La segunda epístola de Juan

2 John
Introducción
Las epístolas segunda y tercera de Juan son consideradas generalmente como apéndices de la primera epístola. Llevan las marcas de la carta mayor en estilo, redacción y terminología. Quedan pocas dudas de que el apóstol Juan es el autor de ambas, aunque su nombre no sea mencionado. Siendo epístolas pastorales (cartas escritas a individuos más que a una asamblea, o a un grupo de personas), estas epístolas dan consejo respecto a aquellos quienes viajaban predicando y enseñando. Se complementan la una a la otra de muchas maneras:
•  La segunda epístola nos insta a rechazar a los maestros que no son sanos en la doctrina sobre la Persona de Cristo.
•  La tercera epístola nos anima a recibir a aquellos que enseñan fielmente la verdad, y a ayudarlos en su obra.
Como es el caso con todas las “segundas” epístolas, que ven el testimonio cristiano en un estado de ruina y desorden, y, en consecuencia, hacen un llamado a la separación de lo que no está de acuerdo a la verdad, esta segunda epístola también sigue ese tema. Bien podría haber sido la respuesta del apóstol a una consulta que “la señora elegida” le hizo respecto a aquellos que viajaban predicando y enseñando. O, Juan podría haber escuchado de alguien (quizás la hermana de ella; versículo 13) que ella estaba en peligro de ser presa de ciertos maestros anticristianos, y eso suscitó esta respuesta de Juan. Independientemente de lo que haya ocasionado la redacción de la carta, la enseñanza practica que contiene fue pertinente para ese día, y lo es aún más en nuestros tiempos porque hay más falsos maestros en la profesión cristiana que nunca. Ya que la epístola está escrita hacia un individuo, las instrucciones que contiene deben ser aplicadas individualmente. Entonces, tanto los hermanos como las hermanas tienen una responsabilidad personal de poner estas cosas en práctica en sus vidas.
La señora elegida y sus hijos
Solo hay una epístola escrita a una mujer, y no hay ninguna epístola escrita por una mujer. De hecho, ningún libro en la Biblia está escrito por una mujer, aunque dos libros de la Biblia llevan nombres de mujer: Rut y Ester. El hecho de que una mujer no haya sido llamada a escribir una epístola es conforme con las instrucciones del apóstol Pablo respecto al rol de las mujeres cristianas en la Iglesia. En su epístola a Timoteo, muestra que las mujeres cristianas no tienen una posición pública de tomar la iniciativa en la casa de Dios, ni en la enseñanza (1 Timoteo 2:9-159In like manner also, that women adorn themselves in modest apparel, with shamefacedness and sobriety; not with broided hair, or gold, or pearls, or costly array; 10But (which becometh women professing godliness) with good works. 11Let the woman learn in silence with all subjection. 12But I suffer not a woman to teach, nor to usurp authority over the man, but to be in silence. 13For Adam was first formed, then Eve. 14And Adam was not deceived, but the woman being deceived was in the transgression. 15Notwithstanding she shall be saved in childbearing, if they continue in faith and charity and holiness with sobriety. (1 Timothy 2:9‑15)) ni en la administración (1 Timoteo 3:22A bishop then must be blameless, the husband of one wife, vigilant, sober, of good behavior, given to hospitality, apt to teach; (1 Timothy 3:2); Hechos 15:66And the apostles and elders came together for to consider of this matter. (Acts 15:6)).
Versículos 1-2.— Juan abre con un saludo: “El anciano á la señora elegida y á sus hijos, á los cuales yo amo en verdad y no yo solo, sino también todos los que han conocido la verdad, por la verdad que está en nosotros, y será perpetuamente con nosotros”. El nombre de la señora elegida a quien Juan escribe no es pronunciado. Todo lo que sabemos es que ella es una mujer cristiana respetable, con hijos que andaban en la verdad. Su esposo no es mencionado.
