Ezequiel 15

{{{{{{{{{{tcl10}tcl9}tcl8}tcl7}tcl6}tcl5}tcl4}tcl3}tcl2}tcl1}
El único extremo de una vid infructuosa
El capítulo 15 muestra que la vid, completamente inútil si no daba fruto, era apta solo para combustible y para ser consumida. Así debería ser con los habitantes de Jerusalén, una imagen sorprendente de esta destrucción, y de la condición de Jerusalén, que no valía nada más.