Job

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UN VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
"Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza. "Job 42:6
Este libro presenta a Dios y Su modo de proceder con el hombre para su bien en este mundo de maldad.
Job, un potentado de oriente, era “hombre perfecto y recto, temeroso de Dios, y apartado del mal". Sin embargo sufrió la pérdida de todos los bienes; los enemigos asesinaron a sus criados; murieron todos sus hijos y su propio cuerpo fue sumamente afligido de una sarna maligna de pies a cabeza.
El gran problema de este libro es el gobierno de Dios, como he dicho, no directamente con Israel, sino providencialmente en un mundo de sufrimiento, pecado y muerte, y en donde Satanás, (permitido por Dios), puede demostrar su poder antagónico.
Así Dios, a pesar de la furia del diablo, permitía que Job padeciera todas estas pruebas, para su bien. Él que escudriña al corazón del hombre permite las aflicciones para que el siervo se humille ante Dios.
Los tres amigos de Job no entendían el gobierno de Dios en este caso, excepto Eliú. El problema con Job era, ¿por qué tomaría Dios tanto interés en el hombre, siendo Él tan santo y sabio, y el hombre tan miserable e insignificante? Eliú tipo de Cristo como mediador, resuelve el problema para Job. Véase 36:4,5. Job se humilla al final, véase capítulo 42:5,6. Había visto a Dios; entendió que él no era nada. Tal es la obra de Cristo en cuanto a los suyos.
Como referencia, léase el capítulo 1 de 1 Corintios.
UN PENSAMIENTO PARA LA JUVENTUD
Job 32:6
"Y respondió Eliú hijo de Baraquel buzita, y dijo: Yo soy joven, y vosotros ancianos; por tanto, he tenido miedo, y he temido declararos mi opinión." Elifaz, Bildad y Zofar fueron mayores y hablaron muchas veces tonterías. Varias veces, Job respondió con lo mismo. Eliú esperó hasta el fin y trajo verdadera sabiduría de lo alto. Dios puede dar sabiduría de lo alto a los jóvenes que pasan tiempo en su presencia ocupados en cosas espirituales, pero deben compartirla siempre mostrando respeto hacia los mayores. Hay jóvenes que empiezan pensando que tienen toda la sabiduría; pero terminan lejos del Señor, porque no quieren reconocer que la experiencia de muchos mayores puede valer bastante.