La nación desechada y dispersa
El Salmo 44 da una imagen completa y vívida del estado de la nación, como en la conciencia del remanente. Habían oído con sus oídos. La fe descansaba en el memorial de todas las antiguas liberaciones poderosas realizadas por Dios, y cómo Él las había puesto en posesión de la tierra por Su poder, no el de ellos (vss. 1-8). En los versículos 9-16 se relata su estado actual. Son desechados y dispersos. El enemigo y vengador está entre ellos; se dispersaron entre los paganos vendidos por Dios sin precio (vss. 17-22). Sin embargo, de ninguna manera se han desviado de su integridad. Por el contrario, es por Su causa que son matados todo el día, y contados como ovejas para el matadero. (Tenga en cuenta que en el momento en que el Mesías fue rechazado, esto comenzó en principio; compare Romanos 8:36). Los versículos 23-26 contienen la súplica a Dios para que despierte y los redima por causa de Sus misericordias. ¿Por qué debería olvidarlos para siempre? Todavía tenemos a Dios, no a Jehová, en este salmo; porque están afuera.