Hechos 26: Pablo ante Agripa

Acts 26
“¡Quisiera Dios que por poco o por mucho, no solamente tú, sino también todos los que hoy me oyen, fueseis hechos tales cual yo soy, excepto estas cadenas!” (Hechos 26:2929And Paul said, I would to God, that not only thou, but also all that hear me this day, were both almost, and altogether such as I am, except these bonds. (Acts 26:29)). ¿Quién dijo estas palabras tan fervientes? ¿Tal vez un rico durante sus vacaciones? ¿O acaso un rey con un ejército grande y mucho poder, fama y gloria? ¡No! Era un hombre que en ese momento se hallaba encadenado: el apóstol Pablo y estaba parado delante de un rey vestido lujosamente. Su gozo provenía de una fuente que está mucho más allá de este mundo y su anhelo era compartir su alegría con todo el mundo. En el camino hacia Damasco, al ser todavía un incrédulo, poseía muchas más razones naturales para ser feliz: tenía poder, autoridad, orgullo de religión, una causa honrada por sus demás compatriotas, y una educación codiciada por muchos; sin embargo era un esclavo en alma y espíritu. Ahora, después de mucha persecución, estaba delante del rey como alguien preso en su cuerpo, pero con su alma y espíritu libres. ¿Qué le hizo a este hombre sentirse tan rico y bendecido, a tal punto que deseaba que todos fuesen como él, excepto sus cadenas? Conoció en el cielo al hombre exaltado, el Señor Jesucristo.
Tal vez ninguno de sus compañeros, aquel día en su audiencia ante el rey Agripa, conocía las riquezas de ser hecho hijo de Dios por la fe en Jesucristo y Pablo quería compartirlo con ellos. Él escribió las siguientes palabras: “Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo” (Gálatas 4:77Wherefore thou art no more a servant, but a son; and if a son, then an heir of God through Christ. (Galatians 4:7)). Dios nos ha dado una vida completamente nueva en Cristo y por Él somos miembros de la familia de Dios; ya estamos en verdad libres del poder de las tinieblas y unidos a Cristo. Tenemos una posición privilegiada que los santos de ninguna otra época jamás conocieron. La nueva vida que tenemos es la vida de Cristo y al vivir así, tenemos plena comunión con Dios el Padre, como leemos en Romanos 5:11: “Nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo”. Aun en el cielo no tendremos un privilegio mayor que este; Pablo disfrutaba de esta bendición y quería compartirla con todos.
Pablo caminó por doquier compartiendo con muchos la verdad de la iglesia de Cristo. Pues todos los verdaderos creyentes forman parte del cuerpo de Cristo y estamos unidos a Él en una forma muy íntima. No hay una relación más estrecha que la de la iglesia con su cabeza, Cristo; y Pablo tuvo el privilegio de recibir esta doctrina directamente del Cristo glorificado y compartirla con quien quiera recibirla. En Colosenses 1:1818And he is the head of the body, the church: who is the beginning, the firstborn from the dead; that in all things he might have the preeminence. (Colossians 1:18) dijo: “y Él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, Él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia”. La responsabilidad especial del apóstol Pablo fue difundir estas noticias, ya que no fue algo revelado de antemano en las escrituras; pues era un misterio escondido en Dios para ser revelado después de la muerte, resurrección y ascensión de Cristo. En Colosenses 1:2323If ye continue in the faith grounded and settled, and be not moved away from the hope of the gospel, which ye have heard, and which was preached to every creature which is under heaven; whereof I Paul am made a minister; (Colossians 1:23) Pablo dice que él fue “hecho ministro” de estas cosas y su ministerio le trajo represalias por parte de los judíos: le apedrearon, azotaron, escarnecieron, maldijeron y atacaron por su fidelidad al evangelio de la gracia de Dios hacia todos. En medio de todo esto pudo decir: “Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia” (Colosenses 1:2424Who now rejoice in my sufferings for you, and fill up that which is behind of the afflictions of Christ in my flesh for his body's sake, which is the church: (Colossians 1:24)). Aquí vemos el secreto de Pablo: servía a Cristo y a los que antes perseguía. En el camino a Damasco aprendió algo de la unión de Jesús con su pueblo. Ahora quería compartir el gozo de esta unión con el rey Agripa y todos sus compañeros. ¡Nosotros también participamos de esta bendición!