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‘Su esposa escogida, ordenada con Él,
Para reinar sobre toda la tierra,
Primero debe ser formada, antes que Israel conozca
El inigualable valor del Salvador de ella’.
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Recordarán ustedes que la Fiesta de la Pascua, la de los Panes sin Levadura y la de las Primicias, son todas celebradas en una semana. Comenzaban el día catorce del mes primero, y duraban siete días. Cincuenta días después de la Fiesta de las Primicias, venía la Fiesta de Pentecostés a principios del mes tercero.
Después de la fiesta de Pentecostés había un largo intervalo de tiempo en el que no había fiesta alguna. Desde el comienzo del mes tercero hasta el comienzo del mes séptimo, durante casi cuatro meses, no había ningún nuevo llamamiento de Dios para venir a Él.
¿Qué hacían las personas durante este largo período? Segaban sus campos, reunían sus gavillas.
Este largo intervalo de tiempo nos habla acerca del día de hoy. ¿Qué está haciendo el Señor durante el tiempo actual? Él está segando Sus campos, recogiendo Su grano de este mundo para llevárselo a Él mismo. Ustedes recuerdan que el Señor Jesús dijo: “Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto” (Juan 12:2424Verily, verily, I say unto you, Except a corn of wheat fall into the ground and die, it abideth alone: but if it die, it bringeth forth much fruit. (John 12:24)).
El Señor Jesús era este grano de trigo. Él ha muerto y ha resucitado, como las Primicias, y ahora Él da mucho fruto. Así que podemos ver que esos cuatro meses sin fiesta corresponden al tiempo actual en que el Señor está recolectando, en Su siega, a aquellos que ha redimido, del mundo. Nunca leemos en la Biblia que todo el mundo se convertirá, sino que leemos que “los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor” (2 Timoteo 3:1313But evil men and seducers shall wax worse and worse, deceiving, and being deceived. (2 Timothy 3:13)).
La iglesia está compuesta por aquellos que son llamados a salir de este mundo malo.
Pero justo en medio de las Fiestas de Jehová, entre la Fiesta de Pentecostés y la de las Trompetas, tenemos lo que parece ser una interrupción, un paréntesis. En Levítico 23:22,22And when ye reap the harvest of your land, thou shalt not make clean riddance of the corners of thy field when thou reapest, neither shalt thou gather any gleaning of thy harvest: thou shalt leave them unto the poor, and to the stranger: I am the Lord your God. (Leviticus 23:22) leemos, “Cuando segareis la mies de vuestra tierra, no segaréis hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu siega; para el pobre y para el extranjero la dejarás. Yo Jehová vuestro Dios”. Y así, cuando el granjero israelita hubo cortado el último grano en sus campos de siega, ¿qué es lo que vemos? Vemos gavillas esperando ser recogidas en el granero, pero también vemos, puesto en un rincón del campo, buen grano, y, yaciendo en el suelo, vemos puñados de grano que han sido dejados caer, pero no recogidos.
El propio Señor Jesús nos dice que “el campo es el mundo” (Mateo 13:3838The field is the world; the good seed are the children of the kingdom; but the tares are the children of the wicked one; (Matthew 13:38)), y aunque se habla de ello en una parábola, creemos que también es cierto acerca de este tipo. El “rincón” del campo nos habla de las partes distantes, de “los últimos confines de la tierra” (Hechos 1:8,8But ye shall receive power, after that the Holy Ghost is come upon you: and ye shall be witnesses unto me both in Jerusalem, and in all Judea, and in Samaria, and unto the uttermost part of the earth. (Acts 1:8) VM), a los que el Señor había enviado a Sus siervos justo antes de regresar al Cielo, pero, lamentablemente, la mayoría de esos ‘rincones de los campos’ están todavía en las tinieblas del paganismo. No piensen ustedes, ni por un momento, que esto nos da, a ustedes o a mí, una excusa para no ir a esos ‘rincones’ donde el Señor nos ha enviado. La obediencia sencilla requiere que vayamos. ¿Debía este buen grano en el campo ser desperdiciado? No, ciertamente el Señor no permitiría que esto se pierda. Aquel que dijo: “Recoged los pedazos que sobran, para que no se pierda nada” (Juan 6:1212When they were filled, he said unto his disciples, Gather up the fragments that remain, that nothing be lost. (John 6:12)), no perdería este buen grano. Este remanente era dejado para el pobre y para el extranjero. ¿Y acaso este pequeño remanente de buen grano dejado en los campos de los que se han cortado las gavillas, no nos habla acerca de otro remanente? Nosotros creemos que sí.
