Levítico 18

{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{{tcl106}tcl105}tcl104}tcl103}tcl102}tcl101}tcl100}tcl99}tcl98}tcl97}tcl96}tcl95}tcl94}tcl93}tcl92}tcl91}tcl90}tcl89}tcl88}tcl87}tcl86}tcl85}tcl84}tcl83}tcl82}tcl81}tcl80}tcl79}tcl78}tcl77}tcl76}tcl75}tcl74}tcl73}tcl72}tcl71}tcl70}tcl69}tcl68}tcl67}tcl66}tcl65}tcl64}tcl63}tcl62}tcl61}tcl60}tcl59}tcl58}tcl57}tcl56}tcl55}tcl54}tcl53}tcl52}tcl51}tcl50}tcl49}tcl48}tcl47}tcl46}tcl45}tcl44}tcl43}tcl42}tcl41}tcl40}tcl39}tcl38}tcl37}tcl36}tcl35}tcl34}tcl33}tcl32}tcl31}tcl30}tcl29}tcl28}tcl27}tcl26}tcl25}tcl24}tcl23}tcl22}tcl21}tcl20}tcl19}tcl18}tcl17}tcl16}tcl15}tcl14}tcl13}tcl12}tcl11}tcl10}tcl9}tcl8}tcl7}tcl6}tcl5}tcl4}tcl3}tcl2}tcl1}Leviticus 17
Estatutos de Jehová dados para evitar que el hombre se deshonre a sí mismo en las relaciones naturales
El capítulo 18 les impide deshonrarse a sí mismos en las cosas que pertenecen a la naturaleza misma, a lo que el hombre debe ser en sus relaciones naturales, para que no se deshonre a sí mismo. El hombre no debe hacerlo; pero, al no haber honrado a Dios, se le ha dejado deshonrarse a sí mismo (comparar Romanos 1). Al pueblo de Dios, acercándose a Él, se le enseña sobre este tema. Estaban separados de la maldad del mundo del que fueron llamados, y del despilfarro imprudente en el que Satanás había llevado degradado al hombre como su deporte. El versículo 6 es el gran principio en el que se insiste en el capítulo: no confundir las intimidades del matrimonio con la confianza de la relación natural. Están prohibidas aquellas cosas en las que, en la indulgencia satánica y antinatural de la carne, Satanás sumergió al hombre, y a las que Dios las había entregado para obrar toda inmundicia con codicia. Se mantiene la bondad de la naturaleza; lo que está prohibido profanar. Los estatutos y juicios de Jehová debían guiarlos: el hombre en probación que caminaba en ellos viviría.