Algunas Escrituras que parecen decir que una persona podría perder su salvación

“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos: mas el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les protestaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de maldad”. Al leer esto de manera casual, podríamos pensar que se refiere a alguien que no solo es salvo, sino que también está sirviendo al Señor, y termina perdiendo su salvación.
Este malentendido es un ejemplo de no leer cuidadosamente el pasaje en su contexto. Una lectura cuidadosa muestra que la persona nunca fue salva en primer lugar. Había hecho una profesión, diciendo: “Señor, Señor”, pero carecía de verdad en su interior. El contexto tiene que ver con “los falsos profetas, que vienen á vosotros con vestidos de ovejas” (Mateo 7:7-207Ask, and it shall be given you; seek, and ye shall find; knock, and it shall be opened unto you: 8For every one that asketh receiveth; and he that seeketh findeth; and to him that knocketh it shall be opened. 9Or what man is there of you, whom if his son ask bread, will he give him a stone? 10Or if he ask a fish, will he give him a serpent? 11If ye then, being evil, know how to give good gifts unto your children, how much more shall your Father which is in heaven give good things to them that ask him? 12Therefore all things whatsoever ye would that men should do to you, do ye even so to them: for this is the law and the prophets. 13Enter ye in at the strait gate: for wide is the gate, and broad is the way, that leadeth to destruction, and many there be which go in thereat: 14Because strait is the gate, and narrow is the way, which leadeth unto life, and few there be that find it. 15Beware of false prophets, which come to you in sheep's clothing, but inwardly they are ravening wolves. 16Ye shall know them by their fruits. Do men gather grapes of thorns, or figs of thistles? 17Even so every good tree bringeth forth good fruit; but a corrupt tree bringeth forth evil fruit. 18A good tree cannot bring forth evil fruit, neither can a corrupt tree bring forth good fruit. 19Every tree that bringeth not forth good fruit is hewn down, and cast into the fire. 20Wherefore by their fruits ye shall know them. (Matthew 7:7‑20)). Estos eran impostores. El Señor estaba alertando a Sus oyentes de que podría haber impostores entre ellos.
El Señor dijo a estas personas (figurativamente): “Nunca os conocí”. “Nunca” existió algún momento de su vida en el que tuvieron una relación con el Señor. ¡Nunca fueron salvos! El Señor no dijo: “Te conocí una vez, pero ahora que has pecado y te has apartado, ya no te conozco”. Compare esto con Juan 10:27,27My sheep hear my voice, and I know them, and they follow me: (John 10:27) donde el Señor dice acerca de los verdaderos creyentes: “Yo [los] conozco”. Estas personas en Mateo 7 nunca fueron salvas porque no habían hecho “la voluntad” del Padre, que según Juan 6:4040And this is the will of him that sent me, that every one which seeth the Son, and believeth on him, may have everlasting life: and I will raise him up at the last day. (John 6:40) es creer en el Señor Jesús: “Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna”.
Ahora podemos preguntarnos cómo es que estas personas hicieron “muchos milagros” y “profetizaron” en el Nombre del Señor si no fueron salvas. Hay muchos relatos de personas que se ocuparon en el supuesto “ministerio”, que predicaron la Palabra de Dios desde el púlpito y, sin embargo, no fueron salvos. John Wesley es un ejemplo, Judas Iscariote sería otro (Mateo 10:1-71And when he had called unto him his twelve disciples, he gave them power against unclean spirits, to cast them out, and to heal all manner of sickness and all manner of disease. 2Now the names of the twelve apostles are these; The first, Simon, who is called Peter, and Andrew his brother; James the son of Zebedee, and John his brother; 3Philip, and Bartholomew; Thomas, and Matthew the publican; James the son of Alpheus, and Lebbeus, whose surname was Thaddeus; 4Simon the Canaanite, and Judas Iscariot, who also betrayed him. 5These twelve Jesus sent forth, and commanded them, saying, Go not into the way of the Gentiles, and into any city of the Samaritans enter ye not: 6But go rather to the lost sheep of the house of Israel. 7And as ye go, preach, saying, The kingdom of heaven is at hand. (Matthew 10:1‑7)). John Wesley fue salvo más tarde, pero Judas nunca fue salvo. También es posible que una persona no salva “[lance fuera] demonios”. Hechos 19:1313Then certain of the vagabond Jews, exorcists, took upon them to call over them which had evil spirits the name of the Lord Jesus, saying, We adjure you by Jesus whom Paul preacheth. (Acts 19:13) nos da un ejemplo, y nuevamente, Judas es otro ejemplo (Mateo 10:11And when he had called unto him his twelve disciples, he gave them power against unclean spirits, to cast them out, and to heal all manner of sickness and all manner of disease. (Matthew 10:1)). La solemne evaluación que hizo el Señor sobre las obras de ellos fue que solo eran obras de “maldad” (Mateo 7:2323And then will I profess unto them, I never knew you: depart from me, ye that work iniquity. (Matthew 7:23)).
Este pasaje de Mateo 7 se da para mostrarnos lo lejos que puede llegar la profesión falsa, ¡incluso hasta el punto de que una persona se haga pasar por un siervo del Señor! Es una verdadera advertencia para cualquiera que se involucra en las cosas de Dios sin tener ninguna realidad interior.
