Capítulos 2-3: Las cosas que son

Revelation 2‑3
Estos dos capítulos contienen los mensajes del Señor a las siete iglesias en Asia. Estas iglesias, vistas consecutivamente, nos presentan la historia profética del testimonio cristiano, plasmando los varios escenarios por los que pasaría la Iglesia. Estas iglesias específicas en Asia fueron seleccionadas con el fin de presentar figuras de las condiciones morales y espirituales que se desarrollarían de forma sucesiva en la profesión cristiana, desde los días de los apóstoles hasta la venida del Señor (el Arrebatamiento). El hecho de que el testimonio que la Iglesia ha dado para Cristo sea simbolizado mediante “candeleros” indica que el tiempo de este testimonio es durante la ausencia del Señor de este mundo, cuando es de noche espiritualmente hablando (Apocalipsis 1:2020The mystery of the seven stars which thou sawest in my right hand, and the seven golden candlesticks. The seven stars are the angels of the seven churches: and the seven candlesticks which thou sawest are the seven churches. (Revelation 1:20); Juan 9:4-54I must work the works of him that sent me, while it is day: the night cometh, when no man can work. 5As long as I am in the world, I am the light of the world. (John 9:4‑5)).
El Señor anda “en medio” de los siete candeleros. No aparece ahí como objeto de adoración (Juan 20:19-2219Then the same day at evening, being the first day of the week, when the doors were shut where the disciples were assembled for fear of the Jews, came Jesus and stood in the midst, and saith unto them, Peace be unto you. 20And when he had so said, he showed unto them his hands and his side. Then were the disciples glad, when they saw the Lord. 21Then said Jesus to them again, Peace be unto you: as my Father hath sent me, even so send I you. 22And when he had said this, he breathed on them, and saith unto them, Receive ye the Holy Ghost: (John 20:19‑22); Apocalipsis 5:6-146And I beheld, and, lo, in the midst of the throne and of the four beasts, and in the midst of the elders, stood a Lamb as it had been slain, having seven horns and seven eyes, which are the seven Spirits of God sent forth into all the earth. 7And he came and took the book out of the right hand of him that sat upon the throne. 8And when he had taken the book, the four beasts and four and twenty elders fell down before the Lamb, having every one of them harps, and golden vials full of odors, which are the prayers of saints. 9And they sung a new song, saying, Thou art worthy to take the book, and to open the seals thereof: for thou wast slain, and hast redeemed us to God by thy blood out of every kindred, and tongue, and people, and nation; 10And hast made us unto our God kings and priests: and we shall reign on the earth. 11And I beheld, and I heard the voice of many angels round about the throne and the beasts and the elders: and the number of them was ten thousand times ten thousand, and thousands of thousands; 12Saying with a loud voice, Worthy is the Lamb that was slain to receive power, and riches, and wisdom, and strength, and honor, and glory, and blessing. 13And every creature which is in heaven, and on the earth, and under the earth, and such as are in the sea, and all that are in them, heard I saying, Blessing, and honor, and glory, and power, be unto him that sitteth upon the throne, and unto the Lamb for ever and ever. 14And the four beasts said, Amen. And the four and twenty elders fell down and worshipped him that liveth for ever and ever. (Revelation 5:6‑14)), ni para autorizar acciones de la asamblea hechas en Su nombre (Mateo 18:2020For where two or three are gathered together in my name, there am I in the midst of them. (Matthew 18:20)), sino como Juez evaluando la condición del testimonio público de la Iglesia.
ÉFESO: la Iglesia sin amor
Capítulo 2:1-7.— La asamblea en Éfeso representa, históricamente, a la Iglesia desde los días justo después de los apóstoles hasta el año 167 d. C.
Esta iglesia era exteriormente irreprochable en su testimonio ante el mundo, pero interiormente estaba en una condición de decaimiento. Había firmeza en la doctrina y un celo piadoso por la santidad como era demostrado por su ejecución de disciplina sobre toda falsedad, pero la motivación interna de afecto por Cristo estaba tristemente rota. Los tesalonicenses eran destacados por la “obra de ... fe”, el “trabajo de amor”, y la “tolerancia [paciencia] de la esperanza” (1 Tesalonicenses 1:33Remembering without ceasing your work of faith, and labor of love, and patience of hope in our Lord Jesus Christ, in the sight of God and our Father; (1 Thessalonians 1:3)). Esto básicamente marcó la condición de la Iglesia en general en aquellos días primitivos. Pero ahora, relativamente pocos años después, solo quedaban “obras”, “trabajo” y “paciencia”. La “fe”, el “amor” y la “esperanza” que una vez habían sido la fuerza motora en sus actividades se había disipado.
Había llegado la decadencia, no porque ellos ya no estaban sirviendo al Señor, sino porque sus afectos hacia Él se habían deteriorado. El Señor les dice, “has dejado tu primer amor” (versículo 4). La raíz de todo fracaso en la Iglesia puede rastrearse hasta la deserción en el corazón. Algo había enfriado el amor que una vez hubo en sus corazones, y el Señor lo sintió. La palabra traducida como “primer” puede traducirse en el lenguaje original como “principal”, como está en Lucas 15:2222But the father said to his servants, Bring forth the best robe, and put it on him; and put a ring on his hand, and shoes on his feet: (Luke 15:22). Por lo tanto, “primer amor” no se refiere a lo que es primero en el tiempo, sino a lo que es primero en calidad. Es nuestro principal (o mejor) amor lo que el Señor quiere. T. B. Baines dijo, “¿De qué le vale al Novio amoroso que la novia tenga un comportamiento intachable, si sus afectos se han ido enfriando? ¿Podrá sólo la conducta apropiada o el cumplimiento del deber satisfacer al corazón sediento de amor?” (The Revelation of Jesus Christ, página 26).