Es instructivo el modo en que Juan le habla. Es un modelo de como un hermano debe tratar a una hermana en el Señor. Se abstiene de la familiaridad, y no usa términos cariñosos. No la llama “amada”, como lo hace cuando se dirige a los hijos de Dios en general (1 Juan 2:7; 3:2,21; 4:1,7,117Brethren, I write no new commandment unto you, but an old commandment which ye had from the beginning. The old commandment is the word which ye have heard from the beginning. (1 John 2:7)
2Beloved, now are we the sons of God, and it doth not yet appear what we shall be: but we know that, when he shall appear, we shall be like him; for we shall see him as he is. (1 John 3:2)
21Beloved, if our heart condemn us not, then have we confidence toward God. (1 John 3:21)
1Beloved, believe not every spirit, but try the spirits whether they are of God: because many false prophets are gone out into the world. (1 John 4:1)
7Beloved, let us love one another: for love is of God; and every one that loveth is born of God, and knoweth God. (1 John 4:7)
11Beloved, if God so loved us, we ought also to love one another. (1 John 4:11)
), o cuando se dirige a Gaio, un hermano en el Señor (3 Juan 1-2,5,111The elder unto the wellbeloved Gaius, whom I love in the truth. 2Beloved, I wish above all things that thou mayest prosper and be in health, even as thy soul prospereth. (3 John 1‑2)
5Beloved, thou doest faithfully whatsoever thou doest to the brethren, and to strangers; (3 John 5)
11Beloved, follow not that which is evil, but that which is good. He that doeth good is of God: but he that doeth evil hath not seen God. (3 John 11)
). Esto no es porque ella no fuera amada, sino porque esas expresiones son inapropiadas para usar por los hermanos cuando interactúan con hermanas a nivel personal. Él sí dice: “á los cuales yo amo”, pero rápidamente lo matiza añadiendo: “en verdad”, y esto fue en el contexto de “todos los que han conocido la verdad, por la verdad”. Esto nos demuestra que es indecoroso que un hermano hable de su amor por una determinada hermana en el Señor; podría malinterpretarse. Esto demuestra cuán cuidadosos debemos ser en nuestras relaciones naturales para evitar la aparición de maldad. Del mismo modo, el aposto Pablo dijo a Timoteo que debía tratar a las hermanas jóvenes “con toda pureza” (1 Timoteo 5:22The elder women as mothers; the younger as sisters, with all purity. (1 Timothy 5:2)).
Versículo 3.— Juan le desea “gracia” y “misericordia” y “paz” del Padre y del Hijo. Basándose en esto, ella sería capaz de actuar según las instrucciones prácticas que él iba a darle.
Versículo 4.— Juan se alegra en gran manera al saber que los hijos de la señora elegida estaban en el camino cristiano y andaban en la verdad. Dice: “Mucho me he gozado, porque he hallado de tus hijos, que andan en verdad, como nosotros hemos recibido el mandamiento del Padre”. Nota: él no dijo, “conocen la verdad”, sino “andan en verdad”. Esto demuestra que la verdad no es algo que meramente creemos en nuestras mentes, sino algo que debe ser practicado y vivido en todos los días de la vida. Al decir que encontró de sus hijos andando en la verdad, indica que no todos los hijos de la señora elegida iban por ese camino. Juan no se enfoca en esto, pero se gozó en aquellos de sus hijos quienes seguían adelante con fe. Esto, también, es un ejemplo para nosotros. En un tiempo de ruina, cuando muchas cosas están en desorden, la tendencia es ocuparse con los fracasos de los santos y todas las cosas que vemos que están mal. Pero esto no es una ocupación sana. Recordemos el viejo refrán: “¡Quien se ocupa del fracaso se convierte en fracasado!”. La ocupación normal del cristiano es con Cristo (Filipenses 3:13-1413Brethren, I count not myself to have apprehended: but this one thing I do, forgetting those things which are behind, and reaching forth unto those things which are before, 14I press toward the mark for the prize of the high calling of God in Christ Jesus. (Philippians 3:13‑14); Hebreos 12:22Looking unto Jesus the author and finisher of our faith; who for the joy that was set before him endured the cross, despising the shame, and is set down at the right hand of the throne of God. (Hebrews 12:2)).
Versículos 5-6.— Juan le ruega que continue en el gran mandamiento que la comunidad cristiana había recibido del Padre. Dice: “Y ahora te ruego, señora, no como escribiéndote un nuevo mandamiento, sino aquel que nosotros hemos tenido desde el principio, que nos amemos unos á otros. Y este es amor, que andemos según Sus mandamientos. Este es el mandamiento: Que andéis en él, como vosotros habéis oído desde el principio”. Ella debía continuar en el antiguo (pero nuevo) mandamiento, que, como dice Juan, es “que nos amemos unos á otros”. Es “antiguo” porque se manifestó por primera vez en la vida del Señor cuando Él estuvo aquí en la tierra (1 Juan 2:77Brethren, I write no new commandment unto you, but an old commandment which ye had from the beginning. The old commandment is the word which ye have heard from the beginning. (1 John 2:7)). También es “nuevo” porque se puede ver en los hijos de Dios, ya que el Espíritu Santo ha sido dado (1 Juan 2:88Again, a new commandment I write unto you, which thing is true in him and in you: because the darkness is past, and the true light now shineth. (1 John 2:8)). Siendo este amor manifiesto de manera práctica en obediencia (Juan 14:1515If ye love me, keep my commandments. (John 14:15); 1 Juan 5:33For this is the love of God, that we keep his commandments: and his commandments are not grievous. (1 John 5:3)), este mandamiento sería algo dichoso para ella. Esencialmente, lo que él estaba diciendo era que ella necesitaba cuidar el estado de su propia alma, principalmente, y así encontrarse andando en el Espíritu con el Señor.