La palabra “remanente” significa, ‘lo que queda’. En nuestra conversación diaria nosotros la usamos acerca de muchas cosas diferentes. En la Biblia, el Espíritu de Dios la usa muy a menudo para describir la fiel porción piadosa de un pueblo, más especialmente del pueblo judío, o de la nación de Israel, después que la mayor parte de la nación se haya alejado de Dios. Los profetas de la Biblia dejan perfectamente claro que existirá tal remanente. Isaías dice (Isaías 1:99Except the Lord of hosts had left unto us a very small remnant, we should have been as Sodom, and we should have been like unto Gomorrah. (Isaiah 1:9)), “Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un resto [un remanente] pequeño, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra”. En Isaías 10:21-22,21The remnant shall return, even the remnant of Jacob, unto the mighty God. 22For though thy people Israel be as the sand of the sea, yet a remnant of them shall return: the consumption decreed shall overflow with righteousness. (Isaiah 10:21‑22) leemos de nuevo acerca del remanente, y en estos versículos se trata, evidentemente, del remanente de un día futuro. “El remanente volverá, el remanente de Jacob volverá al Dios fuerte. Porque si tu pueblo, oh Israel, fuere como las arenas del mar, el remanente de él volverá”. El lector también puede comparar las siguientes Escrituras: Isaías 11:1111And it shall come to pass in that day, that the Lord shall set his hand again the second time to recover the remnant of his people, which shall be left, from Assyria, and from Egypt, and from Pathros, and from Cush, and from Elam, and from Shinar, and from Hamath, and from the islands of the sea. (Isaiah 11:11); Joel 2:32; 3:1-232And it shall come to pass, that whosoever shall call on the name of the Lord shall be delivered: for in mount Zion and in Jerusalem shall be deliverance, as the Lord hath said, and in the remnant whom the Lord shall call. (Joel 2:32)
1For, behold, in those days, and in that time, when I shall bring again the captivity of Judah and Jerusalem, 2I will also gather all nations, and will bring them down into the valley of Jehoshaphat, and will plead with them there for my people and for my heritage Israel, whom they have scattered among the nations, and parted my land. (Joel 3:1‑2); Miqueas 4:77And I will make her that halted a remnant, and her that was cast far off a strong nation: and the Lord shall reign over them in mount Zion from henceforth, even for ever. (Micah 4:7). Véase también Romanos 11. Creemos que estas Escrituras nos hablan de un remanente de Israel que será salvo en esta tierra después que la iglesia haya sido convocada a estar con Cristo.
Las Escrituras hablan también del remanente de otras naciones como Siria, Asdod, los filisteos, etc., pero en casi todos los casos “el remanente” se refiere a Israel, y muy a menudo al de Israel en un día futuro.
Esto es muy importante para el cristiano que desea entender la Biblia, entender claramente esta verdad del “remanente”. Para aquellos que están interesados, les recomendamos el libro de W. Trotter, Escritos sencillos acerca de temas proféticos. En los escritos 16 y 17 encontrarán este tema tratado de manera más completa.
Nosotros creemos que este remanente de buen grano dejado en los campos para los pobres después que las gavillas eran recogidas, nos habla, en tipo, de este remanente de Israel. Pobre y despreciado a los ojos del hombre, pero precioso a los ojos de Dios. Noten la frecuencia con que en los salmos Dios habla de los “pobres”. A menudo se refieren al remanente de Israel.
Pero este pequeño remanente de buen grano era dejado no sólo para los pobres, sino también para el extranjero. ¿De quién nos hablaría “el extranjero”? Creemos que el extranjero nos habla de un remanente de gentiles que también va a ser salvo, después que la Iglesia haya sido arrebatada para estar con Cristo. Creemos que a este remanente se hace mención en Apocalipsis 7:9,9After this I beheld, and, lo, a great multitude, which no man could number, of all nations, and kindreds, and people, and tongues, stood before the throne, and before the Lamb, clothed with white robes, and palms in their hands; (Revelation 7:9) “Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos”.
Creemos que este remanente gentil es visto de nuevo en Mateo 25:3131When the Son of man shall come in his glory, and all the holy angels with him, then shall he sit upon the throne of his glory: (Matthew 25:31) a 46. Allí vemos varias personas o compañías diferentes, vemos al Rey, a los “hermanos” del Rey, a “todas las naciones”, a las que separa “como aparta el pastor las ovejas de los cabritos”. Ustedes notarán que lo que decide el destino de las naciones es la forma en que ellas han tratado a los “hermanos” del Rey. Creemos que estos son el remanente piadoso de los judíos. La Biblia nos dice que “las ovejas” son de todas las naciones —es decir, gentiles—. De modo que en esta parábola vemos el remanente de judíos y gentiles, de los cuales hemos estado hablando.
