La seguridad del gobierno de Dios permite que la fe bendiga en todo momento
El gobierno seguro de Dios permite que la fe bendiga en todo momento. Él ha demostrado su fidelidad a los que estaban en apuros. El salmista, Cristo en espíritu, llama al remanente a alabar, porque Jehová ha manifestado Su liberación en su caso. Los ojos de Jehová están sobre los justos, y Su oído abierto a sus oraciones; Su rostro se puso contra los que hacen el mal, y para cortarlos de la tierra (vss. 17-19). El corazón quebrantado, el afligido y el contrito, para tales Jehová está cerca. Los justos deben buscar el sufrimiento mientras el hombre tiene su día, pero Jehová lo libera. Mientras que el mal mata a los malvados, Jehová redime el alma de Su siervo, y ninguno que confíe en Él será desolado. Es la plena seguridad del gobierno de Jehová en favor de los humildes de corazón. Esto permite bendecir, no solo cuando son bendecidos (eso no es fe), sino en todo momento, porque son escuchados, preservados, redimidos, cuando están en problemas. Cristo es el gran ejemplo de esto. Dudo que Él hable personalmente, aunque lo hace en espíritu al principio. La fe del remanente toma Su caso como un estímulo en el versículo 6. El versículo 20 se cumplió también literalmente en Él. Es el secreto de la fe solamente, la prueba de ella, bendecir en todo momento. Pedro aplica este salmo a los principios constantes del gobierno de Dios. Este es el primer salmo en el que hemos encontrado el carácter interlocutorio, que a veces ocurre (como en los Salmos 91 y 145), aunque sin duda la experiencia del salmista, que nuevamente habla en el versículo 11. Sin embargo, aprendo, es Cristo en espíritu quien abre los caminos de Dios en este salmo. “Oh, magnifica conmigo”. “Busqué a Jehová”. Es el estímulo más completo para los justos humildes.