Génesis 6 (Spanish RV 1909) - Bible Truth Library

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Genesis 6

Gn. 6:2 KJV (With Strong’s)

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2

That the sons of God saw the daughters of menl that they were fair; and theym took them wives of all which they chose.

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Job 31:1• ¹Hice pacto con mis ojos: ¿Cómo pues había yo de pensar en virgen? (Job 31:1)

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Dt. 7:3‑4• ³Y no emparentarás con ellos: no darás tu hija á su hijo, ni tomarás á su hija para tu hijo.
⁴Porque desviará á tu hijo de en pos de mí, y servirán á dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá presto. (Dt. 7:3‑4)

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Esd. 9:12• ¹²Ahora pues, no daréis vuestras hijas á los hijos de ellos, ni sus hijas tomaréis para vuestros hijos, ni procuraréis su paz ni su bien para siempre; para que seáis corroborados, y comáis el bien de la tierra, y la dejéis por heredad á vuestros hijos para siempre. (Esd. 9:12)

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Neh. 13:26‑27• ²⁶¿No pecó por esto Salomón, rey de Israel? Bien que en muchas gentes no hubo rey como él, que era amado de su Dios y Dios lo había puesto por rey sobre todo Israel, aun á él hicieron pecar las mujeres extanjeras.
²⁷¿Y obedeceremos á vosotros para cometer todo este mal tan grande de prevaricar contra nuestro Dios, tomando mujeres extranjeras? (Neh. 13:26‑27)

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2 Co. 6:14• ¹⁴No os juntéis en yugo con los infieles: porque ¿qué compañía tienes la justicia con la injusticia? ¿y qué comunión la luz con las tinieblas? (2 Co. 6:14)

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Daughter,

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the sons.

Gn. 4:26• ²⁶Y á Seth también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron á llamarse del nombre de Jehová. (Gn. 4:26)

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Éx. 4:22‑23• ²²Y dirás á Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito.
²³Ya te he dicho que dejes ir á mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir: he aquí yo voy á matar á tu hijo, tu primogénito. (Éx. 4:22‑23)

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Dt. 14:1• ¹Hijos sois de Jehová vuestro Dios: no os sajaréis, ni pondréis calva sobre vuestros ojos por muerto; (Dt. 14:1)

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Sal. 82:6‑7• ⁶Yo dije: Vosotros sois dioses. E hijos todos vosotros del Altísimo.
⁷Empero como hombres moriréis. Y caeréis como cualquiera de los tiranos. (Sal. 82:6‑7)

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Is. 63:16• ¹⁶Tú empero eres nuestro padre, si bien Abraham nos ignora, é Israel no nos conoce: tú, oh Jehová, eres nuestro padre; nuestro Redentor perpetuo es tu nombre. (Is. 63:16)

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Mal. 2:11• ¹¹Prevaricó Judá, y en Israel y en Jerusalem ha sido cometida abominación; porque Judá ha profanado la santidad de Jehová que amó, y casádose con hija de dios extraño. (Mal. 2:11)

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Jn. 8:41• ⁴¹Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Dijéronle entonces: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios. (Jn. 8:41)

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Jn. 8:42• ⁴²Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuera Dios, ciertamente me amaríais: porque yo de Dios he salido, y he venido; que no he venido de mí mismo, mas él me envió. (Jn. 8:42)

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Ro. 9:7‑8• ⁷Ni por ser simiente de Abraham, son todos hijos; mas: En Isaac te será llamada simiente.
⁸Quiere decir: No los que son hijos de la carne, éstos son los hijos de Dios; mas los que son hijos de la promesa, son contados en la generación. (Ro. 9:7‑8)

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2 Co. 6:18• ¹⁸Y seré á vosotros Padre, Y vosotros me seréis á mí hijos é hijas, dice el Señor Todopoderoso. (2 Co. 6:18)

saw.

2 P. 2:14• ¹⁴Teniendo los ojos llenos de adulterio, y no saben cesar de pecar; cebando las almas inconstantes; teniendo el corazón ejercitado en codicias, siendo hijos de maldición; (2 P. 2:14)

that they.

Gn. 3:6• ⁶Y vió la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable á los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dió también á su marido, el cual comió así como ella. (Gn. 3:6)

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Gn. 39:6‑7• ⁶Y dejó todo lo que tenía en mano de José; ni con él sabía de nada más que del pan que comía. Y era José de hermoso semblante y bella presencia.
⁷Y aconteció después de esto, que la mujer de su señor puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo. (Gn. 39:6‑7)

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2 S. 11:2• ²Y acaeció que levantándose David de su cama á la hora de la tarde, paseábase por el terrado de la casa real, cuando vió desde el terrado una mujer que se estaba lavando, la cual era muy hermosa. (2 S. 11:2)

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Job 31:1• ¹Hice pacto con mis ojos: ¿Cómo pues había yo de pensar en virgen? (Job 31:1)

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1 Jn. 2:16• ¹⁶Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, mas es del mundo. (1 Jn. 2:16)

and they.

