2 Samuel 9: Mefi-boset

2 Samuel 9
En este capítulo tenemos una hermosa historia que muestra cómo la gracia de Dios alcanza a indignos pecadores. Mefi-boset, nieto de Saúl (el que había perseguido continuamente a David), estaba lisiado de ambos pies. Así que no podía caminar bien y en aquel entonces esto era un problema serio, pues no habían sillas de ruedas y mucho menos autos o aviones: todos tenían que caminar o cabalgar. El poder de un hombre para combatir en la guerra era muy importante y alguien que estaba lisiado era inútil. Aun más, Mefi-boset se escondió en un lugar llamado Lodebar que significa “no hay pasto”. Todo esto nos pinta un cuadro de alguien que estaba en serios problemas. Así acontece con todos los que no conocen al Señor Jesucristo hoy en día, pues no pueden hacer lo bueno por más que lo intenten. En sentido espiritual se hallan lisiados y sin el poder para caminar bien. Quienes no se han convertido al Señor buscan en el mundo amor, gozo y paz para alimentar sus almas pero descubren que allí “no hay pasto”, ya que Satanás solo provee placeres momentáneos que luego desaparecen. Sin padre, tíos paternos, abuelo y viviendo en un lugar desagradable, Mefi-boset verdaderamente representa bien a las personas que están sin Cristo.
David, que era el rey de aquel entonces, tuvo una actitud muy bonita cuando dijo: “¿Ha quedado alguno de la casa de Saúl, a quien haga yo misericordia por amor de Jonatán?” (2 Samuel 9:11And David said, Is there yet any that is left of the house of Saul, that I may show him kindness for Jonathan's sake? (2 Samuel 9:1)) El amor de David por su amigo Jonatán nos hace pensar en el amor de Dios por Su propio Hijo, el Señor Jesús. Él siempre ha amado y busca la forma de demostrar Su amor infinito. No es que Mefi-boset merecía algo de David, sino que en David nació el deseo de bendecir a la descendencia de Saúl. De igual forma Dios quiere mostrarnos Su amor, no porque nos lo hayamos ganado con nuestros méritos, sino porque en Su naturaleza Él es amor. El amor de David le motivó a buscarlo y manifestarlo cuando: “envió el rey David, y le trajo [a Mefi-boset]... de Lodebar” (2 Samuel 9:55Then king David sent, and fetched him out of the house of Machir, the son of Ammiel, from Lo-debar. (2 Samuel 9:5)). En el Nuevo Testamento vemos que Dios hizo lo mismo: “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:1010For the Son of man is come to seek and to save that which was lost. (Luke 19:10)). La verdad es que nosotros no vamos a buscarle, sino que nos escondemos así como lo hizo Adán en el huerto del Edén. El pecado nos da vergüenza de estar en la presencia de Dios, pero su gracia busca nuestra redención.
En el momento en que Mefi-boset llegó “se postró sobre su rostro e hizo reverencia” (2 Samuel 9:66Now when Mephibosheth, the son of Jonathan, the son of Saul, was come unto David, he fell on his face, and did reverence. And David said, Mephibosheth. And he answered, Behold thy servant! (2 Samuel 9:6)). Así, también nosotros cuando llegamos a entender qué tan viles somos y que a pesar de todo Dios nos ama y nos busca, entonces podemos humillarnos y arrepentirnos de verdad. Mefi-boset vino para hacer reverencia al rey y humillarse ante él. Este es el verdadero efecto que produce la gracia cuando toca al corazón; pues mientras pensemos que tenemos algún mérito, no reconoceremos ni valoraremos cuánto amor Dios ha derramado hacia nosotros. Pero cuando nos enteramos de nuestra maldad y de la misericordia de Dios, entonces del corazón brota verdadera adoración y hemos aprendido esta profunda lección: “su benignidad [nos] guía al arrepentimiento” (Romanos 2:44Or despisest thou the riches of his goodness and forbearance and longsuffering; not knowing that the goodness of God leadeth thee to repentance? (Romans 2:4)).
El resultado de haber sido guiado al arrepentimiento y entender su gracia es una bendición abundante. David le dijo a Mefi-boset: “No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre a mi mesa” (2 Samuel 9:77And David said unto him, Fear not: for I will surely show thee kindness for Jonathan thy father's sake, and will restore thee all the land of Saul thy father; and thou shalt eat bread at my table continually. (2 Samuel 9:7)). Mefi-boset recibió, así como nosotros de Dios, paz, la promesa de amor, una herencia y la presencia y favor del rey para siempre. Las bendiciones de la gracia siempre sobrepasan cualquier consecuencia de la ley.