Bendición propuesta como consecuencia del arrepentimiento
Isaías 1 Comienza con un testimonio de la triste condición del pueblo. Todas eran heridas y corrupción. Era inútil castigarlos más. Sus ceremonias eran una abominación para Jehová. Él deseaba justicia. Sin embargo, el pueblo está llamado al arrepentimiento, y se le asegura que la bendición debe seguir al arrepentimiento. Tal es la posición que la profecía les da. Pero Dios conocía al pueblo que, con sus príncipes, era inicuo y corrupto; y Dios declara lo que sucederá. Él ejecutará el juicio y así limpiará a la gente y restablecerá la bendición. Se establecen así los dos grandes principios: bendición propuesta como consecuencia del arrepentimiento; Pero, de hecho, será una bendición traída por el juicio.