“Cuando el espíritu inmundo ha salido del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. Entonces dice: Me volveré á mi casa de donde salí: y cuando viene, la halla desocupada, barrida y adornada. Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y son peores las cosas últimas del tal hombre que las primeras: así también acontecerá á esta generación mala”. Se dice que este hombre fue limpiado (es decir, salvo) porque el espíritu inmundo salió de él, y que luego se asoció con espíritus malignos, de modo que perdió todo lo que había ganado al ser purificado. Por lo tanto, perdió su salvación y su último estado fue peor que antes de ser purificado.
Este es un ejemplo de un pasaje que tiene algunas frases inusuales y ambiguas. Hay que deducir cosas en él para que la interpretación errónea encaje. Decir que este hombre fue salvo implica algo que no está en el pasaje. El Señor estaba hablando acerca de los judíos de una forma colectiva, de cuando se separaban de Dios para entregarse a la idolatría. El contexto es que el Señor estaba siendo rechazado, tanto por la gente común en las aldeas de Galilea (Mateo 11), como por los líderes en Judea (Mateo 12). Por tanto, dio esta solemne advertencia sobre la nación.
El Señor habla de este hombre de una forma figurativa, que representa a toda una “generación” de personas, no a un individuo en particular. Al regresar de Babilonia, los judíos habían abandonado la idolatría y el espiritismo relacionado con ella. En ese sentido, el “espíritu inmundo” había salido de la nación, dejando la casa de Israel “vacía, barrida y adornada”. Pero ellos no le habían dado al Señor el lugar que le corresponde como su Mesías. Les dijo que, dado que su incredulidad era tan profunda, se manifestaría en un día venidero que la nación volvería a la idolatría. Esto sucederá cuando los judíos reciban al Anticristo y adoren la imagen de la Bestia (Juan 5:4343I am come in my Father's name, and ye receive me not: if another shall come in his own name, him ye will receive. (John 5:43); Apocalipsis 13:12-1512And he exerciseth all the power of the first beast before him, and causeth the earth and them which dwell therein to worship the first beast, whose deadly wound was healed. 13And he doeth great wonders, so that he maketh fire come down from heaven on the earth in the sight of men, 14And deceiveth them that dwell on the earth by the means of those miracles which he had power to do in the sight of the beast; saying to them that dwell on the earth, that they should make an image to the beast, which had the wound by a sword, and did live. 15And he had power to give life unto the image of the beast, that the image of the beast should both speak, and cause that as many as would not worship the image of the beast should be killed. (Revelation 13:12‑15)). ¡Se sumergirán en una idolatría siete veces peor que en la que estaban antes de su cautiverio en Babilonia! El pasaje, por lo tanto, no tiene absolutamente nada que ver con la posibilidad de que un cristiano pueda perder su salvación.
“Y parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y nació luego, porque no tenía profundidad de tierra: Mas en saliendo el sol, se quemó; y secóse, porque no tenía raíz ... Y el que fué sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y luego la recibe con gozo. Mas no tiene raíz en sí, antes es temporal que venida la aflicción ó la persecución por la palabra, luego se ofende”.
Esta es una parte de la parábola del Sembrador. Los diversos tipos de terreno sobre el que cayó la semilla representan los diversos tipos de corazones con los que la Palabra de Dios entra en contacto. Este oyente pedregoso recibió la semilla con gozo. Por lo tanto, se asume que fue salvo, pero cuando fue probado, cayó y perdió su salvación.
El problema con esta interpretación es asumir que “recibir la Palabra” es sinónimo de ser salvo. Sin embargo, es posible que una persona reciba la Palabra de Dios sin creerla en su corazón. Simón el hechicero es un ejemplo. Él “creyó” (Hechos 8:1313Then Simon himself believed also: and when he was baptized, he continued with Philip, and wondered, beholding the miracles and signs which were done. (Acts 8:13)), pero no en su corazón (Romanos 10:99That if thou shalt confess with thy mouth the Lord Jesus, and shalt believe in thine heart that God hath raised him from the dead, thou shalt be saved. (Romans 10:9)). Se podría pensar que, dado que la persona recibió la Palabra con “gozo”, debió haber sido felizmente salvo. Sin embargo, cuando una persona recibe correctamente la Palabra de Dios, el efecto inicial no es gozo, sino pena y profunda convicción. La conciencia se agita en relación con los pecados de la persona, lo que produce arrepentimiento. El gozo empieza cuando la persona se da cuenta de que Dios ha borrado sus pecados por medio del poder limpiador de la sangre de Cristo. Recibir la Palabra con alegría indica un efecto superficial; es una señal reveladora de que algo no está bien. La persona no ha entendido realmente su condición ante Dios como pecador, y no ha habido una convicción real. F. G. Patterson dijo: “La primera acción de la Palabra es provocar una mala conciencia en la persona, creando infelicidad sobre su estado actual, convenciéndola de su pecado, causando ansiedad, etcétera”.
Hay muchos que han escuchado la Palabra, e inicialmente han hecho una demostración en su vida, pero luego el tiempo demostró que no eran reales. Eso es lo que el Señor estaba indicando con este oyente pedregoso. De los cuatro terrenos sobre los que cayó la semilla, solo hay uno en el que produjo fruto. El fruto en la vida de una persona es lo que comprueba que es verdaderamente salvo. El oyente pedregoso era un simple profesante sin una vida nueva.
“Mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo”. Este versículo se ha utilizado para apoyar la idea falsa de que un creyente tiene que continuar con el Señor en el camino de la fe hasta el final de su vida para ser salvo.
Esta interpretación es otro ejemplo de no leer el versículo en su contexto, ni entender el uso de ciertos términos bíblicos como ser “salvo”. Muchos que están confundidos sobre la doctrina de la seguridad del creyente también piensan que la Iglesia pasará por el período de tribulación de siete años. Esto solo prueba el viejo dicho: “Las malas doctrinas rara vez vienen solas”.
