• “La indignación” es un término usado por los profetas para describir un período corto de tiempo, de alrededor de 75 días (2½ meses), al final de los siete años de tribulación (Ro. 9:28; Dn. 12:5-13, desde el día 1260 hasta el día 1335). Durante este tiempo, el Señor ventilará Su indignación contra Israel por Su controversia con él a causa de haberse alejado de Él (Is. 10:5,25; 26:20; Dn. 8:19; 11:36; etc.). Para cumplir con Su indignación contra Israel, empleará como instrumento a las naciones gentiles y Asirias que rodean a Israel, y que profesan un profundo odio hacia éste (Sal. 83:4-5). Luego de que las naciones hayan sido usadas por el Señor para llevara a cabo Su trabajo de humillar a Israel, Él tendrá indignación sobre estas naciones, y las juzgará (Is. 30:27-33; 34:2; 66:14; Jer. 10:10; Nah. 1:6; Hab. 3:12; Sof. 3:8).
• A medida que la presión política aumenta en Medio Oriente, aumentará el odio contra los judíos (especialmente las naciones árabes; Sal. 74:8; 83:25). Estas naciones manifestarán su odio en un ataque total sobre ellos. Este será el principio de la indignación (Is. 10:25; 26:20; Dn. 8:19; 11:36; etc.).
• Ya que varias naciones pelearán por la supremacía mundial y la supervivencia, se formarán coaliciones. Esto se hará porque la fortaleza generalmente está en números. Existen seis diferentes grupos de ejércitos que estarán involucrados en las batallas de la indignación. Ellos son:
1. El Rey del Sur y su confederación (Dn. 11:40; Ez. 30:1-8*). Esta confederación comprenderá a Egipto (el Rey del Sur) y las naciones aliadas del noreste de África (Etiopía, Libia, tal vez Sudán y otras).
2. El Rey del Norte y su confederación árabe (Dn. 11:40; Sal. 83:3-8). Estará formada por Turquía, que es la nación que podría producir el líder de esta confederación. Habrá también naciones árabes del norte y este de Israel (Siria, Irak, el Líbano, Jordania, Arabia y otros) involucradas en esta confederación. Serán pueblos musulmanes.
3. La confederación occidental — el revivido imperio romano llamado la Bestia (Dn. 2:40-45; 7:7-27; Ap. 13:1-3). Esta confederación estará formada por diez naciones de Europa occidental (Italia, Inglaterra, Francia, España y otras, y tal vez aún algunas de América del Norte). Estos países son nominalmente cristianos; es decir cristianos de nombre solamente. Han abrazado exteriormente el cristianismo y han sido partícipes, en cierta forma, de su luz y sus privilegios; pero no tienen fe en el Señor Jesucristo. Se puede referir a este grupo de naciones como la Babilonia política.
4. El Rey de reyes y Su ejército celestial (Ap. 19:11-16). Este es el ejército del Señor Jesucristo, el Rey de reyes. Estará compuesto por todos los santos glorificados que hayan sido tomados en el rapto, y por todos aquellos que hayan tomado parte en la primera resurrección, tanto del Nuevo como del Antiguo Testamento.
5. Gog y su confederación (Ez. 38:17). Esta confederación comprenderá a Rusia y a muchas otras naciones del lejano norte y este de Israel (tal vez Alemania y otras naciones de Europa Oriental). Serán mayormente pueblos ateos.
6. Los ejércitos de Israel (Jer. 51:19-23; Sal. 108:10-13; Mi. 4:13; Zac. 12:6; 14:14). Este ejército comprenderá a todos los hombres redimidos de las doce tribus de Israel.
Armagedón
• La guerra de Armagedón es una serie de batallas que serán peleadas durante la indignación.
• Cerca del final del período de la tribulación, el Rey del Norte (llamado “un rey de fiero semblante”) se levantará entre las naciones musulmanas del norte y este de Israel. El será un experto en ciencias ocultas y otros artificios satánicos. Su origen será probablemente turco o tal vez Sirio (Dn. 8:23-24). Él unirá muchas naciones árabes con un singular propósito: destruir a Israel (Sal. 83:18). El tendrá un enorme ejército de doscientos millones de personas (Ap. 9:16).
La invasión del Rey del Sur
• Las batallas comenzarán cuando el Rey del Sur, Egipto y sus ejércitos aliados, invadan territorio israelí desde el sur (Dn. 11:40; Jer. 46:3-9*).
