C. Stanley
(continuado del número anterior)
¿Qué no fue Jesús, el Santo, entregado por esas mismas iniquidades? ¿Ud. cree que Dios le levantó de entre los muertos, Él “que fué entregado por nuestros delitos”? Este es un asunto muy diferente de milagros, aunque son importantes en su propio lugar. Fíjese, esta es una real substitución: Cristo el Substituto entregado de Su pueblo, del creyente. No debemos confundir esto con la propiciación, que no sólo fue para nosotros, sino para todo el mundo. (Véase 1 de Juan 2:22And both Jesus was called, and his disciples, to the marriage. (John 2:2)). Dios es glorificado sobre el pecado, para que el libre perdón sea predicado a toda criatura, a todos los hombres.
Vamos a tomar un retrato o tipo de esto; en verdad esta escritura se refiere a esto. Después de que la sangre de un macho cabrío había sido rociada sobre el propiciatorio dorado delante de Dios, demostrando la justicia de Dios que se encuentra en la sangre de Jesús, delante de los ojos de Dios, entonces “hará llegar el macho cabrío vivo: y pondrá Aarón ambas manos suyas sobre la cabeza del macho cabrío, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, y todas sus rebeliones, y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto. Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada” (Levítico 16:2121And Aaron shall lay both his hands upon the head of the live goat, and confess over him all the iniquities of the children of Israel, and all their transgressions in all their sins, putting them upon the head of the goat, and shall send him away by the hand of a fit man into the wilderness: (Leviticus 16:21)). Ahora compare esto con otra escritura: “Mas Él herido fué por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados: el castigo de nuestra paz sobre Él; y por Su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino: mas Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros... habiendo Él llevado el pecado de muchos” (Isaías 53:5-125But he was wounded for our transgressions, he was bruised for our iniquities: the chastisement of our peace was upon him; and with his stripes we are healed. 6All we like sheep have gone astray; we have turned every one to his own way; and the Lord hath laid on him the iniquity of us all. 7He was oppressed, and he was afflicted, yet he opened not his mouth: he is brought as a lamb to the slaughter, and as a sheep before her shearers is dumb, so he openeth not his mouth. 8He was taken from prison and from judgment: and who shall declare his generation? for he was cut off out of the land of the living: for the transgression of my people was he stricken. 9And he made his grave with the wicked, and with the rich in his death; because he had done no violence, neither was any deceit in his mouth. 10Yet it pleased the Lord to bruise him; he hath put him to grief: when thou shalt make his soul an offering for sin, he shall see his seed, he shall prolong his days, and the pleasure of the Lord shall prosper in his hand. 11He shall see of the travail of his soul, and shall be satisfied: by his knowledge shall my righteous servant justify many; for he shall bear their iniquities. 12Therefore will I divide him a portion with the great, and he shall divide the spoil with the strong; because he hath poured out his soul unto death: and he was numbered with the transgressors; and he bare the sin of many, and made intercession for the transgressors. (Isaiah 53:5‑12)). La Escritura no nos enseña que Él llevó el pecado de todos; sino, como el Substituto, los pecados de muchos; y esto en contraste con la condenación de los que no le reciben, y por lo tanto tienen que ser juzgados. Sí, note el contraste. “Y de la manera que está establecido a los hombres que mueran una vez y después el juicio; así también Cristo fué ofrecido una vez para agotar los pecados de muchos; y la segunda vez, sin pecado será visto de los que le esperan para salud” (Hebreos 9:27-2827And as it is appointed unto men once to die, but after this the judgment: 28So Christ was once offered to bear the sins of many; and unto them that look for him shall he appear the second time without sin unto salvation. (Hebrews 9:27‑28)).
