En Números 2 se establece la disposición del campamento; Y aquí tenemos otro principio importante presentado ante nosotros. El tabernáculo tiene un lugar central: las tribus están todas dispuestas en referencia a él.
“Cada hombre de los hijos de Israel lanzará según su propio estandarte, con el estandarte de la casa de su padre”. Y luego encontramos: “En el lado este, hacia la salida del sol, los del estandarte del campamento de Judá levantarán sus ejércitos, y Nahshon hijo de Aminadab será capitán de los hijos de Judá”. Dios insiste siempre en su propio orden. “Y su hueste, y los que eran numerados de ellos, eran trescientos y catorce mil seiscientos. Y los que se unan a él serán la tribu de Isacar, y Nethaneel, hijo de Zuar, será capitán de los hijos de Isacar. Y su hueste, y los que estaban contados por él, eran cincuenta y cuatro mil cuatrocientos. Entonces la tribu de Zabulón, y Eliab, el hijo de Elón será capitán de los hijos de Zabulón”. Una vez más encontramos que Judá viene antes que nosotros. “En el lado sur estará el estandarte del campamento de Rubén”, y de nuevo de Simeón. Después de todo esto se nos dice: “El tabernáculo de la congregación se pondrá delante con el campamento de los levitas en medio del campamento; como ellos acampan, así se adelantarán, cada uno en su lugar según sus estándares” (Números 2:17). Luego siga en el oeste el estándar de Efraín, y en el norte de Dan.
Así, el tabernáculo está rodeado por los levitas con el propósito de afirmar su absorción especial y exclusiva en el servicio de Dios, en lugar de ser dejado para propósitos de guerra, o cualquier objeto en la tierra que no sea el propio santuario de Dios. Ocupan el lugar central, con seis en un lado y seis en el otro. Tal era el orden de la marcha. De hecho, el mismo arreglo aparece cuando acampan. Sin embargo, encontraremos una modificación posterior de esto; pero no hablo más de ella hasta que viene en su propio lugar.
Luego se nos dice como resumen que “Estos son los que fueron contados de los hijos de Israel por la casa de sus padres. Todos los que estaban contados de los campamentos a lo largo de sus anfitriones eran seiscientos mil tres mil quinientos cincuenta. Pero los levitas no se contaban entre los hijos de Israel, como Jehová le ordenó a Moisés. Y los hijos de Israel hicieron conforme a todo lo que Jehová mandó a Moisés: así que se asentaron según sus normas, y así pusieron delante a cada uno según sus familias según la casa de sus padres”.