David ungido como el rey escogido de Dios
En el capítulo 16 Samuel es enviado por Jehová para ungir a este Su escogido. Todo gloriamiento en la carne y su primogenitura están aquí apartados; y el más joven, despreciado y olvidado de todos, que guardaba las ovejas, es escogido por Dios; “porque Jehová no ve como el hombre ve”. Samuel, enseñado por Dios, no duda en su decisión, y no puede aceptar a ninguno de los siete que están en casa. “¿Están aquí todos tus hijos?” Por fin unge a David, traído del campo.
David en la prueba de un tipo de Cristo y su pueblo sufriente
Pero Dios no pone a David de inmediato en la cima del poder, como lo hizo en el caso de Saúl. Debe abrirse camino por gracia y fe a través de toda clase de dificultades; y, aunque lleno del Espíritu Santo, debe actuar en presencia de un poder desprovisto del Espíritu, y que Dios aún no ha dejado de lado. Debe estar sujeto y humillarse, debe sentir su total dependencia de Dios, que Dios es suficiente en todas las circunstancias; y su fe debe desarrollarse mediante pruebas en las que se sienta que Dios es todo. ¡Hermoso tipo de Uno que, sin pecado, viajó a través de circunstancias mucho más dolorosas! Y no sólo un tipo, sino al mismo tiempo un vaso preparado por Dios para el Espíritu Santo, que podría llenarlo de sentimientos que, al describir tan conmovedoramente los sufrimientos de Cristo mismo y su simpatía por su pueblo, exhiben, a aquellos que iban a recorrer en debilidad el mismo camino que él, su recurso en Dios. Porque uno no puede dudar de que las pruebas de David dieron lugar a la mayor parte de esos hermosos salmos, que, describiendo las circunstancias, las pruebas y las quejas del remanente de Israel en los últimos días, así como de Cristo mismo (quien, en Espíritu, se ha identificado con ellos y ha emprendido su causa), así han proporcionado a tantas otras almas agobiadas la expresión y el alivio de sus penas; Y aunque su interpretación de estos salmos puede haber sido incorrecta, sin embargo, sus corazones no estaban equivocados.1
(1. Este uso poco inteligente de los Salmos, sin embargo, ha tendido a mantener a las almas piadosas por debajo de sus privilegios como cristianos. El lugar de un niño con el Padre nunca se encuentra en ninguno de los Salmos, ni en el sentimiento espiritual generado por la conciencia de la relación. La Palabra puede usarse como una comparación, pero la relación nunca se reconoce, y no podría serlo).
David y Saúl: su diferencia externa e interna
Volveremos a nuestra historia. El Espíritu de Jehová vino sobre David y abandonó a Saúl, quien,
Al mismo tiempo, está preocupado por un espíritu maligno. La providencia de Dios trae a David por medio de uno de los siervos de Saúl que lo conocía, y lo presenta a Saúl. Saúl lo ama y lo mantiene en su presencia; se convierte en su portador de armadura, y toca un arpa cuando el espíritu maligno molesta a Saúl. David, a los ojos de Dios, es el rey ungido, pero debe sufrir antes de reina, por grande que sea su energía.