Ahora la fe no es que yo crea que siento, o que yo creo. ¿Ud. cree este hecho maravilloso, que Dios le ha levantado a Él de entre los muertos, el cual ha sido así como su Substituto, entregado por sus ofensas? Esta es la primera pregunta en cuanto a todas sus iniquidades. ¿Fueron ellas puestas sobre Cristo, cargadas en Él? No los pecados de un año, como Israel en el día de la expiación, pero todos sus pecados e iniquidades antes que naciera. ¿Tomó Él toda la responsabilidad de ellos, de acuerdo con los reclamos justos de Dios? ¿Vino, y fue entregado por este mismo propósito? ¿Fue por llevar la ira de Dios sobre tus pecados lo que le hizo exclamar, “Dios Mío, Dios Mío, ¿por qué Me has desamparado?” ¡Oh, amor mucho más grande de todo lo que nos podemos imaginar! ¿Fracasó Él? No; oiga Sus palabras: “Consumado es”. Sí, ese trabajo que Él vino a hacer está cumplido. Dios es glorificado. Nuestras iniquidades han sido puestas sobre Él, trasladadas a Él, llevadas por Él; no sólo algunos de nuestros pecados sino todas nuestras iniquidades, fueron puestas sobre Él. El Señor Jehová las cargó en Él. ¡Ya está consumado! Oh alma mía, piensa en esto bien: “¡Consumado es!” Él ha hecho la paz de Ud. con Dios por medio de Su misma sangre. ¿Y ahora que le dice Él a Ud.? “Paz a vosotros”. Usted dice, “pero ¡oh, mis terribles pecados!” Él responde, “Ellos fueron puestos en Mí. Paz a ti”. Muestra el costado y las manos. “Pero yo te ha negado, Señor, cuando debería haberte confesado”. “Paz a ti”.
Ahora, Dios, habiendo juzgado nuestros pecados, todas nuestras iniquidades, en Su Hijo, ¿puede Él en justicia juzgarlas en nosotros? Ud. dice. “Yo no dudo que Jesús murió en la cruz como mi Substituto, y llevó mis pecados en Su mismo cuerpo en el madero; pero todavía no tengo la bendita certidumbre que soy justificado, y que tengo paz con Dios; no experimento la felicidad que debo sentir”. ¿Dice este versículo o algún otro que somos justificados o que tenemos paz por experiencia? ¿Dice que hemos de ver a nuestros sentimientos para evidencia de que somos justificados? Dios ha hecho una cosa cierta, dar a la fe la certidumbre de nuestra justificación, y eso única cosa, que Él ha hecho para este mismo propósito, ha sido grandemente pasada por alto. Jesús no solamente fue entregado por nuestras ofensas, sino leemos “y fué resucitado para nuestra justificación”. Sí, Dios le levantó de entre los muertos, no porque éramos justificados, sino con el expreso propósito de que, creyendo en Él, pudiésemos ser justificados. Así, si Cristo no resucitó, estamos engañados y aún en nuestros pecados (1 Corintios 15:1717And if Christ be not raised, your faith is vain; ye are yet in your sins. (1 Corinthians 15:17)). Pero Él ha resucitado; la cuestión entera se ha resuelto a la fe.
Pero dice Ud., “¿No debo aceptar la expiación de mi Substituto?” No, en este caso es Dios quien nos ha enseñado que Él ha aceptado el único sacrificio por nuestros pecados, levantando a Jesús de los muertos, y dándole a Él un lugar más arriba de los cielos. Y ahora, en cuanto a tus pecados, compañero creyente, ¿dónde están? Han sido trasladados a tu Substituto. Bueno, no podían estar en ti y en Él. No. ¿Dónde están entonces? ¿Están en Cristo? No. Pero deben estar en Él, si acaso en alguien, como Él ha tomado la responsabilidad entera de ellos ante su Dios. No están en Él. Entonces no pueden estar en ti. ¡Oh gracia admirable! Dios dice que no los recordará ya más. Si los recordase, debería recordarlos como en contra de Cristo y esto es imposible. Cristo está en la presencia sin nubes de Dios en luz. Entonces así estás tú justificado de todas las cosas —no esperando estarlo—. ¿Podría alguna cosa ser más cierta que esto de confiar en las mismas palabras de Dios? ¿No dio Dios a Su amado Hijo para este mismo propósito, para que podamos tener una paz sin nieblas con Él? ¿Por qué debemos dudarle a Él?
(para continuarse, Dios mediante)