El ataque del Rey del Norte — el primer ataque de los Asirios (la consumación)
• El secado del río Eufrates señalará al enorme número reunido por el Rey del Norte, a invadir la tierra de Israel desde el norte. Vendrán como un torbellino (también se refiere a esto como el primer ataque de los Asirios). Esta poderosa invasión desolará duramente la tierra de Israel. Comparativamente hablando, antes de la invasión la tierra lucirá como el jardín del Edén, pero luego de que los ejércitos la atraviesen, lucirá como un paraje desolado. Este desbordante azote será levantado por Dios para destruir a la masa de judíos incrédulos, que habrán recibido al anticristo y adorado la imagen de la Bestia (Dn. 11:40-41; Jl. 2:1-11; Is. 5:26-30; 7:17-20; 8:7-8; 10:5-7; 17:9-12; 18:5-6; 28:15; 18:19; Ap. 9:13-21 — 6ª trompeta; 16:12 — 6ª copa; Jn. 10:12* — el lobo viene y atrapa las ovejas; Sal. 80:8-16 — “el puerco montés” que sale de los bosques y destroza a los viñedos).
• Esta devastadora invasión es conocida también como la consumación, que es un término técnico para referirse a la consumación de los juicios ejecutados por el Rey del Norte, a medida que va pasando y arrasando a través de muchos países situados en y alrededor de la tierra prometida de Israel, mientras va camino de Egipto (Is. 10:22-23; nota al pie cap. 28:22 JND; Dn. 9:27).
• El Rey del Norte también tendrá una armada, la cual entrará en este conflicto (Dn. 11:40).
• El falso Mesías de los judíos (el anticristo) escapará en el momento de mayor calamidad. Siendo aliado de la Bestia (el cuerno pequeño), probablemente correrá a Roma por protección, ya que luego es visto con la Bestia cuando el Señor retorna en juicio (Ap. 19:19-20; Zac. 11:17; Is. 22:19; Jn. 10:13*; Jer. 39:4*).
• Los judíos que hayan puesto su confianza en el falso Mesías, se enojarán y lo maldecirán por abandonarlos en tal peligro (Is. 8:20-21).
• Dos tercios de los judíos que se reunieron y se volvieron a la tierra de Israel, serán asesinados (Zac. 13:8). Aproximadamente 12 millones de judíos serán masacrados en un período de pocos días. Hoy hay casi 17 millones de judíos que están creciendo casi un 1% por año, lo cual significa que para el final de la tribulación habrá aproximadamente 18 millones de vuelta en su tierra. Si el Señor no viene por el momento, el número podría ser aún mayor teniendo en cuenta el crecimiento poblacional.
• El remanente fiel de los judíos que escapará por su vida a las montañas, será providencialmente preservado de los ejércitos destructores (Sof. 2:3; Mt. 24:16-21; Sal. 83:3; Jer. 36:26*; 39:10-12*).
• Esta invasión devastadora del Rey del Norte llevará a su final la gran tribulación en la tierra de Israel, en el día 1260 (medido desde la mitad de la semana). Este tiempo será 18 días más corto que el período final de 3½ años (1278 días). Por amor de los elegidos estos días serán acortados (Ap. 12:6; Mt. 24:22).
• El Rey del Norte saqueará el oro y la plata, y los tesoros que los judíos han reunido a través de sus labores comerciales cuando fueron dispersados por la tierra (Is. 2:7-8; 10:6,13-14; Sal. 73:7,12; Ab. 11; Sof. 1:13,18).
La destrucción de Jerusalén
• A medida que los ejércitos aliados del Rey del Norte se aproximen a Jerusalén, el terror golpeará la ciudad. Los judíos mirarán con horror hacia las afueras de la ciudad, cuando observen los vastos ejércitos que los rodearán por todos lados (Is. 22:1-14). Los ejércitos de “Elam” (hoy Irán), “Kir” (tal vez Moab; Is. 15:1; Jordania o quizá Media, lo cual es el norte de Irán), y “Edom” (tal vez parte de Arabia), los confederados del Rey del Norte, son quienes ejecutarán este juicio. El Rey del Norte probablemente estará ocupado en expulsar de la tierra al Rey del Sur (Is. 22:6; Ab. 11-14; Sal. 137:7).