No piensen ustedes, por favor, que esto significa que la Escritura enseña que cualquier hombre que continúa con sus pecados puede ser salvo, rechazando a Cristo y Su oferta de salvación a través de la Cruz. La Biblia es bastante clara sobre esto. “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” (Marcos 16:1616He that believeth and is baptized shall be saved; but he that believeth not shall be damned. (Mark 16:16)). El Señor Jesús se revelará desde el Cielo con los ángeles de Su poder, en llama de fuego, dando retribución a los que no conocen a Dios, y a los que no obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo, “los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron” (2 Tesalonicenses 1:7-107And to you who are troubled rest with us, when the Lord Jesus shall be revealed from heaven with his mighty angels, 8In flaming fire taking vengeance on them that know not God, and that obey not the gospel of our Lord Jesus Christ: 9Who shall be punished with everlasting destruction from the presence of the Lord, and from the glory of his power; 10When he shall come to be glorified in his saints, and to be admired in all them that believe (because our testimony among you was believed) in that day. (2 Thessalonians 1:7‑10)).
No, la Biblia es perfectamente clara. Hay una salvación completa, gratuita, ahora para el peor pecador, judío o gentil, que acepta la oferta de misericordia de Dios a través de Cristo. Pero hay condenación y castigo eterno para aquellos que desprecian o rechazan esta oferta ahora. De hecho, incluso no es necesario ni siquiera despreciarla o rechazarla mediante ninguna señal exterior. Ustedes pueden admirarla y tener la intención de aceptarla algún día, pero es la palabra de Dios la que hace esa pregunta solemne: “¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?” (Hebreos 2:33How shall we escape, if we neglect so great salvation; which at the first began to be spoken by the Lord, and was confirmed unto us by them that heard him; (Hebrews 2:3)).
No dejen ustedes que los maestros de hoy en día los engañen para ir al infierno. No les crean cuando dicen a ustedes que hay una segunda oportunidad después de la muerte, o que, aunque ustedes sean dejados atrás en la venida del Señor, ustedes pueden entonces dar la vuelta y escapar. No, en aquel entonces, “Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia” (2 Tesalonicenses 2:11-1211And for this cause God shall send them strong delusion, that they should believe a lie: 12That they all might be damned who believed not the truth, but had pleasure in unrighteousness. (2 Thessalonians 2:11‑12)).
Nosotros sabemos que el diablo tiene sus siervos que predican ‘el evangelio de la segunda oportunidad’. Pero queden ustedes advertidos de que este es el evangelio del diablo, no el de Dios. Dios dice, “He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación” (2 Corintios 6:22(For he saith, I have heard thee in a time accepted, and in the day of salvation have I succored thee: behold, now is the accepted time; behold, now is the day of salvation.) (2 Corinthians 6:2)). Qué terrible para muchos que clamarán, “Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos” (Jeremías 8:2020The harvest is past, the summer is ended, and we are not saved. (Jeremiah 8:20)).
Por favor, que quede bien en claro. Debido a que la gracia de Dios nos habla de un remanente tanto de judíos como de gentiles, perdonados y salvados, (aunque muchos sufren la muerte), después que la Iglesia sea quitada, esto no es motivo para que usted, o cualquier hombre, aplace aceptar a Cristo y Su Gran Salvación un momento más.
Dejaremos ahora ese grano en los rincones de los campos de Israel, y volveremos nuestros ojos a las gavillas, cortadas y listas para ser recogidas en los graneros.
Nosotros hemos sugerido que el largo período de unos cuatro meses desde la Fiesta de las Semanas hasta la Fiesta de las Trompetas habla del actual largo período, más de 1900 años, mientras el Señor ha estado reuniendo a los Suyos de cada tribu y nación para formar la iglesia. Llegará el día en que Él recogerá las gavillas en el granero (Mateo 13:3030Let both grow together until the harvest: and in the time of harvest I will say to the reapers, Gather ye together first the tares, and bind them in bundles to burn them: but gather the wheat into my barn. (Matthew 13:30)). Nosotros llamamos a ese día el “Hogar de la Siega”. Es un día de alegría, cuando los preciosos frutos de la tierra, por los que hemos trabajado y esperado durante meses de cansancio, son finalmente llevados al Hogar. Y ese gran día de la Siega se acerca, viene en breve, cuando el propio Señor de la Siega venga a buscar Su precioso grano. “El Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:16-1716For the Lord himself shall descend from heaven with a shout, with the voice of the archangel, and with the trump of God: and the dead in Christ shall rise first: 17Then we which are alive and remain shall be caught up together with them in the clouds, to meet the Lord in the air: and so shall we ever be with the Lord. (1 Thessalonians 4:16‑17)).
