Amós

Amos 1‑2
De qué y a quién habla la profecía de Amós; su estilo y temas
La profecía de Amós es una de las que hablan de la condición moral del pueblo, y especialmente de Israel, quien, como ya hemos visto en los libros históricos, representa más particularmente al pueblo como tal; mientras que Judá no era más que un infantazgo de la casa de David, aunque contenía siempre un remanente del pueblo.
Esta profecía, que no se extiende tan lejos en la historia de Israel como la de Oseas, es menos ferviente que esta última; el pecado no se persigue con ese fuego consumidor de celos y de venganza moral, que caracteriza el estilo ardiente y quebrantado del profeta Oseas. Nada, sin duda, puede decidirse más contra el mal que Amós; Pero, aunque muy simple, habla, por así decirlo, desde un terreno más alto. En Oseas vemos la angustia del corazón producida por el Espíritu Santo, en un hombre que no podía soportar el mal en el pueblo a quien amaba como pueblo de Dios; mientras que en Amós hay más de la calma del propio juicio de Dios. Hay muchos menos detalles con respecto al pecado. Se señalan ciertas transgresiones prominentes de carácter especial, y se proclama el juicio más completo y absoluto.