El contexto aquí indica que se trata de judíos, no cristianos, en el período futuro de tribulación de siete años. El Señor está describiendo eventos que tendrán lugar después de que la Iglesia sea llamada al cielo. La predicación del “evangelio del reino”, el establecimiento de “la abominación del asolamiento”, el “lugar santo” en el templo y el peligro de profanar el “sábado”, la mención de la “Gran Tribulación”, y la venida del Señor como el “Hijo del Hombre”, todo apunta al hecho de que será un escenario judío en un día venidero. El pasaje no tiene nada que ver con que los cristianos pierdan su salvación. Este es otro ejemplo de deducir algo en un pasaje de la Escritura.
El “fin” en este versículo no es el fin de la vida de un cristiano, sino el “fin” de la era, que será el fin de la Gran Tribulación. El contexto apoya esto (versículo 3).
Además, hay un malentendido del significado y uso de la palabra “salvo”. Muchos cristianos, cada vez que esa palabra aparece en el texto, automáticamente asumen que se refiere a la salvación del castigo de nuestros pecados. Sin embargo, hay muchos aspectos y usos de la palabra salvación, y se requiere comprender el contexto del pasaje para saber qué aspecto está a la vista. La salvación es una palabra exhaustiva en las Escrituras que siempre conlleva el pensamiento de liberación de algún tipo de peligro. Abarca todos los aspectos de la liberación del peligro y el juicio en la vida de un creyente, desde su justificación hasta su glorificación. Además de ser salvos de la pena de nuestros pecados, hay un aspecto de la salvación que se refiere a la liberación de los peligros espirituales presentes en este mundo (Romanos 5:1010For if, when we were enemies, we were reconciled to God by the death of his Son, much more, being reconciled, we shall be saved by his life. (Romans 5:10); Hebreos 7:2525Wherefore he is able also to save them to the uttermost that come unto God by him, seeing he ever liveth to make intercession for them. (Hebrews 7:25); 1 Timoteo 4:1616Take heed unto thyself, and unto the doctrine; continue in them: for in doing this thou shalt both save thyself, and them that hear thee. (1 Timothy 4:16); Santiago 1:2121Wherefore lay apart all filthiness and superfluity of naughtiness, and receive with meekness the engrafted word, which is able to save your souls. (James 1:21); 1 Pedro 4:18,18And if the righteous scarcely be saved, where shall the ungodly and the sinner appear? (1 Peter 4:18) etc.) y de peligros físicos (2 Corintios 1:1010Who delivered us from so great a death, and doth deliver: in whom we trust that he will yet deliver us; (2 Corinthians 1:10); 1 Timoteo 2:15, 4:10; 2 Reyes 6:2525And there was a great famine in Samaria: and, behold, they besieged it, until an ass's head was sold for fourscore pieces of silver, and the fourth part of a cab of dove's dung for five pieces of silver. (2 Kings 6:25)). También hay un aspecto de la salvación que es futuro, cuando el Señor venga a liberar a su pueblo de los efectos del pecado, llevándolos a su hogar en el cielo (Romanos 13:1111And that, knowing the time, that now it is high time to awake out of sleep: for now is our salvation nearer than when we believed. (Romans 13:11); 1 Tesalonicenses 5:99For God hath not appointed us to wrath, but to obtain salvation by our Lord Jesus Christ, (1 Thessalonians 5:9); Hebreos 9:2828So Christ was once offered to bear the sins of many; and unto them that look for him shall he appear the second time without sin unto salvation. (Hebrews 9:28); 1 Pedro 1:55Who are kept by the power of God through faith unto salvation ready to be revealed in the last time. (1 Peter 1:5)).
Por lo tanto, es un error limitar la palabra “salvo” a la liberación del infierno. “Salvo” se usa en este pasaje en un sentido práctico y literal. Aquellos que literalmente sobreviven a los juicios de la Gran Tribulación y los engaños del Anticristo llegarán al “cumplimiento del siglo” (Mateo 24:33And as he sat upon the mount of Olives, the disciples came unto him privately, saying, Tell us, when shall these things be? and what shall be the sign of thy coming, and of the end of the world? (Matthew 24:3) – traducción J. N. Darby), para entrar en el reino milenario de Cristo. El objetivo del versículo es animar al remanente fiel de judíos a que se aferren hasta el “cumplimiento del siglo”, soportando las dificultades y la iniquidad espiritual que marcarán esos días, y serán recompensados con la liberación en el reino.
“Engañarán, si es posible, aun á los escogidos”. De alguna manera se ha interpretado que esto significa que una persona podría perder su salvación, aunque el versículo no dice nada al respecto.
