La bendición futura aún se cumplirá
Pero mientras el profeta muestra cómo Jehová había dispersado al pueblo (Zac. 7:14), a pesar de las observancias rituales, y que, en consecuencia, recurrir a ellas no era de ninguna manera el verdadero remedio para una condición baja o mala, aunque podrían tener su lugar junto con los asuntos más importantes, predice completamente la bendición reservada para Jerusalén. “Así dice Jehová de los ejércitos; Estaba celoso de Sion con grandes celos, y estaba celoso de ella con gran furia. Así dice Jehová; He regresado a Sión, y habitaré en medio de Jerusalén” (vss. 2-3). Él no dice que lo era, sino que lo sería. “Y Jerusalén será llamada ciudad de verdad; y el monte de Jehová de los ejércitos el monte santo. Así dice Jehová de los ejércitos; Todavía morarán ancianos y ancianas en las calles de Jerusalén, y todo hombre con su bastón en la mano por muy edad” (vss. 3-4). Marcos, “todo hombre”: él está mirando hacia adelante al día en que la muerte no debería ser, como se nos dice en Isaías. “Todo hombre con su bastón en la mano por muy edad” (vs. 4), no es que no haya jóvenes, sino que los viejos no se desvanezcan. Es la inversión de toda la historia pasada: “y murió”, “y murió”. Bajo el Mesías, los hombres seguirán viviendo y durarán todo el reinado milenario. “Y las calles de la ciudad estarán llenas de niños y niñas jugando en sus calles” (vs. 5).
“Así dice Jehová de los ejércitos; Si es maravilloso a los ojos del remanente de este pueblo en estos días, ¿debería ser también maravilloso a los ojos Míos? dice Jehová de los ejércitos” (vs. 6). No es así; Dios siempre está esperando ese día. “Así dice Jehová de los ejércitos; He aquí, salvaré a mi pueblo del país del este y del país del oeste; y los traeré, y habitarán en medio de Jerusalén, y serán mi pueblo” (vss. 7-8). Por lo tanto, la sentencia será quitada de ellos. “Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios, en verdad y en justicia” (vs. 8). Entonces toda la degradación a la que habían sido tan justamente condenados sería completamente borrada en el día de renovada, mejor y duradera gloria para Israel.
En consecuencia, esto se convierte en un beneficio práctico presente en lo que sigue. El capítulo termina mostrando que los ayunos deben transformarse en fiestas, y la tristeza en alegría. (Compare el inverso en Mateo 9 en respuesta a los discípulos quejumbrosos de Juan). Y no sólo esta bienaventuranza debe ser para Israel, sino que “en aquellos días acontecerá que diez hombres se apoderarán de todas las lenguas de las naciones, aun se apoderarán de la falda del que es judío, diciendo: Iremos contigo, porque hemos oído que Dios está contigo” (vs. 23). Tal será el cambio completo del día de Jehová.