El mensaje para el vencedor en cada una de las iglesias muestra que hay una manera de recuperarse de la condición que prevalecía en cada iglesia, pero todo es a nivel individual. El Señor dice, El que tiene oído, oiga ... ”. Él no dice, “Los que tengan oído, oigan ... ”. El punto que se quiere extraer de esto es que no somos obligados a conformarnos con el estado general que distingue a la masa de la cristiandad; podemos subir por encima de ello y andar de una manera que sea aprobada por el Señor.
ESMIRNA: la Iglesia perseguida
Capítulo 2:8-11.— La asamblea en Esmirna representa a la Iglesia históricamente desde el 167 d. C. al 313 d. C. La palabra “Esmirna” significa “sufrimiento”. Las palabras del Señor para esta iglesia describen apropiadamente el período de sufrimiento por el que pasó la Iglesia en los siglos II y III.
Satanás salió contra la Iglesia como un león rugiente y desató una persecución terrible sobre los santos. Durante este período muchos miles de cristianos murieron como mártires. El Señor Se les presenta como un Juez simpatizante, habiendo Él mismo conocido lo que era morir como mártir (versículo 8).
La persecución a la que fue sometida la Iglesia en esta época fue doble:
•  En primer lugar, de parte de un elemento religioso dentro del testimonio cristiano (versículo 9). Se había desarrollado un partido definido en la Iglesia llamado “sinagoga de Satanás” que buscaba añadir al cristianismo las formalidades, ceremonias y principios del judaísmo. Era el intento de Satanás hacer que la Iglesia judaizara, y así despojarla de su vocación y carácter celestiales.
•  En segundo lugar, del mundo pagano romano de afuera (versículo 10). El diablo incitó a las autoridades romanas a que iniciaran un exterminio de cristianos en el imperio. Hubo diez períodos específicos de intensa persecución en este tiempo que concuerdan con el comentario del Señor de que tendrían tribulación por “diez días”.
Las apariciones recurrentes de “Satanás” y “el diablo” en estos dos capítulos indican que él estaba muy activo en sus intentos de destrozar y corromper el testimonio cristiano (capítulos 2:9,10,13 (2 veces),24; 3:9). Durante esta gran persecución en Esmirna, Satanás trabajó para arrebatar las Escrituras de la Iglesia. Las autoridades romanas impusieron leyes para confiscar todas las copias de la Palabra de Dios. Este fue un paso gigante hacia la pérdida de la verdad por parte de la Iglesia.
El vencedor tiene prometida “la corona de la vida”. Esta es una corona especial dada a todo aquel que es “fiel hasta la muerte”. A veces es llamada “la corona del mártir”.
PÉRGAMO: la Iglesia mundana
Capítulo 2:12-17.— La asamblea en Pérgamo representa a la Iglesia históricamente desde el año 313 d. C. hasta alrededor del año 580 d. C.
La palabra “Pérgamo” significa “matrimonio” o “casado dos veces”. Marca el período de la historia en que la Iglesia dejó principios de separación y se casó con el mundo. El arma de violencia usada por el enemigo en Esmirna solo probó la realidad de la fe cristiana. Los cristianos no abandonaron sus principios para sacrificar a dioses paganos. Por lo tanto, Satanás cambió su táctica y trató de infiltrarse en las filas cristianas para corromperlas y desacreditar su testimonio. Él falló en su ataque a Esmirna, pero triunfó en gran medida en Pérgamo.
Satanás tenía su instrumento para llevar a cabo su plan. Utilizó al emperador Constantino. Su madre (Helena) aparentemente era creyente, y mediante su influencia, antes de él ser emperador, sentía algo de simpatía por los cristianos cuando eran perseguidos. Poco después de llegar al trono, concedió la libertad de culto a los cristianos según sus conciencias. El cristianismo se convirtió en una de las muchas religiones del imperio. Con el paso del tiempo, Constantino aprendió más sobre el cristianismo. Se dio cuenta de que los cristianos eran mejores súbditos que los paganos. Se podía confiar en ellos para defender al rey y al reino, o al menos, para no interferir con él. Eran personas pacíficas que incluso oraban por el rey, mientras que los paganos estaban continuamente involucrados en levantamientos y requerían un mantenimiento constante.
Al conocer el beneficio positivo de tener cristianos como súbditos, Constantino pensó que consolidaría su poder si todos eran cristianos. Por lo tanto, en el año 324 d. C. promulgó edictos contra el paganismo y trató de imponer el cristianismo en todo el imperio. En muchos lugares fue impuesto sobre las personas a punta de espada. Para ellos era o el bautismo cristiano o la muerte, así que optaron por el bautismo. (Es interesante notar que nadie estaba lo suficientemente convencido de su paganismo como para morir por él, como fue el caso con los cristianos en los tiempos de la persecución). El resultado fue que decenas de miles de paganos se convirtieron en cristianos nominales.