Nuevamente, el contexto aquí es judío. No tiene nada que ver con los cristianos que ni estarán en la tierra en este momento. Simplemente significa que Dios no permitirá que los judíos “escogidos” (el remanente) en la Gran Tribulación sean engañados por el engaño de la Bestia y el Anticristo (2 Tesalonicenses 2:9-129Even him, whose coming is after the working of Satan with all power and signs and lying wonders, 10And with all deceivableness of unrighteousness in them that perish; because they received not the love of the truth, that they might be saved. 11And for this cause God shall send them strong delusion, that they should believe a lie: 12That they all might be damned who believed not the truth, but had pleasure in unrighteousness. (2 Thessalonians 2:9‑12); Apocalipsis 9:1-111And the fifth angel sounded, and I saw a star fall from heaven unto the earth: and to him was given the key of the bottomless pit. 2And he opened the bottomless pit; and there arose a smoke out of the pit, as the smoke of a great furnace; and the sun and the air were darkened by reason of the smoke of the pit. 3And there came out of the smoke locusts upon the earth: and unto them was given power, as the scorpions of the earth have power. 4And it was commanded them that they should not hurt the grass of the earth, neither any green thing, neither any tree; but only those men which have not the seal of God in their foreheads. 5And to them it was given that they should not kill them, but that they should be tormented five months: and their torment was as the torment of a scorpion, when he striketh a man. 6And in those days shall men seek death, and shall not find it; and shall desire to die, and death shall flee from them. 7And the shapes of the locusts were like unto horses prepared unto battle; and on their heads were as it were crowns like gold, and their faces were as the faces of men. 8And they had hair as the hair of women, and their teeth were as the teeth of lions. 9And they had breastplates, as it were breastplates of iron; and the sound of their wings was as the sound of chariots of many horses running to battle. 10And they had tails like unto scorpions, and there were stings in their tails: and their power was to hurt men five months. 11And they had a king over them, which is the angel of the bottomless pit, whose name in the Hebrew tongue is Abaddon, but in the Greek tongue hath his name Apollyon. (Revelation 9:1‑11)). El engaño será tan fuerte que, si Dios no actuara providencialmente, incluso los elegidos serían engañados. Afortunadamente, Él no permitirá que eso suceda.
“Y respondiendo su señor, le dijo: Malo y negligente siervo, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí; Por tanto te convenía dar mi dinero á los banqueros, y viniendo yo, hubiera recibido lo que es mío con usura. Quitadle pues el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque á cualquiera que tuviere, le será dado, y tendrá más; y al que no tuviere, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera: allí será el lloro y el crujir de dientes”. Se ha dicho que este hombre perdió su salvación porque no sirvió al Señor.
El error aquí es asumir que debido a que el hombre es llamado “siervo”, él es salvo. Esto nuevamente es deducir algo en las Escrituras. A esta persona se le llama “siervo” porque tomó ese lugar por simple profesión y, en consecuencia, fue juzgada en base a ello. Este principio es invariable en las Escrituras (Mateo 12:3737For by thy words thou shalt be justified, and by thy words thou shalt be condemned. (Matthew 12:37); Lucas 19:2222And he saith unto him, Out of thine own mouth will I judge thee, thou wicked servant. Thou knewest that I was an austere man, taking up that I laid not down, and reaping that I did not sow: (Luke 19:22); 2 Samuel 1:1-161Now it came to pass after the death of Saul, when David was returned from the slaughter of the Amalekites, and David had abode two days in Ziklag; 2It came even to pass on the third day, that, behold, a man came out of the camp from Saul with his clothes rent, and earth upon his head: and so it was, when he came to David, that he fell to the earth, and did obeisance. 3And David said unto him, From whence comest thou? And he said unto him, Out of the camp of Israel am I escaped. 4And David said unto him, How went the matter? I pray thee, tell me. And he answered, That the people are fled from the battle, and many of the people also are fallen and dead; and Saul and Jonathan his son are dead also. 5And David said unto the young man that told him, How knowest thou that Saul and Jonathan his son be dead? 6And the young man that told him said, As I happened by chance upon mount Gilboa, behold, Saul leaned upon his spear; and, lo, the chariots and horsemen followed hard after him. 7And when he looked behind him, he saw me, and called unto me. And I answered, Here am I. 8And he said unto me, Who art thou? And I answered him, I am an Amalekite. 9He said unto me again, Stand, I pray thee, upon me, and slay me: for anguish is come upon me, because my life is yet whole in me. 10So I stood upon him, and slew him, because I was sure that he could not live after that he was fallen: and I took the crown that was upon his head, and the bracelet that was on his arm, and have brought them hither unto my lord. 11Then David took hold on his clothes, and rent them; and likewise all the men that were with him: 12And they mourned, and wept, and fasted until even, for Saul, and for Jonathan his son, and for the people of the Lord, and for the house of Israel; because they were fallen by the sword. 13And David said unto the young man that told him, Whence art thou? And he answered, I am the son of a stranger, an Amalekite. 14And David said unto him, How wast thou not afraid to stretch forth thine hand to destroy the Lord's anointed? 15And David called one of the young men, and said, Go near, and fall upon him. And he smote him that he died. 16And David said unto him, Thy blood be upon thy head; for thy mouth hath testified against thee, saying, I have slain the Lord's anointed. (2 Samuel 1:1‑16)). Nuevamente, muestra cuán lejos puede llegar la profesión vacía, incluso hasta el punto de tomar el lugar de ser como uno de los siervos del Señor. Hay algunos clérigos en ese lugar hoy. Profesan ser creyentes –incluso ser siervos del Señor– ¡pero ni siquiera son salvos! Este pasaje muestra que tal pretensión no escapará del juicio del Señor. Él juzgará a estos falsos siervos que han tenido la audacia de hacerse pasar por sus ministros. Puede que hayan engañado a los hombres, pero no han engañado al Señor.
“De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados á los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera con que blasfemaren; Mas cualquiera que blasfemare contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, mas está expuesto á eterno juicio. Porque decían: Tiene espíritu inmundo”. A esto se le ha llamado “El pecado imperdonable”. Se nos dice que, si un creyente comete este pecado, pierde su salvación y nunca más podrá ser salvo. Es triste decir que hay algunos cristianos que piensan que son culpables de este pecado imperdonable, y que ahora están perdidos y no tienen esperanza de ser salvos.