La presencia y actividad de maestros anticristianos
Versículo 7.— Juan da entonces la razón del porqué andar en la verdad y amar son tan importantes: había muchos falsos maestros circulando y descarriaban a los creyentes no establecidos. Dice: “Porque muchos engañadores son entrados en el mundo, los cuales no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Este tal el engañador es, y el anticristo”. Así, Juan informa a la señora elegida de la presencia y actividad de estos maestros anticristianos. Él sabía que la única manera en que ella podría resistir los esfuerzos del enemigo de desviarla tras la falsedad era cimentarse en la verdad y andar en amor y en obediencia.
Estos hombres habían “salido en el mundo” (LBLA) haciéndose pasar por misioneros cristianos, pero tristemente, estaban esparciendo falsa doctrina. Estando bajo la influencia de los poderes de las tinieblas, eran realmente heraldos de doctrina malvada que socavaba los fundamentos de la fe cristiana, especialmente en conexión con la Persona de Cristo. Aseguraban tener luz nueva y mayor que la que los apóstoles habían entregado a los santos, pero de hecho negaban la luz. Juan dijo que ellos “no confiesan que Jesucristo ha venido en carne”. Como hemos visto en 1 Juan 4:2-3,2Hereby know ye the Spirit of God: Every spirit that confesseth that Jesus Christ is come in the flesh is of God: 3And every spirit that confesseth not that Jesus Christ is come in the flesh is not of God: and this is that spirit of antichrist, whereof ye have heard that it should come; and even now already is it in the world. (1 John 4:2‑3) negar a Jesucristo “venido en carne” significa que negaron Su Deidad y Su Humanidad. El hecho de que Él vino “en carne” demuestra que fue de hecho un Hombre real, y el hecho de que Él haya “venido” demuestra que Él preexistió a Su Humanidad; por tanto, Él es una Persona divina y eterna.
Versículo 8.— Ya que acechaba este peligro actual, Juan dice: “Mirad por vosotros mismos, porque no perdamos las cosas que hemos obrado, sino que recibamos galardón cumplido”. Quiere que la señora elegida y sus hijos se mantengan firmes en la verdad para que ella, junto con Juan y aquellos que trabajaban con Él, no perdieran su recompensa. Apartarse tras esas blasfemias significaría la perdida de nuestra corona en el día venidero (Apocalipsis 3:1111Behold, I come quickly: hold that fast which thou hast, that no man take thy crown. (Revelation 3:11)). Esto es un buen mensaje para los que se dedican a enseñar la palabra y la doctrina. Si los santos a quienes hemos ministrado la Palabra no andan en la verdad, no podemos esperar tener un “galardón cumplido” en ese día.
Versículo 9.— En el típico estilo abstracto de Juan, afirma con franqueza: “Cualquiera que se rebela, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene á Dios”. Si una persona no sostiene la verdad sobre la Persona de Cristo, expone que no tiene ninguna relación con Dios. Un falso maestro puede profesar conocer a Dios, pero Juan dice que, si mantiene una doctrina heterodoxa en cuanto la Persona de Cristo, este “no tiene á Dios”. En otras palabras, no es un verdadero creyente en absoluto. (Juan no está tomando en consideración el hecho de que podría haber un verdadero creyente por ahí en algún lugar que es ignorante en algún punto de la doctrina y necesita corrección).
Transgredir en la manera en que Juan habla aquí es ir más allá de los límites de la revelación cristiana hacia nociones novedosas y místicas que niegan la verdad. Esto es lo que caracteriza los cultos en la cristiandad. Pueden afirmar tener una luz nueva y más clara que la que la nos ha aportado el cristianismo ortodoxo, pero lo que es en realidad es un error disfrazado de verdad. En consecuencia, Juan los llama “engañadores”. Transgredir de esta manera es una de las dos trampas en las que caen los creyentes meramente profesantes porque no tienen vida divina. Estas son:
•  Ir más allá de los límites de la revelación cristiana hacia el misticismo que a menudo resulta en degradar la Persona de Cristo (2 Juan 99Whosoever transgresseth, and abideth not in the doctrine of Christ, hath not God. He that abideth in the doctrine of Christ, he hath both the Father and the Son. (2 John 9)).