Sin embargo, aunque los paganos abandonaron su paganismo formalmente, el paganismo no los abandonó de forma práctica, y mucho de ello fue llevado al cristianismo en aquella época. Como los magníficos templos paganos y los vestidos de sus sacerdotes ya no se utilizaban, el emperador los ofreció a los cristianos, junto con oro y patrocinio. Y la Iglesia mordió el anzuelo con entusiasmo. Los cristianos dejaron de reunirse en sus casas y se trasladaron a los grandes templos que habían dejado libres los paganos. Para acomodar la afluencia de paganos que se aferraban a sus antiguas supersticiones, el cristianismo profesante adoptó muchas de estas cosas dándoles nombres cristianizados. Las antiguas fiestas paganas y las festividades que existían mucho antes de la iglesia fueron llevadas a la profesión cristiana en ese momento. De ahí surgieron la Navidad, la Semana Santa, etc.
El cristianismo recibió una apariencia totalmente nueva, pero también se impregnó del veneno mortal de la mordedura de la serpiente. En un período de tiempo relativamente corto, la Iglesia “se casó” con el mundo. Antes, el mundo y la Iglesia caminaban separados; ahora iban de la mano. La Iglesia en esta época se caracterizó por:
Tolerar la práctica injusta en el maltrato de los creyentes fieles (versículo 13). Los creyentes fieles, como “Antipas”, que protestaron por la terrible corrupción, fueron perseguidos y asesinados. El Señor responsabilizó al “ángel” de la iglesia porque esto tuvo lugar “entre” ellos.
Tolerar dos doctrinas malignas. Una es “la doctrina de Balaam”, que es enseñar a los santos a tener relaciones ilícitas con el mundo pagano de la idolatría, en particular, la introducción de fiestas y rituales paganos en la iglesia bajo nombres cristianizados (versículo 14). La otra es “la doctrina de los Nicolaítas”, que es el comienzo del sistema del clero. “Nico” significa gobernar, y “laíta” es la misma palabra que laico, que es el pueblo (versículo 15). Ninguna de las dos doctrinas tocaba directamente la Persona y obra de Cristo, por lo que se podría decir que el ángel de esta iglesia (los líderes responsables) no negó la fe (versículo 13). Aunque no se acusó al ángel de sostener estas doctrinas, fue culpable de tolerarlas. No las denunció como lo hizo el ángel de Éfeso.
A través de la mundanalidad, la Iglesia en este período se volvió descuidada en cuanto a mantener la verdad, y esto llevó a que se perdiera. A medida que la Iglesia entraba en la edad oscura, la verdad que una vez fue entregada por los apóstoles a los santos (Judas 33Beloved, when I gave all diligence to write unto you of the common salvation, it was needful for me to write unto you, and exhort you that ye should earnestly contend for the faith which was once delivered unto the saints. (Jude 3)) fue reemplazada por enseñanza judaizante, las ideas clericales y las supersticiones paganas.
TIATIRA: la Iglesia pagana
Capítulo 2:18-29.— La asamblea en Tiatira representa un poderoso sistema en la Iglesia que comenzó alrededor del año 580 d. C. conocido como el catolicismo. Marca la época en que este sistema eclesiástico gobernaba la Iglesia y el mundo. La palabra “Tiatira” significa “sacrificio continuo” y apunta a la misa católica que se puso en práctica en esa época.
La incorporación de paganos no convertidos en el período de Pérgamo, con el tiempo, resultó en que la Iglesia profesante se volviera mayormente de carácter pagano. Sin embargo, en medio de toda esta corrupción hubo algunas cosas buenas que se dijeron de la iglesia en Tiatira. Eran serviciales para con los necesitados, y el Señor los elogió por su benevolencia (versículo 19). Pero lo principal que marca este período en la historia de la Iglesia es que el perverso sistema del catolicismo ganó control sobre la Iglesia en general. De ahí que prevaleciera una condición peor que la que había existido en Pérgamo.
“Jezabel” representa ese sistema perverso. Ella se llamó a sí misma “profetisa” y asumió un papel en la Iglesia que Dios nunca le había dado. Ella comenzó a “enseñar, y engañar” a sus súbditos con sus doctrinas y prácticas malignas. Nótese la progresión: ¡las doctrinas malignas que fueron sostenidas por algunos en Pérgamo son ahora enseñadas públicamente en Tiatira! (versículos 14, 20). La mujer, a través de sus malas enseñanzas, hizo que la gran multitud de cristianos profesantes volteara la vista de Cristo hacia María; de Cristo como Cabeza de la Iglesia, al Papa; del único sacrificio de Cristo al sacrificio continuo de la misa. La misa es un insulto al “un solo sacrificio” de Cristo, y una negación de esa obra consumada (Juan 19:3030When Jesus therefore had received the vinegar, he said, It is finished: and he bowed his head, and gave up the ghost. (John 19:30); Hebreos 10:12-1412But this man, after he had offered one sacrifice for sins for ever, sat down on the right hand of God; 13From henceforth expecting till his enemies be made his footstool. 14For by one offering he hath perfected for ever them that are sanctified. (Hebrews 10:12‑14)).
El sistema católico comenzó a legislar sus dogmas y a imponerlos a la profesión cristiana. A riesgo de perder la vida, la gran mayoría del pueblo se vio obligada a pecar participando de sus corrupciones.
Algunas doctrinas y prácticas malignas destacables introducidas por la iglesia católica
•  La misa.
•  La autoridad pontificia (la sucesión de los papas).
•  Regeneración bautismal.
•  La justificación por las obras.
•  El culto a las imágenes.
•  El celibato.
•  Veneración a María.
•  El confesionario.
•  El purgatorio.
•  La transubstanciación.
•  Las indulgencias.
•  La penitencia.
