Salmos 120-134: Los Cánticos Graduales

Psalm 120‑134
Los Salmos presentan muchos sentimientos del pueblo terrenal de Dios: Israel; pero en sus expresiones hay mucho de lo que puede sacar provecho el creyente. Actualmente, vivimos durante una época cuando el Señor Jesucristo está mostrando su gracia hacia el mundo y no clamamos por la venganza de nuestros enemigos como fue y será aceptable para el judío justo aquel día cuando el Hijo del Hombre venga para juzgar. Sin embargo en los Salmos hallamos mucho de lo que se aplica al camino de la fe para cualquier creyente en Dios.
Los Salmos 120 a 134 se llaman los Cánticos Graduales. Son una serie que trata de un tiempo venidero cuando el remanente de Israel va a regresar a su tierra. Hoy en día, por causa de la idolatría, están dispersos por todo el mundo; pero en aquel día regresarán para ocupar la Tierra Prometida durante mil años, período llamado el milenio. Veamos algunos de los temas comunes de los Salmos a través de los Cánticos Graduales.
Los fieles experimentarán mucha aflicción que les causarán los malvados. El Salmo 120:66My soul hath long dwelt with him that hateth peace. (Psalm 120:6) dice: “Mucho tiempo ha morado mi alma con los que aborrecen la paz”. Los hombres que estén alrededor del remanente les rechazarán, pues el mundo nunca ha tenido y nunca tendrá lugar para el hombre que tiene su fe puesta en Dios. No somos del mundo y tampoco compartimos sus placeres. Entre tanto que quienes están en el mundo buscan el placer sin considerar a Dios, el hombre fiel acude a Él para su socorro.
Mientras los judíos suban a Jerusalén estarán en medio de muchos peligros y tendrán bastantes enemigos tratando de hacerles caer; pero su respuesta debe ser la súplica a Dios. En el Salmo 121:44Behold, he that keepeth Israel shall neither slumber nor sleep. (Psalm 121:4) leemos: “He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel”. Su guardia será fiel y perfecto: no dejará de vigilar ni siquiera por un minuto, pues su cuidado será las 24 horas del día. Así es nuestro Dios con nosotros: nos protege de todo mal en medio de nuestro peregrinaje a su hogar.
La meta del viaje de los israelitas será Jerusalén y el hogar de Dios: Su presencia será el gran premio del milenio cuando Él reine en Jerusalén. “Porque Jehová ha elegido a Sion; la quiso por habitación para sí. Este es para siempre el lugar de mi reposo; aquí habitaré, porque la he querido” (Salmo 132:13-1413For the Lord hath chosen Zion; he hath desired it for his habitation. 14This is my rest for ever: here will I dwell; for I have desired it. (Psalm 132:13‑14)). Dios siempre realiza sus planes y nunca puede ser frustrado. Ha planificado tener su morada en Jerusalén y así será. ¡Qué bueno que tenemos un Dios que nunca cambia! Cada plan de bendición tendrá su tiempo de cumplimiento; Él ha deseado morar con su pueblo y así lo hará. Durante este tiempo venidero nosotros, como su esposa, estaremos reinando con Él.
El resultado de la justicia ejecutada y la presencia de Dios reinando desde Jerusalén será paz y armonía. Salmo 133:11<<A Song of degrees of David.>> Behold, how good and how pleasant it is for brethren to dwell together in unity! (Psalm 133:1) dice: “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!”. Hoy en día no vemos esto, pues hay guerras, contiendas, envidias, celos y chismes entre parientes y hermanos; pero cuando Cristo tenga su puesto evidente de honor en el mundo reinará la justicia. Es más, con la justicia vendrá la armonía entre los hermanos y aquellos de las diez tribus que se separaron de Judá y Benjamín serán restaurados a sus hermanos: todos juntos alabarán a Dios. Nosotros, guiados por el Espíritu Santo, tenemos el mismo privilegio; pero para nosotros será aquel día glorioso cuando le encontremos cara a cara, por primera vez, en las nubes. ¡Qué gozo!