Estos dos peligros son como zanjas en ambos lados de la carretera en los que creyentes meramente profesantes, tarde o temprano, caen. En el sentido en que Juan ve estas cosas, los verdaderos creyentes no harán ni lo uno ni lo otro. Pero pueden ser arrastrados “juntamente” con la corriente de apostasía y empezar a abandonar ciertos principios y prácticas que antes tenían (2 Pedro 3:1717Ye therefore, beloved, seeing ye know these things before, beware lest ye also, being led away with the error of the wicked, fall from your own stedfastness. (2 Peter 3:17)). También podrían dejar que sus mentes se adentren sin control en una línea de pensamiento místico, y especular sobre temas divinos, pero nunca irán tan lejos como para negar la doctrina de Cristo.
Por el contrario, Juan dice: “El que persevera en la doctrina de Cristo, el tal tiene al Padre y al Hijo”. Así, si uno es sano en cuanto a la Persona de Cristo, muestra que es genuino.
El rechazo de los maestros anticristianos
Versículos 10-11.— Juan anticipó que esta querida hermana sería probada en estas cosas, y como consecuencia, le dio su consejo apostólico: “Si alguno viene á vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡bienvenido!”. No podría ser más claro lo que ella debía hacer si uno de estos charlatanes venía a su puerta; debía negarle la entrada a su casa y no tener comunión con él.
Nota: Juan no le dijo que se familiarizara con todas las ideas falsas que estaban siendo propagadas en esos tiempos, sino simplemente continuar en lo que había oído “desde el principio”. Ella debía estar familiarizada con la verdad que era dada a la Iglesia por medio de los apóstoles y permanecer en Cristo, por lo que la unción del Espíritu la guiaría cuando fuera probada por la llegada de falsos maestros a su puerta. Juan no le dice que juzgue la sinceridad de estos falsos maestros. Siendo engañados, pueden creer que lo que estaban enseñando era la verdad. Sus motivos pueden haber sido buenos (en sus ojos), pero ese no era el criterio que ella debía usar para juzgarlos, sino su doctrina respecto a la Persona de Cristo. Por lo tanto, los falsos maestros puede que sean sinceros, pero están sinceramente equivocados si sostienen enseñanza errónea respecto a la Persona de Cristo.
Nota: Juan no le dice que corrija al hombre su doctrina. Sería una empresa peligrosa; ¡podría verse arrastrada en esos mismos errores! Ella estaría fuera de lugar intentar hacerlo (1 Timoteo 2:1212But I suffer not a woman to teach, nor to usurp authority over the man, but to be in silence. (1 Timothy 2:12)). Juan deja perfectamente claro lo que debía hacer; no debía interactuar con él en cualquier nivel, ¡ni siquiera darle un saludo común! No debía tener nada que ver con él.
Juan advierte: “El que le dice bienvenido, comunica con sus malas obras”. Si ella recibía a tal persona en su casa, era una señal de comunión con él. Esto la haría partícipe de sus malas doctrinas, ¡aunque ella personalmente no sostuviera esos errores doctrinales! Así pues, recibir a tal persona es autorizarla y autorizar lo que enseña, y eso sería deslealtad a Cristo. Esto demuestra que doctrinas que falsean a Cristo no pueden ser toleradas en ninguna manera. El problema de estos errores tan serios es que carcomen como “gangrena” (2 Timoteo 2:16-1716But shun profane and vain babblings: for they will increase unto more ungodliness. 17And their word will eat as doth a canker: of whom is Hymeneus and Philetus; (2 Timothy 2:16‑17)) y se esparcen como “levadura” (Gálatas 5:99A little leaven leaveneth the whole lump. (Galatians 5:9)); si se toleran, otros serán corrompidos. Ninguna de estas personas debe ser bienvenida en nuestros hogares ni en nuestras asambleas.
Saludos finales
Versículos 12-13.— Juan finaliza la carta diciéndole a la señora elegida que quería venir y hablarle “boca á boca” y aumentar su “gozo” en el Señor. También le transmitió saludos de su “hermana elegida” quien evidentemente estaba en la misma área que Juan (probablemente Éfeso). Como en el caso de la señora elegida, no se da el nombre de su hermana elegida.
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Publicado por:
CHRISTIAN TRUTH PUBLISHING
9-B Appledale Road
Hamer Bay (Mactier), ON P0C 1H0
CANADÁ
Primera edición en inglés: mayo de 2019
Primera edición en español: agosto de 2024
VERSIÓN 1.0
Nota: La mayoría de las Escrituras citadas en este libro han sido tomadas de la versión Reina-Valera Antigua. Aunque la mayoría de los lectores probablemente están más familiarizados con la versión de 1960, ésta tiene derechos de autor, por lo que hemos utilizado la Antigua versión. En las instancias donde la Antigua versión no provee el sentido correcto, se ha usado La Biblia de las Américas (LBLA) o se han traducido pasajes de las traducciones de King James, J. N. Darby, o W. Kelly para ayudar a transmitir los pensamientos de la obra original en inglés. Estas versiones, en especial la de J. N. Darby, son fieles traducciones de los idiomas originales.
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