Gobierno De Dios

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Este término no es encontrado en la Escritura, pero la verdad que el transmite ciertamente lo es. Es utilizado por maestros bíblicos para indicar los tratos providenciales de Dios con los hombres, ya sea positiva o negativamente, como consecuencia de la manera en que viven sus vidas. Esto acontece tanto en las vidas de aquellos que son salvos como en las de aquellos que están perdidos. Gálatas 6:7-8 da el principio general de cómo el gobierno de Dios funciona. Dice: “No os engañéis: Dios no puede ser burlado: que todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.” Esto nos demuestra que hay consecuencias para nuestras acciones, tanto para bien como para mal—aunque no sintamos los resultados inmediatamente.
Como hemos mencionado, existen dos lados del gobierno de Dios—lo positivo y lo negativo—en relación con lo que experimentamos en nuestras vidas. Éstos podrían ser llamados:
•  Juicio gubernamental.
•  Bendición gubernamental.
Puesto que “toda potestad” le ha sido dada al Señor “en el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18), Él puede hacer que cosas buenas, así como permitir que cosas malas, ocurran en la vida de los hombres de acuerdo con sus obras. Él puede “cercar” el camino del transgresor con juicios gubernamentales en forma de dificultades, problemas, dolores, enfermedades, etcétera, a fin de detener su curso rebelde y producir arrepentimiento (Oseas 2:6-7). El apóstol Pedro advirtió que, si somos descuidados y andamos en impiedad, provocaremos la acción de Dios el “Padre” en nuestras vidas en un sentido judicial. Él, “sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno” (1 Pedro 1:16-17). Véase también 1 Corintios 11:29-32; 1 Pedro 3:12 segunda parte; Santiago 5:20 segunda parte; 1 Juan 5:16 segunda parte. Dios también puede usar Su poder para ordenar circunstancias felices y bendecidas en la vida de los hombres que hacen el bien y, por lo tanto, “poseer bendición en herencia” en su vida (prácticamente) y “ver días buenos” (1 Pedro 3:9-12 primera parte; Efesios 6:1-3). El libro de los Proverbios enfatiza los caminos de Dios en el gobierno sobre los hombres, ya sea para bien o para mal—dependiendo de las acciones de la persona. Es un tema fundamental que recorre todo el libro.
Es interesante notar que la extensión de las relaciones gubernamentales de Dios con los hombres en el juicio se refiere sólo a su tiempo en este mundo y no afecta su destino eterno. Sin embargo, las acciones gubernamentales de Dios referentes a la bendición en conexión con los creyentes pueden ser disfrutadas ahora en esta vida, y en muchos casos también serán llevadas a la eternidad (Gálatas 6:8). Tal es la bondad de Dios.
Por otra parte, si traemos sobre nosotros el juicio gubernamental de Dios, habrá también el perdón gubernamental de Dios (Mateo 18:26-27; Lucas 7:48; Juan 5:14; Santiago 5:15; Salmo 103:10-11). Esto tiene que ver con Dios retirando Su juicio gubernamental, bajo cualquier forma que hayamos sentido ese juicio, por habernos arrepentido. El Señor puede escoger dejar que continuemos sintiendo los efectos de Su juicio gubernamental, aun cuando ha habido un arrepentimiento real, porque Él conoce las tendencias de nuestros corazones, y así nos mantiene en dependencia, con la finalidad de impedir que nos salgamos del camino nuevamente. La comunión será restaurada, pero podemos continuar sintiendo los efectos de nuestras acciones (2 Samuel 12:1010Now therefore the sword shall never depart from thine house; because thou hast despised me, and hast taken the wife of Uriah the Hittite to be thy wife. (2 Samuel 12:10)). Sea cual fuere el caso, Dios no comete errores en lo que Él hace con nosotros, pues Sus caminos son perfectos (Salmo 18:30). (Véase Perdón Gubernamental en la sección titulada Perdón).
Muchos cristianos tienen una visión desequilibrada del tema del gobierno de Dios. Ellos ven puramente el lado del juicio, pero esto es estar desbalanceado. Al referirse a alguien que se rebeló contra Dios, ellos podrían decir: “fulano de tal está bajo el gobierno de Dios”—no percibiendo que el gobierno de Dios tiene que ver con Su buena mano de bendición en la vida de una persona también. ¡La verdad es que todos los cristianos están bajo el gobierno de Dios—y debemos estar agradecidos por ello!
Los hombres del mundo llamarían el gobierno de Dios “karma” (un término de la religión “oriental”), pero no son sinónimos. El “karma” considera los caminos de Dios con los hombres desde una perspectiva llena de supersticiones. No tiene en consideración el perdón gubernamental de Dios. Él puede no siempre trabajar negativamente con aquellos que hacen el mal, cuando Él ve arrepentimiento en ellos.