Dn. 5:18‑23• 18El altísimo Dios, oh rey, dió á Nabucodonosor tu padre el reino, y la grandeza, y la gloria, y la honra:
19Y por la grandeza que le dió, todos los pueblos, naciones, y lenguas, temblaban y temían delante de él. Los que él quería mataba, y daba vida á los que quería: engrandecía á los que quería, y á los que quería humillaba.
20Mas cuando su corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en altivez, fué depuesto del trono de su reino, y traspasaron de él la gloria:
21Y fué echado de entre los hijos de los hombres; y su corazón fué puesto con las bestias, y con los asnos monteses fué su morada. Hierba le hicieron comer, como á buey, y su cuerpo fué bañado con el rocío del cielo, hasta que conoció que el altísimo Dios se enseñorea del reino de los hombres, y que pondrá sobre él al que quisiere.
22Y tú, su hijo Belsasar, no has humillado tu corazón, sabiendo todo esto:
23Antes contra el Señor del cielo te has ensoberbecido, é hiciste traer delante de ti los vasos de su casa, y tú y tus príncipes, tus mujeres y tus concubinas, bebisteis vino en ellos: demás de esto, á dioses de plata y de oro, de metal, de hierro, de madera, y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben, diste alabanza: y al Dios en cuya mano está tu vida, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste. (Dn. 5:18‑23)
Is. 14:13‑17• 13Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo, en lo alto junto á las estrellas de Dios ensalzaré mi solio, y en el monte del testimonio me sentaré, á los lados del aquilón;
14Sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.
15Mas tú derribado eres en el sepulcro, á los lados de la huesa.
16Inclinarse han hacia ti los que te vieren, te considerarán diciendo: ¿Es este aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos;
17Que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades; que á sus presos nunca abrió la cárcel? (Is. 14:13‑17)
Jer. 25:9‑26• 9He aquí enviaré yo, y tomaré todos los linajes del aquilón, dice Jehová, y á Nabucodonosor rey de Babilonia, mi siervo, y traerélos contra esta tierra, y contra sus moradores, y contra todas estas naciones en derredor; y los destruiré, y pondrélos por escarnio, y por silbo, y en soledades perpetuas.
10Y haré que perezca de entre ellos voz de gozo y voz de alegría, voz de desposado y voz de desposada, ruido de muelas, y luz de lámpara.
11Y toda esta tierra será puesta en soledad, en espanto; y servirán estas gentes al rey de Babilonia setenta años.
12Y será que, cuando fueren cumplidos los setenta años, visitaré sobre el rey de Babilonia y sobre aquella gente su maldad, ha dicho Jehová, y sobre la tierra de los Caldeos; y pondréla en desiertos para siempre.
13Y traeré sobre aquella tierra todas mis palabras que he hablado contra ella, con todo lo que está escrito en este libro, profetizado por Jeremías contra todas gentes.
14Porque se servirán también de ellos muchas gentes, y reyes grandes; y yo les pagaré conforme á sus hechos, y conforme á la obra de sus manos.
15Porque así me dijo Jehová Dios de Israel: Toma de mi mano el vaso del vino de este furor, y da á beber de él á todas las gentes á las cuales yo te envío.
16Y beberán, y temblarán, y enloquecerán delante del cuchillo que yo envío entre ellos.
17Y tomé el vaso de la mano de Jehová, y dí de beber á todas las gentes á las cuales me envió Jehová:
18A Jerusalem, á las ciudades de Judá, y á sus reyes, y á sus príncipes, para ponerlos en soledad, en escarnio, y en silbo, y en maldición, como este día;
19A Faraón rey de Egipto, y á sus siervos, á sus príncipes, y á todo su pueblo;
20Y á toda la mezcla de gente, y á todos los reyes de tierra de Hus, y á todos los reyes de tierra de Palestina, y á Ascalón, y Gaza, y Ecrón, y al residuo de Asdod;
21A Edom, y Moab, y á los hijos de Ammón;
22Y á todos los reyes de Tiro, y á todos los reyes de Sidón, y á los reyes de las islas que están de ese lado de la mar;
23Y á Dedán, y Tema, y Buz, y á todos los que están al cabo del mundo;
24Y á todos los reyes de Arabia, y á todos los reyes de pueblos mezclados que habitan en el desierto;
25Y á todos los reyes de Zimri, y á todos los reyes de Elam, y á todos los reyes de Media;
26Y á todos los reyes del aquilón, los de cerca y los de lejos, los unos con los otros; y á todos los reinos de la tierra que están sobre la haz de la tierra: y el rey de Sesach beberá después de ellos. (Jer. 25:9‑26)
Hab. 2:5‑10• 5Y también, por cuanto peca por el vino, es un hombre soberbio, y no permanecerá: que ensanchó como el infierno su alma, y es como la muerte, que no se hartará: antes reunió á sí todas las gentes, y amontonó á sí todos los pueblos.
6¿No han de levantar todos estos sobre él parábola, y sarcasmos contra él? Y dirán: Ay del que multiplicó lo que no era suyo! ¿Y hasta cuándo había de amontonar sobre sí espeso lodo?
7¿No se levantarán de repente los que te han de morder, y se despertarán los que te han de quitar de tu lugar, y serás á ellos por rapiña?
8Porque tú has despojado muchas gentes, todos los otros pueblos te despojarán; á causa de las sangres humanas, y robos de la tierra, de las ciudades y de todos los que moraban en ellas.
9Ay del que codicia maligna codicia para su casa, por poner en alto su nido, por escaparse del poder del mal!
10Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y has pecado contra tu vida. (Hab. 2:5‑10)