El versículo 21 del capítulo 4 debe ir junto con el capítulo 5. El apóstol pasa a tratar otro problema entre ellos. En relación con esto, él pregunta a los corintios si quieren que él venga a ellos con vara de corrección o con espíritu de amor y mansedumbre. Se refería sobre todo a un caso flagrante de inmoralidad que no se juzgaba en medio de ellos. Si seguían sin hacer nada al respecto, Pablo se vería obligado a actuar con autoridad apostólica para juzgarlos con “vara”. Sin embargo, si hacían caso de la advertencia y la corrección del apóstol, él vendría a ellos con “caridad [amor]” y “espíritu de mansedumbre”. Este caso entre los corintios era “universalmente reportado” (traducción J. N. Darby) entre los santos; sin embargo, los corintios no habían hecho nada al respecto (versículo 1). La naturaleza de este pecado “ni aun se nombraba entre los Gentiles”. Sin embargo, ¡se encontraba en el círculo cristiano! Era preciso que se hiciese algo.
La actitud adecuada que debe tomar la asamblea en ejercer disciplina en santidad
Versículos 1-2.— Se puede argüir que los corintios no habían recibido hasta entonces ninguna instrucción específica para un caso así y, en consecuencia, no sabían qué hacer. Si ese fuera el caso, el apóstol señala que al menos podrían haber tenido la sensibilidad moral de lamentarse por ello. De haber “lamentado” y suplicado al Señor al respecto, Él habría actuado mediante un golpe de juicio gubernamental, por el cual “fuese quitado de en medio ... el que hizo tal obra” entre ellos (versículo 2). Pablo se refería a que el Señor se llevaría a esa persona a su hogar en el cielo a través de la muerte. El apóstol Juan se refiere a esta misma acción gubernamental, diciendo: “Hay pecado de muerte” (1 Juan 5:1616If any man see his brother sin a sin which is not unto death, he shall ask, and he shall give him life for them that sin not unto death. There is a sin unto death: I do not say that he shall pray for it. (1 John 5:16)). El Señor también habló de ello cuando dijo: “Todo pámpano que en Mí no lleva fruto, [Mi Padre] le quitará” (Juan 15:22Every branch in me that beareth not fruit he taketh away: and every branch that beareth fruit, he purgeth it, that it may bring forth more fruit. (John 15:2)). Véase también Santiago 5:19-2019Brethren, if any of you do err from the truth, and one convert him; 20Let him know, that he which converteth the sinner from the error of his way shall save a soul from death, and shall hide a multitude of sins. (James 5:19‑20).
Esto demuestra que el lamento es la actitud apropiada que se debe tomar cuando la asamblea local tiene que lidiar con el pecado en medio suyo (Josué 7:6-96And Joshua rent his clothes, and fell to the earth upon his face before the ark of the Lord until the eventide, he and the elders of Israel, and put dust upon their heads. 7And Joshua said, Alas, O Lord God, wherefore hast thou at all brought this people over Jordan, to deliver us into the hand of the Amorites, to destroy us? would to God we had been content, and dwelt on the other side Jordan! 8O Lord, what shall I say, when Israel turneth their backs before their enemies! 9For the Canaanites and all the inhabitants of the land shall hear of it, and shall environ us round, and cut off our name from the earth: and what wilt thou do unto thy great name? (Joshua 7:6‑9); Jueces 20:2626Then all the children of Israel, and all the people, went up, and came unto the house of God, and wept, and sat there before the Lord, and fasted that day until even, and offered burnt offerings and peace offerings before the Lord. (Judges 20:26)). Cada individuo debe poner su mano sobre su propio corazón en juicio propio dándose cuenta de que ellos mismos pudieron haber cometido ese pecado. Deben tratar el pecado como propio. Esto se llama comer “la ofrenda por el pecado” (traducción King James, Levítico 6:25-2625Speak unto Aaron and to his sons, saying, This is the law of the sin offering: In the place where the burnt offering is killed shall the sin offering be killed before the Lord: it is most holy. 26The priest that offereth it for sin shall eat it: in the holy place shall it be eaten, in the court of the tabernacle of the congregation. (Leviticus 6:25‑26); 2 Corintios 2:2-42For if I make you sorry, who is he then that maketh me glad, but the same which is made sorry by me? 3And I wrote this same unto you, lest, when I came, I should have sorrow from them of whom I ought to rejoice; having confidence in you all, that my joy is the joy of you all. 4For out of much affliction and anguish of heart I wrote unto you with many tears; not that ye should be grieved, but that ye might know the love which I have more abundantly unto you. (2 Corinthians 2:2‑4)). Estamos llamados a juzgar a los tales en la conciencia de nuestra propia pecaminosidad: “considerándote á ti mismo, porque tú no seas también tentado” (Gálatas 6:11Brethren, if a man be overtaken in a fault, ye which are spiritual, restore such an one in the spirit of meekness; considering thyself, lest thou also be tempted. (Galatians 6:1); 1 Corintios 10:1212Wherefore let him that thinketh he standeth take heed lest he fall. (1 Corinthians 10:12)). Cada persona en la asamblea debe preguntarse: “¿He contribuido de alguna manera a la caída de esa persona?” ¿Se había cuidado debidamente al descarriado? ¿Había sido pastoreado? ¿Se había orado por ellos? ¿Les dimos un ejemplo piadoso?
