Sal. 114:3‑7• 3La mar vió, y huyó; El Jordán se volvió atrás.
4Los montes saltaron como carneros: Los collados como corderitos.
5¿Qué tuviste, oh mar, que huiste? ¿Y tú, oh Jordán, que te volviste atrás?
6Oh montes, ¿por qué saltasteis como carneros, Y vosotros, collados, como corderitos?
7A la presencia del Señor tiembla la tierra, A la presencia del Dios de Jacob; (Sal. 114:3‑7)
Is. 44:23• 23Cantad loores, oh cielos, porque Jehová lo hizo; gritad con júbilo, lugares bajos de la tierra; prorrumpid, montes, en alabanza; bosque, y todo árbol que en él está: porque Jehová redimió á Jacob, y en Israel será glorificado. (Is. 44:23)
Ez. 36:1‑15• 1Y tú, hijo del hombre, profetiza sobre los montes de Israel, y di: Montes de Israel, oid palabra de Jehová:
2Así ha dicho el Señor Jehová: Por cuanto el enemigo dijo sobre vosotros: Ea! también las alturas perpetuas nos han sido por heredad;
3Profetiza por tanto, y di: Así ha dicho el Señor Jehová: Pues por cuanto asolándoos y tragándoos de todas partes, para que fueseis heredad á las otras gentes, se os ha hecho andar en boca de lenguas, y ser el oprobio de los pueblos,
4Por tanto, montes de Israel, oid palabra del Señor Jehová: Así ha dicho el Señor Jehová á los montes y á los collados, á los arroyos y á los valles, á las ruinas y asolamientos, y á las ciudades desamparadas, que fueron puestas á saco y en escarnio á las otras gentes alrededor;
5Por eso, así ha dicho el Señor Jehová: He hablado por cierto en el fuego de mi celo contra las demás gentes, y contra toda Idumea, que se disputaron mi tierra por heredad con alegría de todo corazón, con enconamiento de ánimo, para que sus expelidos fuesen presa.
6Por tanto, profetiza sobre la tierra de Israel, y di á los montes y á los collados, y á los arroyos y á los valles: Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí, en mi celo y en mi furor he hablado, por cuanto habéis llevado el oprobio de las gentes.
7Por lo cual así ha dicho el Señor Jehová: Yo he alzado mi mano, que las gentes que os están alrededor han de llevar su afrenta.
8Mas vosotros, oh montes de Israel, daréis vuestros ramos, y llevaréis vuestro fruto á mi pueblo Israel; porque cerca están para venir.
9Porque heme aquí á vosotros, y á vosotros me volveré, y seréis labrados y sembrados.
10Y haré multiplicar sobre vosotros hombres, á toda la casa de Israel, toda ella; y las ciudades han de ser habitadas, y serán edificadas las ruinas.
11Y multiplicaré sobre vosotros hombres y bestias, y serán multiplicados y crecerán: y os haré morar como solíais antiguamente, y os haré más bien que en vuestros principios; y sabréis que yo soy Jehová.
12Y haré andar hombres sobre vosotros, á mi pueblo Israel; y te poseerán, y les serás por heredad, y nunca más les matarás los hijos.
13Así ha dicho el Señor Jehová: Por cuanto dicen de vosotros: Comedora de hombres, y matadora de los hijos de tus gentes has sido:
14Por tanto, no devorarás más hombres, y nunca más matarás los hijos á tus gentes, dice el Señor Jehová.
15Y nunca más te haré oir injuria de gentes, ni más llevarás denuestos de pueblos, ni harás más morir los hijos á tus gentes, dice el Señor Jehová. (Ez. 36:1‑15)