545. ¡Divino amor!

10.10.10.10.
1
¡Divino ͜ Amor!, del plan eterno ͜ autor,
 
Cómo salvar al hombre pecador;
 
¡Oh gracia ͜ eterna, ͜ infinita ͜ y sin par,
 
Que a mí, culpable, ͜ asilo pudo dar!
2
Contra ͜ el gran Dios que ͜ el cielo ͜ edificó,
 
Mi ser, rebelde ͜ y terco, replicó;
 
Duro, reh͜usó a su ruego ͜ oídos dar,
 
Lleno de ͜ orgullo, no quiso ͜ escuchar.
3
Envuelto ͜ en noche ͜ oscura, me ͜ escondí
 
En las tinieblas, Su ͜ ira no temí;
 
Con avidez me sumí ͜ en mal atroz,
 
Confiado sin tener asilo ͜ en Dios.
4
Mas el consejo ͜ eterno ͜ así dictó:
 
“A ͜ ese ͜ hombre haz oír” … mi ͜ alma se ͜ inquietó,
 
Los dardos de convicción ya sentí,
 
Mas mi Refugio a͜ún no ͜ apercibí.
5
Muy enojada, ͜ a la Justicia vi;
 
Temblando, ͜ hüi al “monte Sinäí”;
 
Mas me ͜ advirtió la Justicia ͜ a gran voz:
 
“Sinäí no ͜ esconde tu pecado ͜ atroz.”
6
Sobre Jesús el juicio ya cayó
 
Del mal que ͜ al Dios eterno deshonró;
 
Cayó cuando ͜ Él por mis culpas sufrió,
 
Y allí ͜ en la cruz refugio me abrió.
7
Aunque los sismos con su gran rugir,
 
Al orbe ͜ entero puedan sacudir,
 
No pueden juntos a mi ͜ alma ͜ agitar;
 
Siempre ͜ en Jesús yo me ͜ he de refugiar.
8
“Aún un poquito,” al oír su clamar,
 
Ya me ͜ hallaré ͜ en mi celestial hogar,
 
En donde ͜ el canto de gracia ͜ alzaré,
 
Y ͜ a Cristo, mi Refugio ͜ admiraré.