Pero en lugar de ser humillados por tal cosa en medio de ellos, ¡los corintios estaban “hinchados”! Eran bastante insensibles al respecto. Su carnalidad se había manifestado no sólo en la presencia de divisiones entre ellos, sino también en su extrema laxitud moral. Estaban ocupados con sus dones y gloriándose en ellos cuando deberían haber puesto sus rostros en el suelo.
Tres razones por las que el mal debe ser juzgado en la asamblea
El apóstol procede a darnos tres grandes razones por las que el mal debe ser juzgado en la asamblea. Las instrucciones aquí dadas proporcionan a la Iglesia luz sobre lo que debe hacer si tales pecados surgen en medio suyo.
1) El mantenimiento de la gloria del Señor
Versículos 3-4.— El nombre del Señor había sido asociado con el pecado en medio de ellos y necesitaba ser reivindicado. Por lo tanto, se instó a la asamblea a llevar a cabo un juicio administrativo excomulgando a la persona en cuestión. Al excluir al infractor de la comunión, el nombre del Señor quedaba disociado del mal y, de ese modo, Su nombre quedaba exonerado.
En el versículo 4, el apóstol les da el modo de proceder. Aunque no se encontraba presente, él sabía lo que debía hacerse, y se lo presentó a los corintios. Cuando estaban “juntados” como asamblea, debían actuar en su capacidad administrativa, excomulgando a la persona (versículo 13). Esta acción tendría la autoridad del Señor: “El poder de nuestro Señor Jesucristo”. La acción debía llevarse a cabo cuando estuvieran reunidos en asamblea, por lo que el Señor estaría en medio de ellos, dando así Su autoridad a la acción. Se hace referencia a esto en Mateo 18:18,20,18Verily I say unto you, Whatsoever ye shall bind on earth shall be bound in heaven: and whatsoever ye shall loose on earth shall be loosed in heaven. (Matthew 18:18)
20For where two or three are gathered together in my name, there am I in the midst of them. (Matthew 18:20) donde dice: “Todo lo que ligareis en la tierra, será ligado en el cielo ... Porque donde están dos ó tres congregados en Mi nombre, allí estoy en medio de ellos”.
2) La corrección y restauración del transgresor
Versículo 5.— Hay otra razón por la cual la persona debe ser puesta fuera de la comunión: “Para destrucción de la carne, para que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús”. La persona en cuestión necesitaba ser corregida y restaurada. Su voluntad necesitaba ser quebrantada para que el arrepentimiento produjera su fruto. Ser apartado de la comunión de los santos obraría con tal fin. El hecho de que se le quite el calor del círculo cristiano de comunión y se le deje en la frialdad del mundo, está calculado para producir el arrepentimiento necesario. Sería entregado al dominio o esfera de Satanás, que es el mundo.
La “destrucción de la carne” hace referencia al cuerpo. Esto muestra que lo más que Satanás puede hacer es tocar el cuerpo del hijo de Dios. Job es un ejemplo. En última instancia, podría conducir a la muerte si el arrepentimiento no hubiera obrado en el alma del hombre. Si llegara a eso, “el espíritu” del hombre todavía sería “salvo” porque Satanás no puede tocar la posición eternamente segura del cristiano en Cristo.