Cuatro clases de personas en Tiatira
Aquí se hace referencia a cuatro grupos distintos de personas. El primero es el “ángel” de esta asamblea, que representa los líderes responsables que estaban casados con Jezabel. (El versículo 20 debería traducirse como “tu esposa Jezabel”, nota al pie de página en la traducción J. N. Darby). Así como la Jezabel de antaño controlaba a su esposo Acab y al reino en Israel, la Iglesia de Roma entró en el terreno político y controló y dominó a las naciones de Europa. En Pérgamo, el mundo entró en la Iglesia, pero en Tiatira, las cosas cayeron a un punto más bajo, ¡y la Iglesia se encontró gobernando el mundo! Como Jezabel en los tiempos antiguos mató a los profetas del Señor (1 Reyes 18:44For it was so, when Jezebel cut off the prophets of the Lord, that Obadiah took an hundred prophets, and hid them by fifty in a cave, and fed them with bread and water.) (1 Kings 18:4)), el perverso sistema católico romano colmó la tierra con la sangre de aquellos que rehusaron aceptar a sus doctrinas y prácticas malignas (Apocalipsis 17:66And I saw the woman drunken with the blood of the saints, and with the blood of the martyrs of Jesus: and when I saw her, I wondered with great admiration. (Revelation 17:6)).
El segundo grupo de personas son los “hijos” de Jezabel (versículo 23). Estos son simplemente creyentes profesantes que aceptan, integran y promueven sus doctrinas, y por lo tanto están marcados por su carácter y formas de corrupción.
El tercer y cuarto grupo representan un remanente de verdaderos creyentes en medio de la masa del pueblo. El primero de ellos es “Mis siervos”. Estos eran verdaderos creyentes que, por ignorancia y miedo, siguieron la maldad de Jezabel sin protestar, y fueron “engañados” por sus corrupciones (versículo 20). Abdías es una figura de éstos. Él “era en grande manera temeroso de Jehová”, pero sirvió a Acab y a Jezabel (1 Reyes 18:1-41And it came to pass after many days, that the word of the Lord came to Elijah in the third year, saying, Go, show thyself unto Ahab; and I will send rain upon the earth. 2And Elijah went to show himself unto Ahab. And there was a sore famine in Samaria. 3And Ahab called Obadiah, which was the governor of his house. (Now Obadiah feared the Lord greatly: 4For it was so, when Jezebel cut off the prophets of the Lord, that Obadiah took an hundred prophets, and hid them by fifty in a cave, and fed them with bread and water.) (1 Kings 18:1‑4)). Luego están “los demás [el remanente]”. Estos fueron creyentes que tuvieron el valor y la convicción de apartarse de las corrupciones de Jezabel, y sufrieron persecución por ello (versículo 24). Elías y los siete mil en Israel que rehusaron doblar la rodilla ante Baal son una figura de estos fieles (1 Reyes 19:1818Yet I have left me seven thousand in Israel, all the knees which have not bowed unto Baal, and every mouth which hath not kissed him. (1 Kings 19:18)).
Un remanente distinguido entre la multitud
Cuando la corrupción generalizada impregnó por completo el testimonio cristiano a través de la maldad del catolicismo, las condiciones llegaron a un punto de no retorno. Algo similar sucedió en la historia de Israel (2 Crónicas 36:16: “no hubo remedio”). Por lo tanto, no hay un llamado al arrepentimiento para esta iglesia como lo hubo con las iglesias anteriores. La única referencia al arrepentimiento es que ellos tuvieron la oportunidad de arrepentirse, pero ese tiempo se les había pasado (versículo 21). Consecuentemente, desde este punto en adelante, un marcado cambio toma lugar en los caminos del Señor para con la Iglesia; Él ya no llama a una restauración del testimonio público de la Iglesia en general. En vez de esto, separa un remanente de verdaderos creyentes, diciendo: “Pero yo digo á vosotros, á los demás [el remanente] ... ” (versículo 24, traducción J. N. Darby) y obra con ellos para fortalecerlos y animarlos, y deja que la multitud pública siga su camino hacia el juicio.
Este cambio en los tratos de Dios para con la Iglesia está indicado por el hecho de que el llamado a “oir lo que el Espíritu dice á las iglesias [asambleas]” viene después de la promesa hecha al vencedor, y no antes, como era el patrón en las iglesias antes de Tiatira. En las primeras tres iglesias, la recompensa al vencedor era puesta delante de toda la Iglesia porque el Señor todavía estaba tratando con ella en general. Todos los que escucharan y obedecieran recibirían la recompensa del vencedor. Pero ahora eso se ha dejado de lado. Comentando sobre este cambio, J. N. Darby ha dicho que “El cuerpo en su conjunto es puesta de lado”. Walter Scott añadió: “La multitud pública de la profesión cristiana es tratada como incapaz de oír y arrepentirse”. En las últimas cuatro iglesias, el llamado a “oír lo que el Espíritu dice á las iglesias” es dado a un remanente (no a toda la Iglesia), porque sólo ellos oirán y vencerán. W. Kelly dijo: “El Señor desde entonces da la promesa [al vencedor] primero, y esto es porque es vano esperar que la Iglesia en su conjunto la reciba... solamente un remanente vence, y la promesa es para ellos; en cuanto a los otros, todo ha terminado”. Este cambio notable en los discursos del Señor a las siete iglesias indica que Él ya no espera que la masa de la profesión cristiana escuche y regrese al punto del que partió. Todo pensamiento de restaurar el testimonio público de la Iglesia en general es abandonado porque ha llegado a un punto en el que “no hubo remedio”.
