Primer Hombre

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Este término denota lo que es natural y terreno en la raza humana (1 Corintios 15:47). La Escritura nunca nos dice que el “primer hombre” es corrupto o pecaminoso, porque lo que es intrínsecamente natural al hombre no es malo, pues fue Dios que lo creó. Por esta razón, no es dicho que el “primer hombre” fue “crucificado” con Cristo, como es el caso del “viejo hombre” (Romanos 6:6).
La creación del hombre, según el primer orden, tiene muchas características de Dios mismo, pues fue creado a Su “imagen” y conforme a Su “semejanza” (Génesis 1:26). Por ejemplo, el hombre tiene una personalidad definida con preferencias y aversiones. Él también tiene sentimientos y poder de razonamiento, entre otras características. Estas cualidades naturales no son malas, pero son parte de la composición de un ser humano. Dios no trae esto a juicio, porque salió de Su propia mano en la creación. Es lo mismo con nuestros cuerpos; ellos nunca son considerados malos. (En la traducción inglesa King James se traduce Filipenses 3:21 como “nuestro vil cuerpo” pero esta no es la mejor traducción, pues lo que Dios creó no es vil, en el sentido moderno de la palabra. [Es traducido “cuerpo de nuestra bajeza” en la versión Reina-Valera Antigua]. Si nuestros cuerpos fueran viles en ese sentido, nosotros nunca seríamos intimados a presentarlos a Dios como un sacrificio vivo, como es afirmado en Romanos 12:1. “El cuerpo del pecado,” mencionado en Romanos 6:6, no está hablando de nuestros cuerpos físicos, sino de la totalidad del pecado como un sistema. Nosotros usamos la palabra “cuerpo” de forma semejante en otros tópicos. Por ejemplo, decimos, “el cuerpo de bomberos,” o “el cuerpo médico,” etcétera.)
Aunque lo que es natural en el “primer hombre” no se dice que está bajo el juicio de Dios, todo el orden humano fue reemplazado por otro orden humano bajo Cristo, el cual es superior. Esta es la fuerza de la palabra “luego” en 1 Corintios 15:46. Por eso el primer hombre fue puesto de lado y sustituido por el nuevo orden humano bajo Cristo. Los cristianos son parte de esa nueva raza de creación ahora (2 Corintios 5:17; Efesios 2:10) y están esperando el tener físicamente la imagen del “segundo hombre,” cuando fueren glorificados (1 Corintios 15:47-49).
El término “primer hombre” es frecuentemente usado de forma alterna con el término “viejo hombre,” pero como hemos observado, estos términos no son sinónimos. El apóstol Pablo utiliza estos términos para definir dos aspectos diferentes de la raza humana bajo Adán. El “viejo hombre” denota el estado corrupto de la raza caída, mientras que el “primer hombre” denota lo que es natural y terreno en la raza. El primer hombre fue substituido, pero el viejo hombre ha sido juzgado. (Véase Viejo Hombre)