Toda disciplina de la asamblea debe tener en vista la corrección y restauración del transgresor. La asamblea no excluye a tal persona de la comunión para deshacerse de ella. La excomulgación es para desbaratar el curso deliberado del individuo, para que sienta lo que ha hecho y se arrepienta. Luego, la asamblea tiene el dichoso privilegio de restituirlo a la comunión. La censura impuesta a la persona puede ser “desatada” (Mateo 18:1818Verily I say unto you, Whatsoever ye shall bind on earth shall be bound in heaven: and whatsoever ye shall loose on earth shall be loosed in heaven. (Matthew 18:18)). En el caso de este individuo en Corinto, eso es exactamente lo que sucedió. Al ser apartado, su voluntad fue quebrantada y se produjo el arrepentimiento necesario, con lo cual fue restaurado al Señor y a la comunión de sus hermanos (2 Corintios 2:6-116Sufficient to such a man is this punishment, which was inflicted of many. 7So that contrariwise ye ought rather to forgive him, and comfort him, lest perhaps such a one should be swallowed up with overmuch sorrow. 8Wherefore I beseech you that ye would confirm your love toward him. 9For to this end also did I write, that I might know the proof of you, whether ye be obedient in all things. 10To whom ye forgive any thing, I forgive also: for if I forgave any thing, to whom I forgave it, for your sakes forgave I it in the person of Christ; 11Lest Satan should get an advantage of us: for we are not ignorant of his devices. (2 Corinthians 2:6‑11)).
3) La pureza de la asamblea
Versículos 6-11.— El apóstol menciona una tercera razón por la que era necesaria la excomunión. Puesto que la santidad conviene a la casa de Dios (Salmo 93:55Thy testimonies are very sure: holiness becometh thine house, O Lord, for ever. (Psalm 93:5)), la asamblea es responsable de mantener la santidad en medio suyo. Hay dos razones para ello: en primer lugar, para que sea un lugar adecuado en medio del cual habite el Señor; y en segundo lugar, para que el carácter leudante del mal no permee toda la asamblea, y muchos se vean afectados por el mal y sigan tales caminos.
Para enseñar esta importante lección, Pablo utiliza la ilustración de una masa. Tal como la levadura en una parte de una masa impregna toda ella, el mal que se deja sin juzgar en la asamblea se propaga. “¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?” (versículo 6). Esto enseña la valiosa lección de que la asociación con el mal contamina. Esto es cierto tanto si se trata de un mal doctrinal (2 Timoteo 2:16-1816But shun profane and vain babblings: for they will increase unto more ungodliness. 17And their word will eat as doth a canker: of whom is Hymeneus and Philetus; 18Who concerning the truth have erred, saying that the resurrection is past already; and overthrow the faith of some. (2 Timothy 2:16‑18); 2 Juan 9-119Whosoever transgresseth, and abideth not in the doctrine of Christ, hath not God. He that abideth in the doctrine of Christ, he hath both the Father and the Son. 10If there come any unto you, and bring not this doctrine, receive him not into your house, neither bid him God speed: 11For he that biddeth him God speed is partaker of his evil deeds. (2 John 9‑11); Gálatas 5:99A little leaven leaveneth the whole lump. (Galatians 5:9)), de un mal moral (Josué 7:1111Israel hath sinned, and they have also transgressed my covenant which I commanded them: for they have even taken of the accursed thing, and have also stolen, and dissembled also, and they have put it even among their own stuff. (Joshua 7:11); Jueces 20:1313Now therefore deliver us the men, the children of Belial, which are in Gibeah, that we may put them to death, and put away evil from Israel. But the children of Benjamin would not hearken to the voice of their brethren the children of Israel: (Judges 20:13)) o de un mal eclesiástico (1 Corintios 10:15-2315I speak as to wise men; judge ye what I say. 16The cup of blessing which we bless, is it not the communion of the blood of Christ? The bread which we break, is it not the communion of the body of Christ? 17For we being many are one bread, and one body: for we are all partakers of that one bread. 18Behold Israel after the flesh: are not they which eat of the sacrifices partakers of the altar? 19What say I then? that the idol is any thing, or that which is offered in sacrifice to idols is any thing? 20But I say, that the things which the Gentiles sacrifice, they sacrifice to devils, and not to God: and I would not that ye should have fellowship with devils. 21Ye cannot drink the cup of the Lord, and the cup of devils: ye cannot be partakers of the Lord's table, and of the table of devils. 22Do we provoke the Lord to jealousy? are we stronger than he? 23All things are lawful for me, but all things are not expedient: all things are lawful for me, but all things edify not. (1 Corinthians 10:15‑23); Hageo 2:11-1311Thus saith the Lord of hosts; Ask now the priests concerning the law, saying, 12If one bear holy flesh in the skirt of his garment, and with his skirt do touch bread, or pottage, or wine, or oil, or any meat, shall it be holy? And the priests answered and said, No. 13Then said Haggai, If one that is unclean by a dead body touch any of these, shall it be unclean? And the priests answered and said, It shall be unclean. (Haggai 2:11‑13)).