La pregunta que debemos hacernos es: “¿Cuál es el pecado de blasfemia contra el Espíritu Santo?” La respuesta está en el versículo 30: “ ... Porque decían: Tiene espíritu inmundo”. Es atribuir el poder que obró en el Señor Jesús a Satanás (versículo 22). En otras palabras, es afirmar que el Señor Jesús estuvo asociado con el inframundo y fue empoderado por él en Su ministerio. Es difícil concebir que alguien pueda inventar una blasfemia mayor que esta. Invitemos a aquellos que piensan que han cometido el tal “pecado imperdonable” a que se pregunten a sí mismos: “¿Es el Señor Jesús verdaderamente el Hijo de Dios, que vino del cielo para salvar a los pecadores?” Si su respuesta es “Sí”, entonces esa es una prueba clara de que no han cometido el pecado imperdonable de “blasfemar contra el Espíritu Santo”. ¿Qué cristiano diría alguna vez que el Señor Jesús tenía un espíritu inmundo? ¡Ningún cristiano que se haya descarriado entretiene el pensamiento de que el Señor Jesús vino del inframundo para hacer la obra de Satanás! Eso es algo que solo diría un apóstata. No importa cuán lejos del Señor se encuentre en su alma un cristiano que ha resbalado, todavía hay, en algún lugar de lo más profundo de su corazón, la sincera convicción de que el Señor Jesucristo vino del cielo para morir por los pecadores.
Habiendo definido ya lo que es el pecado imperdonable y la imposibilidad de que un verdadero creyente lo cometa, procedemos a decir que la “blasfemia contra el Espíritu Santo” es un pecado nacional cometido por toda esa “generación” de personas en ese día. No es algo de lo que se le haya culpado a algún individuo en particular, ni en ese entonces ni ahora. Tal blasfemia contra el Espíritu Santo trajo un juicio imperdonable sobre la nación apóstata de judíos. A excepción de un remanente creyente, el resto de esa generación fue entregado a la perdición sin esperanza (Salmos 69:22-2822Let their table become a snare before them: and that which should have been for their welfare, let it become a trap. 23Let their eyes be darkened, that they see not; and make their loins continually to shake. 24Pour out thine indignation upon them, and let thy wrathful anger take hold of them. 25Let their habitation be desolate; and let none dwell in their tents. 26For they persecute him whom thou hast smitten; and they talk to the grief of those whom thou hast wounded. 27Add iniquity unto their iniquity: and let them not come into thy righteousness. 28Let them be blotted out of the book of the living, and not be written with the righteous. (Psalm 69:22‑28)).
Incluso si alguien hoy ha dicho cosas despreciables sobre la Persona del Señor Jesucristo, él o ella aún puede ser salvo, porque las Escrituras dicen: “La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:77But if we walk in the light, as he is in the light, we have fellowship one with another, and the blood of Jesus Christ his Son cleanseth us from all sin. (1 John 1:7)). C. H. Mackintosh dijo: “No creemos que ningún pecador, en este tiempo aceptable, este día de salvación, esté más allá del alcance del amor perdonador de Dios y de la sangre expiatoria de Jesús”.
“Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandaros como á trigo; Mas yo he rogado por ti que tu fe no falte: y tú, una vez vuelto [convertido], confirma á tus hermanos”. Aquí parece que el Señor le estaba diciendo a Pedro que iba a caer y que luego tendría que ser salvo de nuevo, porque Pedro ya era un hombre convertido cuando el Señor le dijo eso (Juan 6:68-6968Then Simon Peter answered him, Lord, to whom shall we go? thou hast the words of eternal life. 69And we believe and are sure that thou art that Christ, the Son of the living God. (John 6:68‑69); Mateo 16:15-1715He saith unto them, But whom say ye that I am? 16And Simon Peter answered and said, Thou art the Christ, the Son of the living God. 17And Jesus answered and said unto him, Blessed art thou, Simon Bar-jona: for flesh and blood hath not revealed it unto thee, but my Father which is in heaven. (Matthew 16:15‑17)). Si iba a convertirse por segunda vez después de su caída, significa que Pedro iba a perder su salvación y luego volver a recuperarla. Por tanto, una persona, incluso un apóstol, puede perder su salvación.
Este malentendido es un ejemplo clásico de tener ideas preconcebidas y erróneas sobre la doctrina. El error aquí es pensar que la conversión es sinónimo de salvación. La teología evangélica convencional podría decir que es así, pero las Escrituras no apoyan la idea. La conversión simplemente significa que el corazón se vuelve hacia Dios. Cuando una persona se vuelve al Señor con fe y se salva, es conversión. Por ejemplo, los tesalonicenses se convirtieron “de los ídolos á Dios” (1 Tesalonicenses 1:99For they themselves show of us what manner of entering in we had unto you, and how ye turned to God from idols to serve the living and true God; (1 Thessalonians 1:9)). Pero si la persona se aleja del Señor en su corazón y cae en el pecado en su vida, tendrá que volver a convertirse (Santiago 5:19-2019Brethren, if any of you do err from the truth, and one convert him; 20Let him know, that he which converteth the sinner from the error of his way shall save a soul from death, and shall hide a multitude of sins. (James 5:19‑20)). Es decir, necesitará que su corazón se vuelva hacia el Señor y sea restaurado. La palabra “conversión”, por lo tanto, se puede usar para referirse al giro inicial de una persona a Dios para salvación, y para cualquier otro regreso al Señor que una persona pueda hacer si le falla y se aleja de Él en su corazón.
