David el hombre de fe, el rey vencedor en Sion
Siendo enteramente liberado de las insurrecciones del pueblo,1 David ejerce su poder para someter a sus enemigos. Los filisteos, que habitaron dentro de la tierra de Israel, están subyugados. Metheg-ammah significa “brida de la capital”. David tenía la llave del poder. Moab es sometido y hecho tributario. Al final, los enemigos externos, los sirios, también, son conquistados o se someten. Los edomitas se convierten en siervos de David, y Jehová preserva a David dondequiera que vaya.
(1. Compare el Salmo 18:43, donde el Cristo justo sufriente (bajo la figura de David) es la fuente de todas las bendiciones para Israel desde Egipto hasta el fin).
En todo esto tenemos de nuevo al hombre de fe y al tipo del Señor Jesús, Rey en Sión, que es victorioso sobre los enemigos de Israel, y pone a Israel en posesión de la tierra prometida (Génesis 15:18) hasta el Éufrates. Él dedica el botín a Jehová. Él reina sobre todo Israel, y ejecuta juicio y justicia a todo su pueblo. Los compañeros de su peregrinación participan en la gloria de su reino, un tipo, en todo esto, del reino de Cristo.