Aunque no hayamos cometido el pecado, si estamos en comunión con una persona que lo comete, entonces estamos asociados con ello. El principio de asociación con el mal se ilustra en el caso del pecado de Acán. Cuando éste pecó, Dios dijo: “Israel ha pecado” (Josué 7:1111Israel hath sinned, and they have also transgressed my covenant which I commanded them: for they have even taken of the accursed thing, and have also stolen, and dissembled also, and they have put it even among their own stuff. (Joshua 7:11)). Nada condena más claramente la falsa idea de que el pecado en una persona concierne sólo a esa persona y no involucra a los demás con quienes está en comunión. Muy al contrario, Dios considera la tolerancia del mal en una asamblea como complicidad con éste.
La responsabilidad de la asamblea de Corinto era: “Limpiad pues la vieja levadura, para que seáis nueva masa, como sois sin levadura”. El apóstol quería que llevaran su estado colectivo hasta el mismo nivel de su posición ante Dios, como siendo “sin levadura” (versículo 7). Necesitaban ser en la práctica lo que eran en posición. Cortar la levadura en la asamblea poniendo al hombre incestuoso fuera de la comunión haría esto en un sentido colectivo.
Así pues, el apóstol quería hacer que celebraran la “fiesta”, no con indiferencia hacia el pecado, sino “en ázimos de sinceridad y de verdad” (versículo 8). La “fiesta” no se refiere sólo a la Cena del Señor, sino a todo el período de la vida del creyente en la tierra. Toda nuestra vida debe ser una “fiesta” de comunión con Dios en santa separación del pecado. No debe celebrarse con “vieja levadura”, que es una referencia a los pecados anteriores a la conversión que podrían surgir en la vida de un creyente.
En los versículos 9-10 el apóstol muestra que el ejercicio de la disciplina piadosa sólo puede practicarse dentro del círculo cristiano. Intentar ejercer tal disciplina con el hombre del mundo sería imposible. El cristiano no tiene por qué tratar de enderezar al mundo. Al decir “no absolutamente con los fornicarios de este mundo”, estaba haciendo concesiones para tales situaciones en las que el cristiano podría tener la obligación de comer con un fornicario no salvo de este mundo, tal vez con un jefe. Él explica que, para intentar llevar a cabo la disciplina hacia el perdido de este mundo, uno tendría que “salir del mundo” totalmente, lo cual es imposible.
Se apresura a decir que, “si alguno llamándose hermano” cometiera tal pecado, “no os envolváis” con él (versículo 11). Es decir, no debemos estar en su compañía ni mostrar ninguna comunión con él, ni siquiera para comer en conjunto. Al ser rechazado por la comunidad cristiana, el hombre experimentaría la gravedad de lo que ha hecho, y el arrepentimiento comenzaría a obrar en su alma.
El apóstol también menciona que la necesidad de excomulgar no se limitaba a un “fornicario”, sino que incluía a aquel que es “avaro”, “idólatra”, “maldiciente”, “borracho”, “ladrón”, etc. No es una lista completa, pues no se nombra a un asesino ni a un blasfemo, pero seguramente serían excomulgados, como los demás que menciona.
La responsabilidad de la asamblea local
Versículos 12-13.— El apóstol concluye diciendo que no somos responsables de juzgar a los que están fuera del círculo cristiano: “Los que están fuera”. Dios hará esto a su debido tiempo. Pero somos responsables de juzgar el pecado en una persona que está “dentro” del círculo cristiano de comunión. Y dice: “Quitad pues á ese malo de entre vosotros”. Nótese que no llama hermano a la persona en cuestión, sino “malo”. Esto se debe a que si una persona no ha juzgado el curso del pecado en el que se encuentra, es cuestionable si es un verdadero hijo de Dios, porque el cristianismo normal es que cada hermano y hermana viva una vida santa para la gloria de Dios. Si alguien hace lo contrario, hay una interrogante en cuanto a si él o ella es verdaderamente creyente. El hombre en este capítulo demostró ser un verdadero creyente por su arrepentimiento, visto más adelante en 2 Corintios 2:6-116Sufficient to such a man is this punishment, which was inflicted of many. 7So that contrariwise ye ought rather to forgive him, and comfort him, lest perhaps such a one should be swallowed up with overmuch sorrow. 8Wherefore I beseech you that ye would confirm your love toward him. 9For to this end also did I write, that I might know the proof of you, whether ye be obedient in all things. 10To whom ye forgive any thing, I forgive also: for if I forgave any thing, to whom I forgave it, for your sakes forgave I it in the person of Christ; 11Lest Satan should get an advantage of us: for we are not ignorant of his devices. (2 Corinthians 2:6‑11). Hasta este punto, él no había mostrado arrepentimiento, y por lo tanto, fue llamado “malo”.