La mayoría de las versiones en inglés traducen la palabra “vuelto” en Lucas 22:3232But I have prayed for thee, that thy faith fail not: and when thou art converted, strengthen thy brethren. (Luke 22:32) (que es “convertido” en la traducción King James) como “restaurado”, o “regresado”. Esto ayuda a distinguirlo como una restauración del creyente y no una segunda salvación de su alma. Pero en el idioma original es la misma palabra, y puede usarse tanto para el giro inicial de una persona a Dios para salvación, como para la restauración del alma de un creyente a la comunión. Por lo tanto, el Señor simplemente le estaba diciendo a Pedro que después de su caída, necesitaría ser restaurado en su alma (Lucas 22:62, 24:34; Juan 21).
“Y la cena acabada, como el diablo ya había metido en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariote, que le entregase ... ” (versículo 2). “Y mojando el pan, diólo á Judas Iscariote, hijo de Simón. Y tras el bocado Satanás entró en él” (versículos 26-27). Judas a menudo ha sido considerado como alguien que perdió su salvación, aunque tenía un lugar muy privilegiado como apóstol.
Este error es un ejemplo de no haber leído las Escrituras con atención. Una lectura cuidadosa de los pasajes relacionados con Judas indica que, en primer lugar, él nunca fue un creyente. El Señor dijo: “Mas hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús desde el principio sabía quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar” (Juan 6:6464But there are some of you that believe not. For Jesus knew from the beginning who they were that believed not, and who should betray him. (John 6:64)). Además, la Escritura dice que él era un “diablo [demonio]” (Juan 6:7070Jesus answered them, Have not I chosen you twelve, and one of you is a devil? (John 6:70)), “un ladrón” (Juan 12:66This he said, not that he cared for the poor; but because he was a thief, and had the bag, and bare what was put therein. (John 12:6)), una persona inmunda que no había sido “bañado entero” (lo que resulta de haber nacido de nuevo; Juan 13:10-1110Jesus saith to him, He that is washed needeth not save to wash his feet, but is clean every whit: and ye are clean, but not all. 11For he knew who should betray him; therefore said he, Ye are not all clean. (John 13:10‑11)), un “hijo de perdición” (Juan 17:1212While I was with them in the world, I kept them in thy name: those that thou gavest me I have kept, and none of them is lost, but the son of perdition; that the scripture might be fulfilled. (John 17:12)), un traidor (Mateo 26:4848Now he that betrayed him gave them a sign, saying, Whomsoever I shall kiss, that same is he: hold him fast. (Matthew 26:48)) y un transgresor (Hechos 1:2525That he may take part of this ministry and apostleship, from which Judas by transgression fell, that he might go to his own place. (Acts 1:25)). Por tanto, Judas nunca tuvo la salvación para entonces perderla. Él fue un falso profesante desde el principio, y el Señor lo supo desde el principio. Fue expuesto por el Señor en la Última Cena y demostró ser lo que realmente era al traicionar al Señor. Hechos 1:2525That he may take part of this ministry and apostleship, from which Judas by transgression fell, that he might go to his own place. (Acts 1:25) nos dice que cuando murió, fue “a su lugar”, que es una eternidad perdida.
“Y por tu ciencia se perderá el hermano flaco por el cual Cristo murió”. Aquí, el apóstol habla de la posibilidad de que se pierda un hermano débil. A la vista de Juan 3:1616For God so loved the world, that he gave his only begotten Son, that whosoever believeth in him should not perish, but have everlasting life. (John 3:16) y 2 Pedro 3:9,9The Lord is not slack concerning his promise, as some men count slackness; but is longsuffering to us-ward, not willing that any should perish, but that all should come to repentance. (2 Peter 3:9) “pierda” o “perezca” significa ser eternamente arruinado en el infierno. Entonces, este verso se ha interpretado como que “el hermano flaco” perdió su salvación.
El error aquí es asumir que cada vez que las palabras “perecer” o “perder” se usan en las Escrituras, se habla de una eternidad perdida. Además de aplicarse a los pecadores perdidos, la palabra se puede aplicar a los creyentes fieles que mueren (Eclesiastés 7:1515All things have I seen in the days of my vanity: there is a just man that perisheth in his righteousness, and there is a wicked man that prolongeth his life in his wickedness. (Ecclesiastes 7:15); Miqueas 7:22The good man is perished out of the earth: and there is none upright among men: they all lie in wait for blood; they hunt every man his brother with a net. (Micah 7:2); Lucas 11:51, 13:33; 2 Corintios 4:1616For which cause we faint not; but though our outward man perish, yet the inward man is renewed day by day. (2 Corinthians 4:16)); o a la verdad en sí misma (Jeremías 7:2828But thou shalt say unto them, This is a nation that obeyeth not the voice of the Lord their God, nor receiveth correction: truth is perished, and is cut off from their mouth. (Jeremiah 7:28)); o a objetos inanimados que se estropean (Lucas 5:3737And no man putteth new wine into old bottles; else the new wine will burst the bottles, and be spilled, and the bottles shall perish. (Luke 5:37)), etc. Está claro que hay muchas aplicaciones de la palabra “perecer” o “perder”. Es un error pensar que hay un solo uso para una palabra en las Escrituras y luego torcer la interpretación de todas las demás Escrituras a ese único pensamiento. Si perecer tuviera un solo significado en las Escrituras, de pasar a una eternidad perdida, ¿por qué Dios permitiría justamente que los fieles creyentes perecieran?