Versículos 25-29.— El remanente de creyentes fieles en los años oscuros eran los nestorianos, los paulicianos, los valdenses y los albigenses, y otros pre-reformistas fieles. A ellos se les dice: “retén firme” (traducción J. N. Darby) la poca enseñanza que tenían, y el Señor les recompensaría. Por primera vez en estos discursos oímos hablar de la venida del Señor, sin distinguir el Arrebatamiento de la Aparición. Se presenta como una esperanza, ya que la esperanza de recuperar el testimonio público de la Iglesia es imposible. En cada una de las cuatro últimas iglesias hay una alusión a la venida del Señor. Esto indica que cada una de las condiciones eclesiásticas que esas iglesias representan continuará en la tierra hasta que Él venga.
SARDIS: la Iglesia sin vida
Capítulo 3:1-6.— La asamblea en Sardis representa el protestantismo, que comenzó en el año 1529 d. C. La palabra “Sardis” significa “los que escapan”, y representa lo que sucedió en ese momento. Así como Jehú de antaño fue usado para romper el dominio que Jezabel tenía sobre el reino en Israel (2 Reyes 9–10), Dios levantó a los reformadores a quienes usó para romper el poder del romanismo, y esto permitió que muchos de los santos escaparan de sus garras. Esto fue el resultado de Dios dar más conocimiento a Sus fieles, y en obediencia ellos actuaron conforme a ello. Las dos cosas principales en las que insistieron los reformadores fueron:
•  La supremacía de la Biblia sobre todo dogma eclesiástico.
•  La salvación es sólo por fe.
Es significativo que el Señor dijera a esta asamblea: “No he hallado tus obras perfectas [completas]”. Lamentablemente, la energía espiritual que caracterizó a los reformadores no continuó. Lo que comenzó en el poder del Espíritu se convirtió en una ortodoxia fría, formal y muerta. Esto vino como resultado de hombres sin vida uniéndose a este movimiento para alejarse de la iglesia católica romana. Los reyes de Europa estaban cansados de que Roma los controlase y ofrecieron gustosamente su apoyo al movimiento protestante, debido a su natural animosidad contra el romanismo. Los reformadores aceptaron la protección que los gobiernos nacionales les brindaron frente a la persecución de la iglesia de Roma, y establecieron las grandes iglesias nacionales del protestantismo que aún existen en la actualidad.
La asamblea en Sardis representa la condición en la cristiandad después de que el impulso de la Reforma había pasado. Es una descripción de aquello en lo que los reformadores cayeron: el protestantismo. Mientras que la Reforma fue una obra poderosa de Dios, energizada por el Espíritu, el protestantismo fue una obra de los hombres, energizada por la carne. Tristemente, los reformadores salieron del romanismo, pero el romanismo no salió del todo de ellos. De ahí que las iglesias protestantes tengan muchas ideas y prácticas católicas. En los años oscuros la iglesia católica dominaba los gobiernos del mundo; pero en el protestantismo, vemos a la Iglesia y al Estado gobernando conjuntamente. Esto no está en absoluto de acuerdo con la mente de Dios. Como resultado, la recuperación de la verdad que Dios estaba llevando a cabo se detuvo.
Las “pocas personas” en Sardis que no habían “ensuciado sus vestiduras” serían grupos como los puritanos que vivían con gran devoción al Señor.
FILADELFIA: la Iglesia fiel
Capítulo 3:7-13.— La asamblea en Filadelfia representa un movimiento de Dios en la cristiandad que comenzó en 1827 d. C. Esencialmente, fue un avivamiento de lo que comenzó con la Reforma, pero que se había desvanecido. “Filadelfia” significa “amor fraternal” y representa el estado feliz de un testimonio remanente de creyentes, que fueron ejercitados para volver a los primeros principios en cuanto al orden y la práctica de la asamblea.
En cada una de las iglesias anteriores, el Señor se describió a Sí mismo según una de las características en las que Juan le había visto en el capítulo uno. Pero al dirigirse a esta iglesia se presenta de una manera totalmente nueva. Esto indica un nuevo punto de partida en los caminos del Señor. Hasta ahora, el remanente de creyentes ejercitados caminaba como individuos, pero en este momento, el Señor trajo a la realidad un testimonio remanente en un sentido colectivo. Esto condujo a una recuperación de la enseñanza que se había perdido durante siglos, particularmente la doctrina de Pablo (2 Timoteo 3:1010But thou hast fully known my doctrine, manner of life, purpose, faith, longsuffering, charity, patience, (2 Timothy 3:10)).
La triple presentación del Señor de Sí mismo
Versículo 7.— El Señor se presentó a Sí mismo a esta iglesia de una manera triple. Tres grandes cosas sucedieron en ese momento como resultado de que los creyentes Le percibiesen según estas características.
En primer lugar, el Señor se refirió a Sí mismo como “el Santo, el Verdadero”. En aquel tiempo, los santos ejercitados vieron al Señor en el carácter de ser “Santo” y “Verdadero”, y entendieron que, para tener comunión con Él, se requería de ellos santidad y verdad. Esto les condujo a través de varios ejercicios con relación a la separación del mundo. El resultado fue que rompieron todos los lazos no escriturales que tenían, particularmente los lazos eclesiásticos mundanos (2 Timoteo 2:19-2219Nevertheless the foundation of God standeth sure, having this seal, The Lord knoweth them that are his. And, Let every one that nameth the name of Christ depart from iniquity. 20But in a great house there are not only vessels of gold and of silver, but also of wood and of earth; and some to honor, and some to dishonor. 21If a man therefore purge himself from these, he shall be a vessel unto honor, sanctified, and meet for the master's use, and prepared unto every good work. 22Flee also youthful lusts: but follow righteousness, faith, charity, peace, with them that call on the Lord out of a pure heart. (2 Timothy 2:19‑22)).
