2º Samuel 24 (Spanish RV 1909) - Bible Truth Library

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2 Samuel 24

2 S. 24:16 KJV (With Strong’s)

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16

And when the angeli stretched out his hand upon Jerusalem to destroy it, the Lord repentedj him of the evil, and said to the angel that destroyed the people, It is enoughk: stay now thine hand. And the angel of the Lord was by the threshingplace of Araunahl the Jebusite.

i

Éx. 12:23• ²³Porque Jehová pasará hiriendo á los Egipcios; y como verá la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir. (Éx. 12:23)

j

Sal. 90:13• ¹³Vuélvete, oh Jehová: ¿hasta cuándo? Y aplácate para con tus siervos. (Sal. 90:13)

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Sal. 135:14• ¹⁴Porque juzgará Jehová su pueblo, Y arrepentiráse sobre sus siervos. (Sal. 135:14)

k

Is. 27:8• ⁸Con medida la castigarás en sus vástagos. El reprime su recio viento en el día del aire solano. (Is. 27:8)

;

Is. 57:16• ¹⁶Porque no tengo de contender para siempre, ni para siempre me he de enojar: pues decaería ante mí el espíritu, y las almas que yo he criado. (Is. 57:16)

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Jl. 2:13‑14• ¹³Y lacerad vuestro corazón, y no vuestros vestidos; y convertíos á Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira, y grande en misericordia, y que se arrepiente del castigo.
¹⁴¿Quién sabe si volverá, y se apiadará, y dejará bendición tras de él, presente y libación para Jehová Dios vuestro? (Jl. 2:13‑14)

l

1

2 S. 24:18• ¹⁸Y Gad vino á David aquel día, y díjole: Sube, y haz un altar á Jehová en la era de Arauna Jebuseo. (2 S. 24:18)

;

2 S. 21:15• ¹⁵Y como los Filisteos tornaron á hacer guerra á Israel, descendió David y sus siervos con él, y pelearon con los Filisteos: y David se cansó. (2 S. 21:15)

, Ornan;

2 S. 3:1• ¹Y hubo larga guerra entre la casa de Saúl y la casa de David; mas David se iba fortificando, y la casa de Saúl iba en disminución. (2 S. 3:1)

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Araunah,

Jebusites,

Jerusalem

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the angel.

Éx. 12:23• ²³Porque Jehová pasará hiriendo á los Egipcios; y como verá la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir. (Éx. 12:23)

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2 R. 19:35• ³⁵Y aconteció que la misma noche salió el ángel de Jehová, é hirió en el campo de los Asirios ciento ochenta y cinco mil; y como se levantaron por la mañana, he aquí los cuerpos de los muertos. (2 R. 19:35)

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1 Cr. 21:15‑16• ¹⁵Y envió Jehová el ángel á Jerusalem para destruirla: pero estando él destruyendo, miró Jehová, y arrepintióse de aquel mal,
¹⁶Y alzando David sus ojos, vió al ángel de Jehová, que estaba entre el cielo y la tierra, teniendo un espada desnuda en su mano, extendida contra Jerusalem. Entonces David y los ancianos se postraron sobre sus rostros, cubiertos de sacos. (1 Cr. 21:15‑16)

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2 Cr. 32:21• ²¹Y Jehová envió un ángel, el cual hirió á todo valiente y esforzado, y á los jefes y capitanes en el campo del rey de Asiria. Volvióse por tanto con vergüenza de rostro á su tierra; y entrando en el templo de su dios, allí lo mataron á cuchillo los que habían salido de sus entrañas. (2 Cr. 32:21)

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Sal. 35:6• ⁶Sea su camino oscuridad y resbaladeros; Y el ángel de Jehová los persiga. (Sal. 35:6)

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Hch. 12:23• ²³Y luego el ángel del Señor le hirió, por cuanto no dió la gloria á Dios; y espiró comido de gusanos. (Hch. 12:23)

repented.

Gn. 6:6• ⁶Y arrepintióse Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y pesóle en su corazón. (Gn. 6:6)

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1 S. 15:11• ¹¹Pésame de haber puesto por rey á Saúl, porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y apesadumbróse Samuel, y clamó á Jehová toda aquella noche. (1 S. 15:11)

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Sal. 78:38• ³⁸Empero él misericordioso, perdonaba la maldad, y no los destruía: Y abundó para apartar su ira, Y no despertó todo su enojo. (Sal. 78:38)

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Sal. 90:13• ¹³Vuélvete, oh Jehová: ¿hasta cuándo? Y aplácate para con tus siervos. (Sal. 90:13)

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Sal. 135:14• ¹⁴Porque juzgará Jehová su pueblo, Y arrepentiráse sobre sus siervos. (Sal. 135:14)

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Jer. 18:7‑10• ⁷En un instante hablaré contra gentes y contra reinos, para arrancar, y disipar, y destruir.
⁸Empero si esas gentes se convirtieren de su maldad, de que habré hablado, yo me arrepentiré del mal que había pensado hacerles.
⁹Y en un instante hablaré de la gente y del reino, para edificar y para plantar;
¹⁰Pero si hiciere lo malo delante de mis ojos, no oyendo mi voz, arrepentiréme del bien que había determinado hacerle. (Jer. 18:7‑10)

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Jl. 2:13‑14• ¹³Y lacerad vuestro corazón, y no vuestros vestidos; y convertíos á Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira, y grande en misericordia, y que se arrepiente del castigo.
¹⁴¿Quién sabe si volverá, y se apiadará, y dejará bendición tras de él, presente y libación para Jehová Dios vuestro? (Jl. 2:13‑14)

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Am. 7:3,6• ³Arrepintióse Jehová de esto: No será, dijo Jehová.
⁶Arrepintióse Jehová de esto: No será esto tampoco, dijo el Señor Jehová. (Am. 7:3,6)

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Hab. 3:2• ²Oh Jehová, oído he tu palabra, y temí: Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia. (Hab. 3:2)

It is enough.