En este versículo, la palabra “perderá” significa que una persona tiene una seria ruptura en su fe, lo que conlleva a naufragio en su vida cristiana. El punto del pasaje es que debemos tener cuidado con lo que permitimos en nuestras vidas para no hacer tropezar a nuestros hermanos en la fe.
“Antes hiero mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre; no sea que, habiendo predicado á otros, yo mismo venga á ser reprobado”. Aquí, Pablo dice que si no mantenía su cuerpo bajo control (sus apetitos y deseos), podría terminar pecando y, por lo tanto, ser un “reprobado”.
Esta palabra “reprobado” usada en 2 Corintios 13:5-7,5Examine yourselves, whether ye be in the faith; prove your own selves. Know ye not your own selves, how that Jesus Christ is in you, except ye be reprobates? 6But I trust that ye shall know that we are not reprobates. 7Now I pray to God that ye do no evil; not that we should appear approved, but that ye should do that which is honest, though we be as reprobates. (2 Corinthians 13:5‑7) 2 Timoteo 3:88Now as Jannes and Jambres withstood Moses, so do these also resist the truth: men of corrupt minds, reprobate concerning the faith. (2 Timothy 3:8) y en Tito 1:16,16They profess that they know God; but in works they deny him, being abominable, and disobedient, and unto every good work reprobate. (Titus 1:16) y traducida como “depravada” en Romanos 1:28,28And even as they did not like to retain God in their knowledge, God gave them over to a reprobate mind, to do those things which are not convenient; (Romans 1:28) seguramente se refiere a un alma perdida. Algunos han dicho que, dado que la palabra significa “desaprobado” o “rechazado”, se refiere al rechazo del ministerio de un hombre, y no a él mismo personalmente. Por lo tanto, su ministerio sería rechazado porque su vida estaba en desorden. Esta interpretación puede ser útil para refutar a aquellos que niegan la seguridad eterna del creyente, pero la palabra “reprobado” no debe tomarse en ese sentido limitado. No se usa de esa manera en el Nuevo Testamento. Significa que la persona en su totalidad es rechazada porque está perdida. J. N. Darby dijo: “El ser reprobado es ser perdido—es ser castigado con destrucción eterna de la presencia del Señor”.
Sin embargo, no debemos deducir de esto que un cristiano puede perder su salvación. El tema en cuestión en este capítulo es la predicación de Pablo, y no su salvación. Él está hablando de la posibilidad de que una persona sea un predicador y termine siendo reprobado, y no que una persona que sea cristiana termine siendo desechada. Si un predicador no posee la salvación, es posible que termine siendo desechado, si él no es salvo. Judas era una de esas personas. El hombre del que hablamos en Mateo 7:2222Many will say to me in that day, Lord, Lord, have we not prophesied in thy name? and in thy name have cast out devils? and in thy name done many wonderful works? (Matthew 7:22) es otro ejemplo. Era evidente que había algunos que predicaban en Corinto que eran sospechosos, y Pablo les dio esta advertencia.
Podríamos preguntar: “¿Por qué entonces Pablo habló de sí mismo como posiblemente un desechado, si tal cosa nunca podría ser?” La respuesta es que Pablo estaba hablando de predicadores en general, y, por lo tanto, se incluía a sí mismo. Pero él era más que un predicador; él era un creyente y no podía perderse. Pablo “[pasó] por ejemplo en [sí mismo]” (1 Corintios 4:6; 1:126And these things, brethren, I have in a figure transferred to myself and to Apollos for your sakes; that ye might learn in us not to think of men above that which is written, that no one of you be puffed up for one against another. (1 Corinthians 4:6)
12Now this I say, that every one of you saith, I am of Paul; and I of Apollos; and I of Cephas; and I of Christ. (1 Corinthians 1:12)
) para no señalar a nadie en particular en Corinto, ni ofenderlo, por lo que manejó el asunto con delicadeza. El punto en el pasaje es que él quiso demostrar su punto usando su manera de vivir como ejemplo, en la cual él mantuvo su cuerpo en sujeción, mostrando que él no era uno de esos reprobados.
“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”. Esto se ha tomado como si quisiera decir que el creyente que no ande en santidad, no se irá con el Señor ni Lo “verá”.
Es importante entender que la Biblia habla de más de una forma de ver al Señor. No siempre se refiriere a verlo a Él en el cielo al final de nuestro camino. La postura cristiana normal es ver al Señor con el ojo de la fe ahora, mientras estamos en el camino hacia la gloria. En la epístola a los Hebreos, se usa el “ver” al Señor de esta manera. El capítulo 2:9 dice: “Empero vemos á ... Jesús.... Además, anteriormente en el capítulo 12 dice, “Puestos los ojos ... en Jesús... (versículo 2). Estos son destellos presentes del Señor por fe.
El punto de este versículo es que, si no caminamos en “paz” y “santidad”, perderemos de vista al Señor en un sentido práctico y nos desviaremos del camino (Proverbios 29:1818Where there is no vision, the people perish: but he that keepeth the law, happy is he. (Proverbs 29:18)). Con respecto a este versículo, Hamilton Smith dijo: “‘Vemos coronado de gloria y de honra ... á aquel Jesús’, dice el apóstol, pero esto supone un andar normal en santidad de nuestra parte. Cualquier permisión de impiedad oscurecerá nuestra visión”.