“Dentro” y “fuera”
En estos versículos Pablo indica que hay un “dentro” y un “fuera” en relación con la comunión de la asamblea. En los días en que el apóstol Pablo escribió a los corintios, no había otras congregaciones de creyentes aparte de las que estaban en el terreno de la Iglesia. Las lamentables divisiones sectarias externas en el testimonio cristiano aún no se habían desarrollado. En aquel entonces existía “toda la Iglesia”, fuera de ella sólo había “indoctos” o “no creyentes” (1 Corintios 14:2323If therefore the whole church be come together into one place, and all speak with tongues, and there come in those that are unlearned, or unbelievers, will they not say that ye are mad? (1 Corinthians 14:23)). Los que se llamaban “hermanos” estaban en la única congregación de cristianos que estaban reunidos al nombre del Señor (Mateo 18:2020For where two or three are gathered together in my name, there am I in the midst of them. (Matthew 18:20)). Cuando la asamblea de Corinto actuó para expulsar al fornicario, actuaron en nombre de toda la Iglesia. Por lo tanto, él estaba fuera de la comunión de toda la Iglesia de Dios en la tierra. Si alguien estaba fuera de la asamblea en aquel entonces, se encontraba en el mundo donde no tendría comunión cristiana.
Hoy en día las cosas son diferentes debido a la ruina del testimonio cristiano. Como resultado, hay una gran cantidad de congregaciones de cristianos creadas por el hombre reuniéndose independientemente unos de otros. Hoy en día si una persona es apartada de entre los santos reunidos al nombre del Señor, aunque está universalmente fuera de la comunión de los santos así reunidos, no está necesariamente fuera de la comunión cristiana. Fácilmente podría ir a otro grupo de cristianos y sentirse bien recibido allí. La pregunta es: “¿Está esa persona ‘fuera’ en el sentido en que Pablo hablaba en los días de la Iglesia primitiva?”. Hoy día, debido a la ruina, tendríamos que decir: “No”. No puede ser puesta en un lugar donde no hay comunión cristiana, pero la persona todavía puede ser puesta “fuera” de la comunión de los santos que se reúnen en el terreno del un solo cuerpo. El “dentro” y el “fuera”, ya sea en ese entonces o ahora, tiene que ver con estar dentro o fuera de la comunión de los santos reunidos en el nombre del Señor donde Él está en medio de acuerdo con Mateo 18:2020For where two or three are gathered together in my name, there am I in the midst of them. (Matthew 18:20).
Puesto que el partimiento del pan es la reunión en la que se expresa nuestra comunión en la Mesa del Señor (1 Corintios 10:16-1716The cup of blessing which we bless, is it not the communion of the blood of Christ? The bread which we break, is it not the communion of the body of Christ? 17For we being many are one bread, and one body: for we are all partakers of that one bread. (1 Corinthians 10:16‑17)), el “dentro” y el “fuera” deben estar marcados externamente para distinguir a los que están en comunión y a los que no lo están. Los que no están partiendo el pan deberían sentarse atrás. Esto era especialmente necesario en los primeros días de los hermanos cuando las reuniones eran muy grandes. Sin esto, sería difícil saber quién estaba en comunión y quien no y podría llevar a confusión. No hay una regla en cuanto a esto, pero todas las cosas deben hacerse decentemente y con orden (1 Corintios 14:4040Let all things be done decently and in order. (1 Corinthians 14:40)). A. P. (Lord) Cecil dijo: “No me queda duda de que el dentro y el fuera de las asambleas deben estar marcados exteriormente y mantenerse diferenciados: de lo contrario hay confusión.”