“Llevando a muchos hijos a la gloria,”
Ya ensalza Dios su nombre de bondad;
Marchamos adelante en armonía,
Cantando así al Cordero en majestad.
Dios, que nos dio la sangre por abrigo,
Nos mira hoy en su perfecto amor;
Y aunque parezca el cielo estar nublado,
Siempre incambiable es Dios en su esplendor.
Aunque, incansable, el diablo acuse al justo,
Sus culpas delatando con rencor,
Ya sus denuncias re húsa el gran Dios santo:
La sangre las borró … la del Señor.
En el refugio que Dios ha provisto,
Aunque amenace al mundo destrucción,
Ya estamos bien, guardados siempre en Cristo …
¡Su vida es nuestra; no hay condenación!
Y, en breve, a gloria sin igual llegando,
El canto volveremos a elevar;
Jamás nos cansaremos repetirlo:
“Nos redimió Jesús por su penar.”
Traducción ©1958 Messages of God's Love Multilingual. Todos derechos reservados. Usado con permiso.