Gn. 24:3• ³Y te juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no has de tomar mujer para mi hijo de las hijas de los Cananeos, entre los cuales yo habito; (Gn. 24:3)

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Gn. 27:46• ⁴⁶Y dijo Rebeca á Isaac: Fastidio tengo de mi vida, á causa de las hijas de Heth. Si Jacob toma mujer de las hijas de Heth, como éstas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué quiero la vida? (Gn. 27:46)

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Éx. 34:16• ¹⁶O tomando de sus hijas para tus hijos, y fornicando sus hijas en pos de sus dioses, harán también fornicar á tus hijos en pos de los dioses de ellas. (Éx. 34:16)

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Dt. 7:3‑4• ³Y no emparentarás con ellos: no darás tu hija á su hijo, ni tomarás á su hija para tu hijo.
⁴Porque desviará á tu hijo de en pos de mí, y servirán á dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá presto. (Dt. 7:3‑4)

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Jos. 23:12‑13• ¹²Porque si os apartareis, y os allegareis á lo que resta de aquestas gentes que han quedado con vosotros, y si concertareis con ellas matrimonios, y entrareis á ellas, y ellas á vosotros;
¹³Sabed que Jehová vuestro Dios no echará más estas gentes delante de vosotros; antes os serán por lazo, y por tropiezo, y por azote para vuestros costados, y por espinas para vuestros ojos, hasta tanto que perezcáis de aquesta buena tierra que Jehová vuestro Dios os ha dado. (Jos. 23:12‑13)

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Esd. 9:1‑2,12• ¹Y acabadas estas cosas, los príncipes se llegaron á mí, diciendo: El pueblo de Israel, y los sacerdotes y levitas, no se han apartado de los pueblos de las tierras, de los Cananeos, Hetheos, Pherezeos, Jebuseos, Ammonitas, y Moabitas, Egipcios, y Amorrheos, haciendo conforme á sus abominaciones.
²Porque han tomado de sus hijas para sí y para sus hijos, y la simiente santa ha sido mezclada con los pueblos de las tierras; y la mano de los príncipes y de los gobernadores ha sido la primera en esta prevaricación.
¹²Ahora pues, no daréis vuestras hijas á los hijos de ellos, ni sus hijas tomaréis para vuestros hijos, ni procuraréis su paz ni su bien para siempre; para que seáis corroborados, y comáis el bien de la tierra, y la dejéis por heredad á vuestros hijos para siempre. (Esd. 9:1‑2,12)

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Neh. 13:24‑27• ²⁴Y sus hijos la mitad hablaban asdod, y conforme á la lengua de cada pueblo; que no sabían hablar judaico.
²⁵Y reñí con ellos, y maldíjelos, y herí algunos de ellos, y arranquéles los cabellos, y juramentélos, diciendo: No daréis vuestras hijas á sus hijos, y no tomaréis de sus hijas para vuestros hijos, ó para vosotros.
²⁶¿No pecó por esto Salomón, rey de Israel? Bien que en muchas gentes no hubo rey como él, que era amado de su Dios y Dios lo había puesto por rey sobre todo Israel, aun á él hicieron pecar las mujeres extanjeras.
²⁷¿Y obedeceremos á vosotros para cometer todo este mal tan grande de prevaricar contra nuestro Dios, tomando mujeres extranjeras? (Neh. 13:24‑27)

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Mal. 2:15• ¹⁵Pues qué ¿no hizo él uno solo aunque tenía la abundancia del espíritu? ¿Y por qué uno? Para que procurara una simiente de Dios. Guardaos pues en vuestros espíritus, y contra la mujer de vuestra mocedad no seáis desleales. (Mal. 2:15)

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1 Co. 7:39• ³⁹La mujer casada está atada á la ley, mientras vive su marido; mas si su marido muriere, libre es: cásese con quien quisiere, con tal que sea en el Señor. (1 Co. 7:39)

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2 Co. 6:14‑16• ¹⁴No os juntéis en yugo con los infieles: porque ¿qué compañía tienes la justicia con la injusticia? ¿y qué comunión la luz con las tinieblas?
¹⁵¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿ó qué parte el fiel con el infiel?
¹⁶¿Y qué concierto el templo de Dios con los ídolos? porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré en ellos; y seré el Dios de ellos, y ellos serán mi pueblo. (2 Co. 6:14‑16)

• Satan’s first effort was to frustrate God’s purpose, by putting the holy seed to death; and when that failed, he sought to gain his end by corrupting it. (“Genesis 6-9” by C.H. Mackintosh)

• That angels could appear as men is beyond controversy, and eat or drink if they pleased is certain from scripture. It is not for believers to recoil from the further and fullest intimations of God's word, because we cannot account for that which was avowedly a strange and portentous violation of nature. (“The Early Chapters of Genesis: Chapter 6:1-2” by W. Kelly)

• But it is impossible to deny that "sons of God," in the early books of the Bible (Job 1:6, 2:1, 38:7), are found appropriated to angels. So in a slightly different form of the Hebrew we read in Psa. 29:1, and 89:6. (“The Early Chapters of Genesis: Chapter 6:1-2” by W. Kelly)

J. N. Darby Translation

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that the sons of God saw the daughters of men that they were fair, and took themselves wives of all that they chose.