La trompeta del jubileo
La tierra misma es considerada para Jehová, como Suya; debe disfrutar del descanso de Dios; y además, el que había perdido su herencia en ella debería encontrarla de nuevo, según los consejos de Dios, en el momento señalado. La trompeta del jubileo sonaría y Dios restablecería a cada uno en su posesión, de acuerdo con Sus derechos (de Dios), porque la tierra era suya. Sus personas también debían ser libres entonces, porque los hijos de Israel eran siervos de Dios. No fue así con aquellos que no pertenecían al pueblo de Dios. Y aunque Israel se ha vendido al extranjero, el que se hizo cercano a los parientes los ha redimido de sus manos. El día del jubileo liberará al pueblo, cualquiera que sea el poder de aquellos que los mantienen cautivos.