Herejía

 •  3 min. read  •  grade level: 17
Listen from:
Esto se refiere a una división exterior (visible) en el testimonio cristiano, donde una parte se separa como un grupo distinto. “Herejía” es hacer una “secta” entre los cristianos y es traducida “secta” en 1 Corintios 11:19 en la traducción J. N. Darby. Es un mal que emana de la carne—la naturaleza caída de pecado (Gálatas 5:20). En la Escritura, es aplicada a las divisiones que se desarrollaron en la religión judaica (Hechos 5:17, 15:5, 24:5, 26:5) y las divisiones que se desarrollaron en el cristianismo (1 Corintios 11:19; Gálatas 5:20; 2 Pedro 2:1).
Herejía no es lo mismo que “disensión” (1 Corintios 11:18 – traducción RVR Antigua). Disensión es una ruptura o división interior (invisible) entre los cristianos. Aquellos envueltos en una disensión todavía se reúnen exteriormente con aquellos con quienes tienen una divergencia, pero infelizmente (Romanos 16:17; 1 Corintios 1:10; 3:3; 11:18). Este era el caso con los Corintios. El apóstol Pablo les advirtió que, si las disensiones existiesen, y no fuesen tratadas y juzgadas como malas, también habría “herejías” que surgirían de esas disensiones (1 Corintios 11:18-19 – traducción RVR Antigua). Así, una división interior (una disensión) se desarrollará en una división exterior (una herejía), con el pasar del tiempo. Una persona que desarrolla una división exterior entre los cristianos es un “hereje” (Tito 3:10). Pablo nos dice que, si nos encontramos con tal persona que ha salido en voluntad propia con su partido, debemos “después de una y otra amonestación” rehusarlo (Tito 3:10).
Comúnmente se define la palabra herejía como mala doctrina, y ha sido popularizada así por la Iglesia Católica Romana desde hace cientos de años. Ellos etiquetaban como herejes a todos los que no sustentaban sus doctrinas. Los instructores bíblicos hoy, a veces utilizan el término de forma convencional para indicar errores doctrinales, pero la herejía, en su significado escritural, no necesariamente implica mala doctrina. G. V. Wigram nos dice que el peor y más difícil tipo de herejía para ser detectado es aquel que no envuelve mala doctrina, pero donde sí se encuentra el espíritu partidista y de división (Memorials of Ministry of G. V. Wigram, vol. 2, p. 91). Herejía probablemente vino a ser sinónimo de mala doctrina porque la mayoría de los herejes forman su división en torno a una mala doctrina (2 Pedro 2:1).
Así, una herejía o secta es la formación de una comunidad de creyentes afuera y separada de la única comunión a la cual todos los cristianos han sido llamados (1 Corintios 1:9)—a lo que la Escritura se refiere como “la mesa del Señor” (1 Corintios 10:21). El mal de la herejía es que ella divide el testimonio cristiano en grupos y comuniones separados, cada uno con su propia administración, estatutos, etcétera. No es la voluntad de Dios que los cristianos estén divididos así. A Él le gustaría tenerlos reunidos en un terreno de comunión (aun cuando estén en varias localidades en todo el mundo) y que así expresen el hecho de que son “un cuerpo” (Efesios 4:4). La creación de todas las tales iglesias en la cristiandad (“plantación de iglesias” como se le llama) generalmente es hecha con buenas intenciones, pero en ignorancia con relación al modo de Dios de reunir a los cristianos para el culto y el ministerio. Nosotros, por lo tanto, debemos mostrar mucha paciencia para con aquellos que están en estas comuniones hechas por el hombre. Sin embargo, todos esos esfuerzos para la formación de iglesias destruyen la unidad del cuerpo en la práctica.