Éx. 9:28• ²⁸Orad á Jehová: y cesen los truenos de Dios y el granizo; y yo os dejaré ir, y no os detendréis más. (Éx. 9:28)

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1 R. 19:4• ⁴Y él se fué por el desierto un día de camino, y vino y sentóse debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Baste ya, oh Jehová, quita mi alma; que no soy yo mejor que mis padres. (1 R. 19:4)

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Is. 27:8• ⁸Con medida la castigarás en sus vástagos. El reprime su recio viento en el día del aire solano. (Is. 27:8)

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Is. 40:1‑2• ¹Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios.
²Hablad al corazón de Jerusalem: decidle á voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados. (Is. 40:1‑2)

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Is. 57:16• ¹⁶Porque no tengo de contender para siempre, ni para siempre me he de enojar: pues decaería ante mí el espíritu, y las almas que yo he criado. (Is. 57:16)

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Jl. 2:13‑14• ¹³Y lacerad vuestro corazón, y no vuestros vestidos; y convertíos á Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira, y grande en misericordia, y que se arrepiente del castigo.
¹⁴¿Quién sabe si volverá, y se apiadará, y dejará bendición tras de él, presente y libación para Jehová Dios vuestro? (Jl. 2:13‑14)

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Mr. 14:41• ⁴¹Y vino la tercera vez, y les dice: Dormid ya y descansad: basta, la hora es venida; he aquí, el Hijo del hombre es entregado en manos de los pecadores. (Mr. 14:41)

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2 Co. 2:6• ⁶Bástale al tal esta reprensión hecha de muchos; (2 Co. 2:6)

Araunah.

2 S. 24:18• ¹⁸Y Gad vino á David aquel día, y díjole: Sube, y haz un altar á Jehová en la era de Arauna Jebuseo. (2 S. 24:18)

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1 Cr. 21:15• ¹⁵Y envió Jehová el ángel á Jerusalem para destruirla: pero estando él destruyendo, miró Jehová, y arrepintióse de aquel mal, (1 Cr. 21:15)

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2 Cr. 3:1• ¹Y comenzó Salomón á edificar la casa en Jerusalem, en el monte Moria que había sido mostrado á David su padre, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán Jebuseo. (2 Cr. 3:1)

Ornan.

the Jebusite.

2 S. 5:8• ⁸Y dijo David aquel día: ¿Quién llegará hasta las canales, y herirá al Jebuseo, y á los cojos y ciegos, á los cuales el alma de David aborrece? Por esto se dijo: Ciego ni cojo no entrará en casa. (2 S. 5:8)

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Gn. 10:16• ¹⁶Y al Jebuseo, y al Amorrheo, y al Gergeseo, (Gn. 10:16)

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Jos. 15:63• ⁶³Mas á los Jebuseos que habitaban en Jerusalem, los hijos de Judá no los pudieron desarraigar; antes quedó el Jebuseo en Jerusalem con los hijos de Judá, hasta hoy. (Jos. 15:63)

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Jue. 1:21• ²¹Mas al Jebuseo que habitaba en Jerusalem, no echaron los hijos de Benjamín, y así el Jebuseo habitó con los hijos de Benjamín en Jerusalem hasta hoy. (Jue. 1:21)

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Jue. 19:11• ¹¹Y estando ya junto á Jebus, el día había declinado mucho: y dijo el criado á su señor: Ven ahora, y vámonos á esta ciudad de los Jebuseos, para que tengamos en ella la noche. (Jue. 19:11)

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Zac. 9:7• ⁷Y quitaré sus sangres de su boca, y sus abominaciones de sus dientes, y quedarán ellos también para nuestro Dios, y serán como capitanes en Judá, y Ecrón como el Jebuseo. (Zac. 9:7)

• It is Jerusalem, the city of His affections, that attracts His attention. God chooses it for the place where His altar shall be built, and His grace shown forth-His appointed mercy-seat. It is there that His wrath, justly kindled against Israel, ceases; and sin gives occasion to the establishment of the place and of the work in which He and His people shall meet, according to that grace which has put away the sin. (“2 Samuel 24” by J.N. Darby)

• He does not stop it on account of David's repentance, but on account of His own repentance. His judgment yields to His grace without the one or the other being weakened or sacrificed. (“Moriah: 2 Samuel 24” by H.L. Rossier)

J. N. Darby Translation

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16

And the angel stretched out his hand upon Jerusalem to destroy it; but Jehovah repented him of the evil, and said to the angel that destroyed among the people, It is enough: withdraw now thine hand. And the angel of Jehovah was by the threshing-floor of Araunah the Jebusite.