Cosas que Abram disfrutó y que Lot no tuvo

Cuando pasamos a los capítulos 18–19, que ocurrieron varios años después, vemos algunos de los resultados del curso de las vidas de Abraham y Lot. Y, en efecto, ¡son todo un contraste!
1) Capítulo 18:1-7.— Abraham vivía en comunión con el Señor. Este capítulo registra una visita especial del Señor a Abram y un tiempo de comunión juntos. Esto era algo que Lot no tenía. Aunque él era un hijo de Dios, por todas las indicaciones externas él vivió su vida fuera de la comunión con el Señor. Los ángeles, por necesidad, visitarían a Lot en la providencia, pero no el Señor.
2) Capítulo 18:8-15.— Abram tenía una esposa piadosa, y, poco después, una familia bendecida con la que podía disfrutar de las cosas de Dios. Heredaron la tierra de Canaán y vivieron disfrutando de la misma. (Se le dijo que tendría un hijo que andaría con Dios y a través del cual se cumplirían las promesas). En contraste a esto, la esposa de Lot resultó ser un alma perdida, y sus hijos vivieron lejos de Dios. Algunos de ellos murieron en el juicio de Sodoma. ¡Qué solemne!
3) Capítulo 18:16-21.— Abram tenía conocimiento de los consejos de Dios. Tuvo comunicaciones divinas directamente del Señor. El Señor le habló de Sus secretos en cuanto al futuro. Se le dio a conocer algunas cosas muy maravillosas con respecto a la semilla prometida, Isaac, y del futuro de las ciudades de la llanura. Lot, en cambio, no sabía nada de esto. El juicio de Sodoma lo despertó bruscamente; no lo esperaba.
4) Capítulo 18:22-33.— Abram tenía confianza en Dios en su intercesión. Dejó hablar al Señor, sabiendo que el Juez de toda la tierra haría lo justo. Lot no tenía confianza en el Señor. Cuando los ángeles le dijeron que huyera a las montañas, dijo que no podía hacerlo. Requeriría confiar en el Señor para estar a salvo, y eso no era algo a lo que estaba acostumbrado en su vida (Génesis 19:18-2018And Lot said unto them, Oh, not so, my Lord: 19Behold now, thy servant hath found grace in thy sight, and thou hast magnified thy mercy, which thou hast showed unto me in saving my life; and I cannot escape to the mountain, lest some evil take me, and I die: 20Behold now, this city is near to flee unto, and it is a little one: Oh, let me escape thither, (is it not a little one?) and my soul shall live. (Genesis 19:18‑20)).
En retrospectiva, Abram vivió una vida rica y plena que valió para la gloria de Dios, mientras que Lot vivió una vida frustrada y vacía entre los pecadores de Sodoma, siendo afligido todos los días (2 Pedro 2:88(For that righteous man dwelling among them, in seeing and hearing, vexed his righteous soul from day to day with their unlawful deeds;) (2 Peter 2:8)). Su alma fue salvada, ¡pero su vida perdida! Qué tragedia.
*****
Para terminar, permítanme preguntarles: “De estos dos hombres, ¿quién fue el verdadero ganador?”. Es tan obvio que casi no necesito preguntarlo. ¿Cuál de estas dos vidas les gustaría que quedara registrada como suyas para la eternidad? Lot me recuerda un poco a Balaam, en el sentido que él quería “la muerte de los rectos”, pero tristemente, ¡no quería vivir la vida de los rectos! (Números 23:1010Who can count the dust of Jacob, and the number of the fourth part of Israel? Let me die the death of the righteous, and let my last end be like his! (Numbers 23:10)).