En segundo lugar, el Señor se presentó a Sí mismo como teniendo “la llave de David”. Esto es una referencia a las profecías del Antiguo Testamento concernientes al Mesías de Israel. Son profecías relacionadas con las promesas hechas a David respecto a que Cristo vendría de su casa (linaje) para reinar en Su reino (Isaías 22:2222And the key of the house of David will I lay upon his shoulder; so he shall open, and none shall shut; and he shall shut, and none shall open. (Isaiah 22:22)). En aquella época, el Señor produjo un despertar general e interés por la profecía en la profesión cristiana. Al escudriñar los temas proféticos, descubrieron que la Iglesia no tiene parte en las futuras bendiciones terrenales de Israel, sino que tiene sus propias bendiciones distintivas y celestiales. Por tanto, les fue dado ver la verdadera naturaleza y vocación de la Iglesia, con sus disposiciones prácticas para la adoración y el ministerio mientras está en la tierra. Esto llevó a muchos a volver al patrón sencillo en la Palabra de Dios en cuanto al orden de la asamblea.
En tercer lugar, el Señor se presentó a Sí mismo a esta iglesia como “el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre”. En aquel momento, el Señor abrió la puerta a la tesorería de la enseñanza de Dios, y produjo una recuperación completa de la enseñanza que una vez fue dada a los santos (Judas 33Beloved, when I gave all diligence to write unto you of the common salvation, it was needful for me to write unto you, and exhort you that ye should earnestly contend for the faith which was once delivered unto the saints. (Jude 3)). Esto incluía la enseñanza acerca de la venida del Señor (el Arrebatamiento), por la cual son elogiados, por mantenerla en sus afectos (versículo 10). Era un movimiento soberano de Dios que ningún hombre o demonio pudo detener. Comprender esto dio a los santos la confianza para reunirse para la adoración y el ministerio guiados por el Espíritu.
Es significativo que esta iglesia no sea llamada a arrepentirse, como fue el caso de las iglesias anteriores (excepto Esmirna), porque ellos ya estaban en un estado de arrepentimiento. Estaban profundamente afligidos por la condición caída del testimonio de la Iglesia, y confesaron su parte en su fracaso (compárese Daniel 9; Esdras 9, y Nehemías 9). En consecuencia, no había nada que el Señor tuviera que juzgar porque se habían juzgado a sí mismos.
Tres cualidades que el Señor apreciaba en los de Filadelfia
Versículo 8.— Hay tres cualidades que el Señor señala particularmente en Su evaluación de esta iglesia.
1) “Tienes un poco de potencia”.— Poder espiritual es algo que surge de la comunión —de permanecer en Cristo (Juan 15:4-54Abide in me, and I in you. As the branch cannot bear fruit of itself, except it abide in the vine; no more can ye, except ye abide in me. 5I am the vine, ye are the branches: He that abideth in me, and I in him, the same bringeth forth much fruit: for without me ye can do nothing. (John 15:4‑5))— Tenían el mismo poder que tenía la Iglesia primitiva (Hechos 4:3333And with great power gave the apostles witness of the resurrection of the Lord Jesus: and great grace was upon them all. (Acts 4:33)), pero era “poco”. Por lo tanto, este avivamiento no era un movimiento a gran escala; era un testimonio de remanente en cuanto a la enseñanza concerniente a la asamblea. No tenía ningún gran estatus mundial, como lo tenía la iglesia católica y las iglesias nacionales del protestantismo.
2) “Has guardado Mi palabra”.— Los relacionados con este movimiento eran estudiosos de las Escrituras. No eran sólo oidores, sino que eran hacedores de la Palabra (Lucas 8:21; 11:2821And he answered and said unto them, My mother and my brethren are these which hear the word of God, and do it. (Luke 8:21)
28But he said, Yea rather, blessed are they that hear the word of God, and keep it. (Luke 11:28)
; Santiago 1:2222But be ye doers of the word, and not hearers only, deceiving your own selves. (James 1:22)). Apreciaron Su Palabra y la ponían en práctica y, por lo tanto, fueron elogiados por guardar Su Palabra.
3) “No has negado Mi nombre”.— Un nombre en las Escrituras a menudo implica carácter. Por lo tanto, en la vida práctica, el carácter mismo de Cristo distinguía a estas personas. Todo lo que tendía a negar el carácter de Cristo era rechazado de manera práctica. También renunciaron a todos los nombres y títulos denominacionales y se complacieron en reunirse simplemente en Su nombre (Mateo 18:2020For where two or three are gathered together in my name, there am I in the midst of them. (Matthew 18:20)).
Versículo 9.— Había un reproche relacionado al hecho de identificarse con este movimiento. Andar conforme a lo que habían captado de la Palabra de Dios los puso en una posición de gran reproche de parte de aquellos que no estaban dispuestos a andar en esas cosas (versículo 9). Este avivamiento de la enseñanza provocó un avivamiento de la oposición satánica. El ataque maligno del enemigo en Esmirna volvió a elevar su espantosa cabeza. Los llamados “la sinagoga de Satanás” son cristianos profesantes que se rigen por principios judaicos en el cristianismo eclesiástico organizado. Son éstos los que se oponían a este movimiento divino, y el mismo Satanás estaba detrás de ello.