• Estos ejércitos aliados bajo el Rey del Norte (sus confederados) procederán a tomar Jerusalén. Ellos pondrán en montones a sus habitantes, y derramarán sangre como agua alrededor de la ciudad. Las mujeres serán violadas y los muertos yacerán en las calles (Sal. 79:1-3; Is. 64:10; Mi. 3:12; Sof. 1:10-18; Zac. 14:1-2; Ab. 11-14).
• La mitad de la ciudad de Jerusalén será tomada cautiva (Zac. 14:2).
• El templo que tendrán los judíos será destruido (Sal. 74:1-8; Is. 63:18; 64:11).
• El remanente fiel de los judíos, confundido y desesperado mientras ve a su país siendo desolado por el invasor del Norte, clamará a Dios por ayuda (Jl. 2:12-17; Sal. 73-89 — 3º libro de Salmos; Zac. 13:9; Is. 63:15-64:12).
• Habrá un caos general mientras este ejército atraviesa la tierra de Israel. Mientras Jerusalén y la tierra de Israel estarán siendo totalmente desoladas, los ejércitos confederados bajo el Rey del Norte traicionarán a algunos de sus confederados. Entrarán en algunos países vecinos de Israel en un intento de derrotarlos y saquearlos. La consumación será sobre toda la tierra (Is. 10:22-23; 28:22; Sal. 75:3). Aquellos países situados en el territorio prometido a Israel, que hayan estado confederados con el Rey del Norte, vendrán a juicio en aquel momento (Dn. 11:41; Is. 10:7; 14:29-23:17 — “las cargas”; Jer. 46-49*; Ez. 25-30*; Am. 12:8; 2 R. 24:7*; Jer. 25:9-11*; Ab. 7).
• Edom (tal vez parte de Arabia), que ayudará en la destrucción del Jerusalén, será engañado en ese momento por su propia confederación y sufrirá pérdida. Serán saqueados y robados, y quedarán disminuidos en número (Ab. 1-9).
• La confederación también se volverá sobre Moab (Is. 15-16; Jer. 48; Ez. 25:8-11; Am. 2:13 — tal vez parte de Jordania), Amón (Jer. 49:1-6; Ez. 25:17; Am. 1:13-15 — parte de Jordania también), los filisteos (Is. 14:28-32; 20:1; Jer. 47; Ez. 25:15-17; Am. 1:6-10 — tal vez la franja de Gaza), Damasco (Is. 17; Ab. 1-14; Is. 21:11-12; Jer. 49:7-22; Ez. 25:12-14; Am. 1:11-12; Jer. 49:23-27; Am. 1:3-5, sur de Siria), Tiro y Sidón (Is. 23; Ez. 26-28; Am. 1:9-11 — el Líbano), y otros países en el área. Los habitantes de estos países escaparán por sus vidas mientras sus tierras son saqueadas.
• Aunque atacados, un remanente de Edom, Moab y Amón escapará. Dios permitirá esto para que más tarde Israel pueda darles un golpe final (Dn. 11:41 — “el jefe” escapará; Jer. 48:6,9,12; 49:5,8,11).
• El Rey del Norte continuará su conquista hacia el noreste de África, destruyendo al Rey del Sur, Egipto, y a sus aliados, Libia, Etiopía y otros (Dn. 11:42-43; Is. 19-20; Jer. 46:13-26; Ez. 29:1-12; 30:1-26).
• Los egipcios escaparán por sus vidas en todas direcciones, y serán diseminados por las naciones vecinas. Su tierra les será dada a un cruel señor y fiero rey — el Rey del Norte (Ez. 29:12; 30:23,26; Is. 19:4; Jer. 46:5-6,15,21).
• Luego de que el Rey del Norte haya destruido y desperdigado a los egipcios y a sus ejércitos, se apoderará de los tesoros de esta tierra (Dn. 11:43; Jer. 29:19).
La confederación occidental (la Bestia) llega a la tierra de Israel
• La Bestia y sus ejércitos escucharán de la invasión del Rey del Norte, y vendrán entonces desde el oeste para defender la tierra de Israel. En un esfuerzo por detener los avances de los ejércitos del Rey del Norte, usarán su gigantesca flota (Ap. 16:13-14; Nm. 24:24; “las naves de Chittim” — Chittim es Chipre).