“Pero hubo también falsos profetas en el pueblo, como habrá entre vosotros falsos doctores, que introducirán encubiertamente herejías de perdición, y negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos perdición acelerada”. Dado que estos falsos maestros fueron “rescatados”, algunos suponen que fueron salvos, y que, debido a que negaron al Señor, perdieron su salvación y terminaron en perdición.
Este es otro ejemplo de términos teológicos erróneos que forman pensamientos y producen conclusiones erróneas. El malentendido aquí es pensar que “rescatado” significa “redimido”, y, por lo tanto, “salvo”. Muchos cristianos piensan que los dos términos son sinónimos, y difícilmente podemos juzgarlos por ello, porque esto se enseña comúnmente en la cristiandad. Sin embargo, las Escrituras distinguen cuidadosamente los dos términos. Rescatar significa “comprar”. Redimir significa “recuperar y liberar”.
Cristo ha “rescatado” (comprado) a todas las personas y todas las cosas por lo que logró en la cruz. Hebreos 2:99But we see Jesus, who was made a little lower than the angels for the suffering of death, crowned with glory and honor; that he by the grace of God should taste death for every man. (Hebrews 2:9) dice: “para que por gracia de Dios gustase la muerte por todos”. La versión King James en inglés dice “por todo hombre”, pero debería decir “todas las cosas”, porque el pasaje habla del aspecto más amplio de la obra de Cristo en la cruz al comprar el mundo y todo lo que hay en él. Esto se ve en la parábola del hombre que compró el “campo”, que el Señor explica como la compra del mundo entero y todo lo que hay en él, incluyendo el “tesoro”: Su pueblo (Mateo 13:38, 4438The field is the world; the good seed are the children of the kingdom; but the tares are the children of the wicked one; (Matthew 13:38)
44Again, the kingdom of heaven is like unto treasure hid in a field; the which when a man hath found, he hideth, and for joy thereof goeth and selleth all that he hath, and buyeth that field. (Matthew 13:44)
). Por tanto, el Señor tiene título y derecho sobre todas las personas y todas las cosas. Si bien todas las personas han sido compradas, no todas han sido redimidas. Una persona es redimida cuando en fe reconoce la compra que Cristo hizo en la cruz, y lo recibe como su Salvador. De manera similar, todas las cosas han sido “rescatadas”, pero están esperando a ser redimidas (liberadas) de los efectos del pecado, de Satanás y del mundo (Efesios 1:1414Which is the earnest of our inheritance until the redemption of the purchased possession, unto the praise of his glory. (Ephesians 1:14)). Esto sucederá cuando Cristo aparezca al fin del siglo.
Una lectura cuidadosa del pasaje indica que los que negaban al Señor eran “falsos”. Pedro los llama “falsos profetas”. No es simplemente que enseñaron cosas falsas, sino que ellos mismos eran falsos, siendo simplemente cristianos por imitación. Negaron al Señor al no reconocer Su compra y terminaron en juicio. Judas habla de esta misma clase de personas que niegan al Señor, diciendo: “Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los cuales desde antes habían estado ordenados para esta condenación, hombres impíos, convirtiendo la gracia de nuestro Dios en disolución, y negando á Dios que solo es el que tiene dominio, y á nuestro Señor Jesucristo” (Judas 44For there are certain men crept in unawares, who were before of old ordained to this condemnation, ungodly men, turning the grace of our God into lasciviousness, and denying the only Lord God, and our Lord Jesus Christ. (Jude 4)). En primer lugar, nunca fueron salvos, sin embargo, se hicieron pasar por profetas.
“Al que pecare contra mí, á éste raeré yo de mi libro”; “Sean raídos del libro de los vivientes”; “ ... no borraré su nombre del libro de la vida”; “Dios quitará su parte del libro de la vida”. Estos versículos se refieren a la posibilidad de ser borrados del libro de la vida y, por tanto, suponen la pérdida de la salvación.
Las personas que niegan la seguridad eterna del creyente preguntarán: “¿Cómo puede Dios amenazar a las personas con borrarlas de Su libro, si es algo que no puede suceder?” Pero este argumento es sólo una falacia del hombre. La Escritura no dice que una persona no pueda ser borrada. Algunos defensores bien intencionados de la seguridad eterna del creyente podrían enseñar eso, pero las Escrituras no lo enseñan. ¡El hecho solemne es que una persona puede ser borrada del libro de la vida! “El libro de la vida [de los vivientes]” se usa en sentido figurado en la Biblia; no significa que Dios tenga un libro literal en el cielo. Él escribe el nombre de cada creyente real en el libro, pero las personas también pueden escribir sus propios nombres en el libro, por así decirlo, haciendo una profesión de vida cristiana. Si no son reales, Dios los borrará en el día del juicio. J. N. Darby dijo: “Creo que el libro de la vida es definitivo, y todos los demonios no pueden borrar el nombre [de un verdadero creyente] de él. Donde habla de borrar a algunas personas, es como hacer un registro de votos. Si se prueba que algún nombre no tiene derecho a estar escrito en el libro, es borrado. El nombre de cada profesante está en el libro de la vida: pero si Dios lo escribió, nunca será borrado. Un simple profesante escribe su nombre él mismo, pero no tiene derecho a estar allí, a menos que Dios haya escrito su nombre; el tal será borrado. Supongo que el libro de la vida (en el capítulo 20) es después de que los nombres de los tales hayan sido borrados, porque el versículo 15 dice: ‘Y el que no fué hallado escrito en el libro de la vida, fué lanzado en el lago de fuego’”. Por lo tanto, estos versículos que tienen que ver con personas que son borradas del libro de la vida se refieren a simples profesantes, y no a los verdaderos creyentes.