Versículo 10.— Los de Filadelfia fueron elogiados por guardar la Palabra de Su “paciencia”, que es un aspecto de la enseñanza que tiene que ver con la esperanza de la venida del Señor (versículo 10). Guardarla (no sólo conocerla) les hizo vivir como extranjeros celestiales separados del mundo. Por lo tanto, como peregrinos no se involucraron con la política del mundo, o cualquier otro aspecto del mundo. El Señor prometió guardarles “de la hora de la tentación” (el período de la Tribulación) que venía sobre el mundo. Nótese: El Señor dice, “te guardaré de, no “te guardaré en” la hora de la tentación. Esto muestra que la Iglesia no pasará por la Tribulación, como lo harán los judíos (compárese Jeremías 14:88O the hope of Israel, the saviour thereof in time of trouble, why shouldest thou be as a stranger in the land, and as a wayfaring man that turneth aside to tarry for a night? (Jeremiah 14:8)).
Versículo 11.— El Señor promete venir “presto”. Esto se refiere a lo inminente de Su venida, lo cual estaba particularmente ante esta iglesia. Aunque el Señor no encuentra nada que juzgar en Filadelfia, sí les advierte sobre la posibilidad de soltar aquello que se les había dado, y así perder su “corona”. Él dice: “Retén firmemente lo que tienes” (traducción J. N. Darby). Se les aconseja no sólo a “retener” la enseñanza, sino a mantenerla “firmemente”. Esto indica la necesidad de tenacidad. Nótese: el enemigo se vale de hombres perversos para hacer su obra de robar a los santos su corona (Colosenses 2:4,8,16,184And this I say, lest any man should beguile you with enticing words. (Colossians 2:4)
8Beware lest any man spoil you through philosophy and vain deceit, after the tradition of men, after the rudiments of the world, and not after Christ. (Colossians 2:8)
16Let no man therefore judge you in meat, or in drink, or in respect of an holyday, or of the new moon, or of the sabbath days: (Colossians 2:16)
18Let no man beguile you of your reward in a voluntary humility and worshipping of angels, intruding into those things which he hath not seen, vainly puffed up by his fleshly mind, (Colossians 2:18)
). Por eso, la palabra del Señor es: “Que ninguno tome tu corona”. El peligro siempre presente del filadelfiense es renunciar a las enseñanzas recuperadas, y volver a ser arrastrado a la confusión de la cristiandad de la que se ha separado. La historia nos dice que esto es exactamente lo que ha sucedido con muchos que estaban conectados con este movimiento. Renunciaron a partes de la enseñanza que fue recuperada en aquellos días y fueron llevados en divisiones entre los hermanos o dispersados en las iglesias evangélicas. Hoy en día, la energía espiritual relacionada con este movimiento, que una vez fue considerable, ahora se ha reducido a una pizca.
Versículos 12-13.— Como con todas las otras iglesias, el Señor también dio una palabra para el vencedor. Podríamos preguntarnos por qué habría tal palabra dada a esta iglesia si no había nada fuera de orden que requiriera ser vencido. Sin embargo, ser un verdadero vencedor en Filadelfia no es sólo haber tomado parte en ese camino de guardar Su Palabra y no negar Su nombre, sino haber continuado en él hasta el final de la vida, o hasta que el Señor venga: el Arrebatamiento.
LAODICEA: la Iglesia tibia
Capítulo 3:14-22.— La asamblea en Laodicea representa una condición en el testimonio cristiano que surgió de la enseñanza que se recuperó en Filadelfia. Históricamente comenzó en la segunda mitad del siglo XIX y continuará hasta la venida del Señor, el Arrebatamiento. “Laodicea” significa “los derechos del pueblo”, y denota las ideas democráticas modernas que han influido en la Iglesia en estos últimos días. En la cristiandad evangélica de hoy, las iglesias locales eligen a sus ancianos y nombran a sus llamados pastores, y así, en esencia, controlan de alguna manera a sus líderes.
Lo que se describe en Laodicea corresponde al testimonio de la Iglesia en sus días finales. Es el sostenimiento de la enseñanza cristiana (recuperada en los tiempos de Filadelfia) o partes de ella, pero sólo de manera nominal o intelectual, sin que ella tenga ninguna relación moral con la vida de uno. Por ejemplo, la mayoría de los grupos cristianos evangélicos en los últimos 100 años han sostenido y enseñado la verdad de la venida del Señor por Sus santos en cualquier momento (el Arrebatamiento), pero para muchos, esto ha tenido poco o ningún efecto práctico en sus vidas personales. En lugar de hacer que la Iglesia tenga un carácter más parecido a un peregrino, se ha vuelto más mundana que nunca.
Este estado de ser “tibio” es tan detestable para el Señor que Él declara que está a punto de “vomitarlo” de Su boca. Esto sucederá en Su venida, el Arrebatamiento. En lugar de dejar que el Señor evalúe el estado de la asamblea, como lo hace con las asambleas anteriores, los laodicenses Le sacan fuera de la puerta y asumen Su lugar —¡evaluando su propia condición como correcta y buena!—. Esto es bastante increíble; ellos son la única iglesia de las siete que se elogia a sí misma. ¡Y están en la peor condición de todas las iglesias! Hablan de sí mismas como si tuvieran grandes riquezas (espirituales), pero en realidad no tienen ninguna sustancia espiritual real. “Laodicea” es descriptiva de un sector del testimonio cristiano que se caracteriza por una grandeza autosuficiente que se imagina dotada de grandes riquezas espirituales (enseñanza) y poderes milagrosos. Su verdadera condición es “cuitado y miserable y pobre y ciego y desnudo”.
El contraste entre Filadelfia y Laodicea
•  Filadelfia está caracterizada por una puerta abierta (versículo 8), pero Laodicea está caracterizada por una puerta cerrada (versículo 20).
