¡Divino amor! (#545)

 
¡Divino Amor!, del plan eterno autor,
Cómo salvar al hombre pecador;
¡Oh gracia eterna, infinita y sin par,
Que a mí, culpable, asilo pudo dar!
Contra el gran Dios que el cielo edificó,
Mi ser, rebelde y terco, replicó;
Duro, rehusó a su ruego oídos dar,
Lleno de orgullo, no quiso escuchar.
Envuelto en noche oscura, me escondí
En las tinieblas, Su ira no temí;
Con avidez me sumí en mal atroz,
Confiado sin tener asilo en Dios.
Mas el consejo eterno así dictó:
“A ese hombre haz oír” … mi alma se inquietó,
Los dardos de convicción ya sentí,
Mas mi Refugio aún no apercibí.
Muy enojada, a la Justicia vi;
Temblando, hüi al “monte Sinäí”;
Mas me advirtió la Justicia a gran voz:
“Sinäí no esconde tu pecado atroz.”
Sobre Jesús el juicio ya cayó
Del mal que al Dios eterno deshonró;
Cayó cuando Él por mis culpas sufrió,
Y allí en la cruz refugio me abrió.
Aunque los sismos con su gran rugir,
Al orbe entero puedan sacudir,
No pueden juntos a mi alma agitar;
Siempre en Jesús yo me he de refugiar.
“Aún un poquito,” al oír su clamar,
Ya me hallaré en mi celestial hogar,
En donde el canto de gracia alzaré,
Y a Cristo, mi Refugio admiraré.
Traducción y música arreglada ©1965 Messages of God's Love Multilingual. Todos derechos reservados. Usado con permiso.