Este es el tiempo de la Siega, cuando el Señor reúne a los Suyos para Sí mismo, para llevarlos a la casa de Su Padre. Es cierto que hay más grano en los rincones de los campos, y dejado en la tierra para ser espigado, que sin duda formará una parte más de la siega, pero esta gran recolección, cuando el Señor tome a la Iglesia, a muertos y a vivos, para Sí mismo, este es el gran comienzo de Su siega.
Observen ustedes que se da un tiempo definido para todas las Fiestas de Jehová, pero para esta recolección de las gavillas, no se da ninguna fecha definida. Por lo que dice este capítulo, ello podría haber tenido lugar en cualquier momento después de la Fiesta de Pentecostés. Y así en el Nuevo Testamento era esperable que los santos estuvieran siempre esperando de los Cielos al Señor, y velando. No se fijó un momento definido para Su regreso, pero los Tesalonicenses se convirtieron “de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo” (1 Tesalonicenses 1:9-109For they themselves show of us what manner of entering in we had unto you, and how ye turned to God from idols to serve the living and true God; 10And to wait for his Son from heaven, whom he raised from the dead, even Jesus, which delivered us from the wrath to come. (1 Thessalonians 1:9‑10)).
‘Podemos no morir, sino resucitar y encontrarnos con el Señor,
Oh, la resplandeciente gloria que estas pocas palabras proporcionan,
Transformados al instante, en un abrir y cerrar de ojos,
Y Te veré cara a cara, nuestro Señor, para siempre.
Algunos no morirán, sino que se levantarán y se encontrarán con su Señor,
Oh preciosa promesa, fiel, verdadera y buena,
Aunque no sabemos ni el día ni la hora,
Sabemos que Él mismo vendrá en poder’.
Hay hombres que nos dicen que muchas cosas deben suceder antes que el Señor regrese, pero la Biblia no nos dice esto. La enseñanza clara y sencilla de la Escritura es que podemos esperar que el Señor venga por nosotros en cualquier momento.
Nos hemos preguntado si las palabras de nuestro Señor en Juan 4:35,35Say not ye, There are yet four months, and then cometh harvest? behold, I say unto you, Lift up your eyes, and look on the fields; for they are white already to harvest. (John 4:35) se referían a estos cuatro meses. Leemos, “¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega”. Sus ojos miraron a lo largo de los siglos hasta el gran día del Hogar de la Siega, cuando todo los Suyos serían arrebatados para estar para siempre con Él mismo, pero mientras tanto, al mirar alrededor en los campos, Él vio el grano maduro y muy maduro, esperando ser segado o perdido.
Querido compañero cristiano, ¿has levantado los ojos en respuesta a Su propio mandato? ¿Están los campos menos “blancos” que en Su época? Mientras esperamos, esperando sólo la voz de mando que nos llame a Su hogar, a Él mismo, que el Señor de la siega mueva nuestros corazones para buscar y segar algo de ese grano que ha madurado, antes que se pierda.
¡Oigan la trompeta! He aquí que suena,
El sueño de las edades ahora,
Y, ¡he aquí! la luz de la gloria resplandece,
En muchas frentes doloridas.
Transformados en un momento, —levantados a la vida—
Los vivos, los muertos se levantan,
En respuesta a la voz del ángel,
Que nos llama a los cielos.
Ascendiendo a través del concurrido aire,
En alas de águila nos elevamos,
Para morar en el pleno gozo del amor,
Y allí no hay más dolor.
No deslumbrado por la luz gloriosa,
De ese amado rostro,
Vemos sin una sola nube,
¡Vemos al Salvador ahora!
Oh Señor, la resplandeciente y bendita esperanza
Que nos animó en el pasado
De pleno descanso eterno en Ti,
Por fin se ha cumplido toda ella.
El clamor de dolor aquí es silenciado,
La voz de la oración ha finalizado
Es innecesaria ahora, —porque, Señor, no imploramos más—
De gracia Tu socorro.
Sólo la alabanza, la alabanza sin fin, conviene
A este resplandeciente y bienaventurado lugar,
Donde todo ojo contempla desvelado
Los misterios de Tu gracia.
Pasado aquí el conflicto, oh Señor, nos corresponde,
A través de los días eternos,
Cantar nuestro cántico de victoria ahora,
Y sólo vivir para alabar.
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