Arrepentimiento

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El arrepentimiento es tener un cambio de pensamiento respecto a un curso equivocado que hemos estado teniendo, y haber pasado nuestro juicio sobre ello. La nota al rodapié en la traducción de J. N. Darby en Mateo 3:8 dice: “El arrepentimiento indica el juicio moral del alma sobre todo lo pasado, sobre todo lo que es de la carne delante de Dios. Incluye, pero va más allá de sólo cambiar de pensamiento.” El Concise Bible Dictionary afirma: “El arrepentimiento ha sido descrito como un cambio de pensamiento delante de Dios que conduce al juicio de uno mismo y de sus actos” (p. 658).
La confesión es un acto, pero el arrepentimiento es un proceso que debe continuar durante toda la vida del creyente después de ser salvo. Lucas 15:7 dice: “Os digo, que así habrá ... gozo en el cielo de un pecador que se arrepiente.” Nótese que no dice “que se ha arrepentido”, sino “que se arrepiente,” lo que indica que es algo que debe continuar en la vida de un creyente. De hecho, si dejásemos de arrepentirnos de algo equivocado o de un mal curso que vivimos, ya no estaríamos manteniendo nuestro juicio sobre esa cosa o ese curso y, así, estaríamos regresando a ello en nuestro corazón. Esto no significa que debamos volver y revivir con tristeza lo yerros que hicimos, pero sí seguir el camino con alegría, manteniendo un pensamiento cambiado y una convicción de juicio contra esa cosa o conducta particular. En 2 Corintios 7:10, tenemos el principio del arrepentimiento. El arrepentimiento de los corintios era del “que no hay que arrepentirse.” O sea, ellos no debían cambiar de idea en cuanto a su arrepentimiento, porque al hacerlo, estarían regresando a sus errores. Así, cuanto más viejos nos tornamos y cuanto más tiempo estuviéremos en la senda cristiana, más profundo debe ser nuestro odio contra los pecados que cometimos anteriormente—pero no debemos estar ocupados con esas cosas; la ocupación normal del creyente es Cristo y Sus intereses.
El arrepentimiento es producido en los hombres por la “benignidad” de Dios tocando sus corazones (Romanos 2:4). Cuando el hijo pródigo pensó en la bondad de su padre, esta lo llevó a cambiar de idea acerca de su padre y a juzgarse a sí mismo (Lucas 15:17-19). Tristemente, arrepentimiento es una palabra que ha perdido su significado bíblico en las mentes de muchos hoy en día. Parte de la confusión viene de la mala enseñanza que ha existido en la profesión cristiana durante años. Algunos ejemplos son:
•  Arrepentimiento no es auto punición. Auto punición es el esfuerzo del hombre para expiar sus culpas.
•  Arrepentimiento no es confesión. Algunos piensan erróneamente que si piden disculpas por algún mal que hayan hecho, se están arrepintiendo. Sin embargo, es posible hacer una confesión y no arrepentirse verdaderamente.
•  Arrepentimiento no es reformación. Reformación tiene que ver más con un cambio exterior de “hacer borrón y cuenta nueva” en un intento por sustituir los malos hábitos con los buenos. Aunque esas cosas surgirán del arrepentimiento, ellas no son arrepentimiento. Dios no nos pide hacer promesas solemnes las cuales no tenemos el poder de cumplir.
•  Arrepentimiento no es penitencia. La penitencia es tristeza por el pecado. Esto podría producir arrepentimiento, pero la tristeza en sí no es arrepentimiento.
El arrepentimiento debe ser visto en el pecador que viene a Cristo para la salvación y también debe verse en el creyente que falló y que es restaurado al Señor (Hechos 20:21; Apocalipsis 2:5, etcétera). La versión Reina-Valera dice que Judas estaba “arrepentido,” pero debería decir que estaba “lleno de remordimiento” (Mateo 27:3 traducción J. N. Darby). Él no tenía arrepentimiento. El verdadero arrepentimiento tiene sus frutos. Estos son señales reveladoras que manifestará una persona. Juan el Bautista dijo esto a los fariseos no arrepentidos que vinieron a él. Él les dijo: “Haced pues frutos dignos de arrepentimiento” (Mateo 3:8). Noemí ilustra las marcas del verdadero arrepentimiento.
•  Ella regresó a su punto de partida (Rut 1:1919So they two went until they came to Bethlehem. And it came to pass, when they were come to Bethlehem, that all the city was moved about them, and they said, Is this Naomi? (Ruth 1:19)). Ella se fue a Belén, el mismo lugar del que ella y su marido habían salido cuando moraban en la tierra de Israel. Esto ilustra la necesidad de regresar a la raíz de nuestro fracaso y juzgarlo.
•  Ella manifestó un genuino espíritu de quebrantamiento y humildad. Ella dijo: “No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara”. Mara significa “amarga”. Así, ella indicó una amargura de alma en relación con su conducta (Rut 1:2020And she said unto them, Call me not Naomi, call me Mara: for the Almighty hath dealt very bitterly with me. (Ruth 1:20); Salmo 51:17).
•  Ella justificó a Dios en todo lo que Él permitió que aconteciese con ella (Rut 1:2020And she said unto them, Call me not Naomi, call me Mara: for the Almighty hath dealt very bitterly with me. (Ruth 1:20)).
•  Ella hizo una franca confesión de su error. Ella dijo: “Yo me fuí ... ” (Rut 1:2121I went out full, and the Lord hath brought me home again empty: why then call ye me Naomi, seeing the Lord hath testified against me, and the Almighty hath afflicted me? (Ruth 1:21)). Ella no culpó a su marido o a cualquier otra persona.
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La Escritura indica que Dios mismo se arrepiente, pero claro, no de la misma manera que los hombres fallidos. Puesto que el arrepentimiento significa tener un pensamiento cambiado, Dios puede cambiar su pensamiento de vez en cuando. Pero con Dios, el arrepentimiento nunca tiene que ver con el juicio de Sí mismo, porque Él nunca hace nada malo.
Cuando se trata de los propósitos de Dios, Él nunca se arrepiente (Números 23:19; 1 Samuel 15:2929And also the Strength of Israel will not lie nor repent: for he is not a man, that he should repent. (1 Samuel 15:29)). Pero en cuanto a Sus caminos para con los hombres, Él sí se arrepiente (Génesis 6:6-7; 1 Samuel 15:1111It repenteth me that I have set up Saul to be king: for he is turned back from following me, and hath not performed my commandments. And it grieved Samuel; and he cried unto the Lord all night. (1 Samuel 15:11)). Muchas veces, el arrepentimiento de Dios está relacionado con la contingencia de arrepentimiento del hombre. Cuando Dios ve el verdadero arrepentimiento en los hombres sobre quienes Él ha pronunciado un juicio, Él puede arrepentirse y no ejecutar el juicio (Éxodo 32:14; Jueces 2:18; 1 Crónicas 21:15; Salmo 90:13; Salmo 106:44-45; Jeremías 18:8; Joel 2:1313And rend your heart, and not your garments, and turn unto the Lord your God: for he is gracious and merciful, slow to anger, and of great kindness, and repenteth him of the evil. (Joel 2:13); Jonás 3:9-10). Tal es la misericordia de Dios.