•  El Señor no tiene ninguna censura para los de Filadelfia, pero no tiene nada que elogiar en Laodicea. (¡Incluso en Tiatira el Señor encontró algo que elogiar!).
•  Los filadelfienses no tienen nada que decir de sí mismos, mientras que los laodicenses tienen mucho que decir de sí mismos.
•  A los filadelfienses se les dice que serán “arrebatados” en la venida del Señor, mientras que a los laodicenses se les dice que serán “vomitados” en Su venida.
•  Los filadelfienses fueron caracterizados por ser pequeños, pero los laodicenses son caracterizados por ser grandes (a su propio parecer).
•  Los filadelfienses fueron llamados a “retener firmemente” (traducción J. N. Darby) la enseñanza que tenían, pero los laodicenses no son llamados a retener nada, porque realmente no tenían nada que valiera la pena retener.
La triple gracia del Señor disponible para satisfacer su lamentable condición
El Señor nunca señala el fracaso sin dar un remedio. En este caso, es triple. Dice:
1. “Que de Mí compres oro afinado en fuego, para que seas hecho rico” (versículo 18a). Esto satisfaría su condición desamparada de ser “cuitado”, “miserable” y “pobre”. Se imaginaban que eran ricos (en el sentido de tener mucha enseñanza y grandes poderes espirituales), pero en realidad necesitaban “oro”. El oro en las Escrituras representa la justicia divina. Esto significa que no tenían una base justa sobre la que pudieran estar ante Dios. ¡Muestra que la muchedumbre profesante en la cristiandad en los últimos días ni siquiera será salva! “Que de Mí compres ... ” indica la necesidad de tener una transacción personal con el Señor con fe.
2. “Seas vestido de vestiduras blancas” (versículo 18b). Esto satisfaría su condición de “desnudez”. Esta iglesia no llevaba los rasgos morales de Cristo. Por lo tanto, necesitaban una vida de rectitud moral y práctica, representada por la ropa blanca.
3. “Unge tus ojos con colirio, para que veas” (versículo 18c). Esto satisfaría su condición de ser espiritualmente “ciego”. Se estaban engañando a sí mismos. Se veían a sí mismos como algo que no eran, y necesitaban desesperadamente que se les abriesen los ojos para ver su verdadera condición; pero más importante aún, para ver al Señor. El Señor promete que, si vuelven a Él, Él les dará el discernimiento espiritual que les falta.
Dice: “Á todos los que amo ... ” (versículo 19). Esto se refiere a los verdaderos creyentes en medio de la masa profesante. En los primeros días de la Iglesia, esta había dejado su “primer amor”, pero ahora en los últimos días encontramos que el Señor no había dejado Su amor por ella. A lo largo de los años en los que ella se alejaba de Cristo y de la verdad, ¡encontramos que Él no había cambiado! “Cristo amó á la iglesia, y se entregó á Sí mismo por ella” (Efesios 5:2525Husbands, love your wives, even as Christ also loved the church, and gave himself for it; (Ephesians 5:25)).
Tristemente, al examinar las grandes pretensiones de los laodicenses, vemos que el Señor —en lo que respecta a Sus derechos— ha sido dejado fuera (versículo 20). Así, Laodicea es descrita como una iglesia sin Cristo, habiendo puesto al Señor de la gloria fuera de su puerta. ¡Esencialmente, ellos (en la práctica) excomulgaron a la Cabeza de la Iglesia! Está caracterizada por una gran indiferencia a los reclamos de Cristo. Tal es la lamentable condición que caracteriza a la cristiandad moderna en estos últimos días. Hamilton Smith dijo: “Como en la antigüedad, la nación de Israel decidió su perdición al rechazar a su Mesías, y su casa les fue dejada desolada; así hoy, la cristiandad está decidiendo su perdición al rechazar a Cristo, y muy pronto será vomitada de Su boca”. Esta es la solemne figura con la que se cierra el capítulo 3, y con él, la historia de la Iglesia en la tierra.
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El hecho de que el Señor mencione Su venida en Sus discursos a las últimas cuatro iglesias indica que estas condiciones eclesiásticas continuarán en la tierra de alguna manera observable hasta que Él venga. Viendo la vasta profesión cristiana de hoy, podemos ver lo que representa “Tiatira”: el catolicismo. Luego, podemos ver lo que representa “Sardis”: las iglesias protestantes y los muchos cuerpos disidentes que han salido de ellas. Y luego también, está lo que representa “Filadelfia”: un pequeño y aparentemente insignificante testimonio en forma de remanente en el que se practican los primeros principios del orden de la asamblea. Y, por último, podemos ver a “Laodicea”: un gran sector en el testimonio cristiano que se caracteriza por una grandeza autosuficiente que se imagina dotada de grandes riquezas espirituales y poderes milagrosos.
Las dos últimas iglesias no son sólo posiciones eclesiásticas, sino también condiciones morales en las que se encuentran los creyentes. Por ejemplo, puede ser posible estar en una posición filadelfiense eclesiásticamente, pero estar en una condición laodicense en la práctica.
Resumen de las siete iglesias
•  Éfeso: El decaimiento del primer amor.
•  Esmirna: El sufrimiento.
•  Pérgamo: La mundanalidad y el clericalismo.
•  Tiatira: El catolicismo controlando a la Iglesia.
•  Sardis: La condición de muerte del protestantismo.
•  Filadelfia: La fidelidad a la Palabra y al nombre de Cristo.
•  Laodicea: La indiferencia a los reclamos de Cristo.