (Ap. 6:9-11), y aquellos que morirán en los posteriores 3½ años bajo la persecución de la Bestia y el anticristo (Ap. 15:24). Luego, los mártires son resucitados y se los ve reinando con Cristo en los cielos (Ap. 20:4).
12. La frase “la tercera parte,” que aparece doce veces en Apocalipsis 8 conectada con la trompeta del juicio, se refiere a un área restringida de la tierra. Esto es la tierra romana o el mundo occidental, que es la esfera donde la Bestia y el anticristo ejercitan su autoridad — Israel, Europa occidental y tal vez América.
13. Note que estas copas o tazones son derramados sobre la tierra, los hombres, el mar, los ríos, el sol, etc.; no sobre la tercer parte de la tierra, la tercer parte de los hombres, etc., como en el juicio de las trompetas. Esto demuestra que este juicio es mucho más amplio y que no está restringido a la tierra romana occidental.
14. Aparentemente ningún creyente durante los siete años de tribulación morirá por causas naturales. Ver Ap. 20:4; W. Scott, Revelación de Jesucristo, pág. 304.