Recuérdame - Neh. 13:31

Nehemiah 13:31
 
Tres veces en este capítulo final Nehemías ora: “Acuérdate de mí, oh Dios mío” (Nehemías 13:14,22,31). ¿Temía Nehemías que su legado personal fuera olvidado? ¿Fueron estas palabras de autoimportancia? De manera similar, uno podría preguntarse cómo se sintió el apóstol Pablo cuando escribió: “Todos los que están en Asia sean apartados de mí” (2 Timoteo 1:15), y, “Demas me ha abandonado, habiendo amado este mundo presente, y ha partido a Tesalónica; Crescens a Galacia, Tito a Dalmacia. Sólo Lucas está conmigo” (2 Timoteo 4:10-11). ¿Estaba Pablo revolcándose en la autocompasión? ¡Ni mucho menos! Sin lugar a dudas, Pablo se entristeció mucho por estas circunstancias; sin embargo, sabía que todo lo que había hecho del Señor resistiría la prueba del tiempo, en esto podía descansar con confianza, y nosotros también. “Porque sé a quién he creído, y estoy convencido de que Él es capaz de guardar lo que le he encomendado contra aquel día” (2 Timoteo 1:12). Esto era algo que Nehemías sólo podía saber en medida; aun así, él también descansa sobre Dios. “Acuérdate de mí, oh Dios mío, para bien” (Neh. 13:3131And for the wood offering, at times appointed, and for the firstfruits. Remember me, O my God, for good. (Nehemiah 13:31)).