Génesis 42-45: José y sus hermanos

Genesis 42‑45
Los hermanos de José le aborrecían y un día que se les presentó la ocasión le vendieron como esclavo; para ocultar sus malas acciones mataron un cabrito y tiñeron la túnica de José con la sangre, luego la llevaron a su padre y le dijeron que la habían hallado en el campo. Así, Jacob supuso que José había sido devorado por una bestia, por lo que se entristeció y lloró al pensar que su hijo estaba muerto. Este comportamiento evidenció el odio que sentían hacia su hermano e insensatez para con su padre; pero Dios no les corrigió de inmediato, pues pasaron muchos años sin que, aparentemente, Él haga nada para solucionar el asunto. Durante este tiempo José creció en su alma y llegó a ser puesto sobre todo Egipto. Y, como sabemos, tarde o temprano todos tenemos que dar cuenta a Dios, quien es “luz” (1 Juan 1:55This then is the message which we have heard of him, and declare unto you, that God is light, and in him is no darkness at all. (1 John 1:5)) y “amor” (1 Juan 4:88He that loveth not knoweth not God; for God is love. (1 John 4:8)). En todos sus actos Él muestra una luz perfecta que revela cualquier mal y a la vez derrama su gracia sobre todos; y, quienes se arrepienten pueden sentir gozo.
Los hermanos de José fueron a Egipto para comprar comida cuando hubo un tiempo de gran hambre en toda la tierra y allí le encontraron, mas no le reconocieron; él en cambio les reconoció, pero en vez de abrazarles les acusó de ser espías. Dios nos ama, pero cuando actuamos mal primero tiene que llegar a nuestra conciencia antes de mostrarnos Su amor. Los hermanos de José protestaron y dijeron que eran inocentes. Así somos nosotros también: insistimos en que somos inocentes, sin reconocer el mal que hemos hecho delante de Dios; mas Él está obligado a sacarlo a la luz para que podamos ver cuán malo es. Ellos dijeron: “somos hombres honrados” (Génesis 42:1111We are all one man's sons; we are true men, thy servants are no spies. (Genesis 42:11)); pero esto no era verdad, porque habían vendido a José por envidia y Dios iba a mostrarles que eran desleales, pues tendrían que llevar a su último hermano, Benjamín, a Egipto. Eso causó una reacción extraña y de inmediato dijeron: “Verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano, pues vimos la angustia de su alma...” (Génesis 42:2121And they said one to another, We are verily guilty concerning our brother, in that we saw the anguish of his soul, when he besought us, and we would not hear; therefore is this distress come upon us. (Genesis 42:21)). El primer paso en su reconciliación fue el reconocimiento de su pecado; pero eso no es suficiente: tenemos que producir frutos de arrepentimiento también.
Después de regresar a Egipto con Benjamín, José manipuló las circunstancias para que aquél cayese preso. Pero esta vez Judá mostró que su corazón había cambiado por completo, cuando dijo: “Si el joven no va conmigo, como su vida está ligada a la vida de él [Jacob], sucederá que cuando no vea al joven, morirá... te ruego, por tanto, que quede ahora tu siervo en lugar del joven” (Génesis 44:30-3330Now therefore when I come to thy servant my father, and the lad be not with us; seeing that his life is bound up in the lad's life; 31It shall come to pass, when he seeth that the lad is not with us, that he will die: and thy servants shall bring down the gray hairs of thy servant our father with sorrow to the grave. 32For thy servant became surety for the lad unto my father, saying, If I bring him not unto thee, then I shall bear the blame to my father for ever. 33Now therefore, I pray thee, let thy servant abide instead of the lad a bondman to my lord; and let the lad go up with his brethren. (Genesis 44:30‑33)). ¡Qué efecto de la luz en la conciencia! Pues, en vez de querer matar a su hermano y causarle dolor a su padre, está dispuesto a ofrecer su vida para que su hermano pueda salir libre y que su padre tenga paz. Este es el verdadero fruto del completo arrepentimiento. Este cambio es lo que Dios produce en nosotros cuando trae nuestras conciencias a la luz de Su palabra.
El gran amor de José hacia sus hermanos por fin se pudo mostrar. Así, Dios también revela Su amor hacia nuestras almas cuando se ha producido arrepentimiento. José se reveló a sus hermanos y luego derramó bendición tras bendición sobre ellos y les dijo estas maravillosas palabras: “para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros” y “no me enviasteis acá vosotros, sino Dios” (Génesis 45:5,85Now therefore be not grieved, nor angry with yourselves, that ye sold me hither: for God did send me before you to preserve life. (Genesis 45:5)
8So now it was not you that sent me hither, but God: and he hath made me a father to Pharaoh, and lord of all his house, and a ruler throughout all the land of Egypt. (Genesis 45:8)) Estas palabras de gracia, amor y consolación son como las que recibimos nosotros cuando arrepentidos regresamos a Dios y descubrimos que Él es Dios de amor.
En el fondo de su corazón no había amargura ni resentimiento y pudo reconocer que la mano de Dios había permitido todo aquello, pues luego que su padre había muerto les dijo: “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien” (Génesis 50:2020But as for you, ye thought evil against me; but God meant it unto good, to bring to pass, as it is this day, to save much people alive. (Genesis 50:20)). Que el Señor nos ayude a reconocer Su poderosa mano a través de las circunstancias difíciles de la vida.