By:
Ralph Erisman, L. Douglas Nicolet, R. Ruga y T. Roach
Duration:
5min
En este capítulo los principales sacerdotes y los escribas querían dar muerte al Señor Jesús, pero no en el día de la Pascua. Sin embargo, cuando Juan el Bautista vio al Señor Jesús, dijo: “He aquí el Cordero de Dios”. El apóstol Pablo dijo, “nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros” (1 Corintios 5:77Purge out therefore the old leaven, that ye may be a new lump, as ye are unleavened. For even Christ our passover is sacrificed for us: (1 Corinthians 5:7)). El hombre no iba a evitar que el Señor fuera el cordero de la Pascua.
La mujer de Betania debe haber amado realmente al Señor para usar todo ese precioso perfume en Él. Ella sabía que el Señor iba a Jerusalén para morir y quería ungirlo antes de que fuera demasiado tarde. Mientras nosotros podemos, ¿estamos dispuestos a hacer algo por el Señor Jesús? Lo que ella hizo nunca sería olvidado.
Judas Iscariote era un hombre codicioso y este pecado fue la causa de su muerte. Es mejor juzgar el pecado en nuestras vidas antes que obtenga el dominio sobre nosotros.
Los discípulos no decidieron entre ellos dónde sería un buen lugar para celebrar la Pascua. Preguntaron al Señor adónde ir y preparar la Pascua. Si somos discípulos del Señor, debemos preguntar a Él dónde debemos ofrecer a Dios “sacrificio de alabanza” (Hebreos 13:1515By him therefore let us offer the sacrifice of praise to God continually, that is, the fruit of our lips giving thanks to his name. (Hebrews 13:15)) y no decidir por nosotros mismos. Después de celebrar la Pascua, el Señor tomó pan y les dijo que era una imagen de Su cuerpo, que era entregado por ellos. Luego tomó la copa y dijo que el fruto de la vid era una imagen de Su sangre, que era derramada por muchos. Los discípulos debieron de entristecerse cuando se les habló de Su muerte, pero antes de marcharse, ellos cantaron un himno. ¡Qué ejemplo para nosotros! ¿Cantamos cuando estamos tristes?
Hoy en día, la confianza en uno mismo es enseñada en todas partes. Pedro tenía confianza en sí mismo. ¿Crees que Pedro pensó alguna vez que negaría a su Señor? Oremos para que seamos preservados en humildad y dependencia, sin confiar en nuestros propios corazones, porque Dios dice: “El que confía en su propio corazón es necio” (Proverbios 28:2626He that trusteth in his own heart is a fool: but whoso walketh wisely, he shall be delivered. (Proverbs 28:26)).
Nosotros besamos a alguien a quien amamos. Judas utilizó esta señal de afecto para traicionar al Señor Jesús. Él estaba completamente bajo el control de Satanás. Ahora que tenían a su prisionero, ellos necesitaban acusarlo de un crimen. Esto era difícil de hacer, porque el Señor Jesús era el único hombre perfecto que había vivido alguna vez. Había muchos testigos falsos, pero no podían ponerse de acuerdo. Cuando Él dijo que “el Hijo del Hombre” se sentaría “a la diestra del poder de Dios” y que vendría “en las nubes del cielo”, ellos lo acusaron de blasfemia.
Pobre Pedro. Primero estuvo durmiendo en el huerto, y luego siguió al Señor de lejos. Luego lo encontramos calentándose al fuego del enemigo y, finalmente, negando al Señor tres veces. Pedro lloró, porque realmente amaba al Señor. ¿Acaso no nos sentimos mal cuando hacemos cosas que desagradan a nuestro Salvador?
1. Cuando Jesús estaba en casa de Simón, ¿qué derramó una mujer sobre la cabeza de Jesús? ______________________________ Marcos 14:___
2. Cuando el Señor envió a dos de Sus discípulos a la ciudad para preparar la Pascua, ¿qué llevaba el hombre con el que se iban a encontrar? ____________________ Marcos 14:___
3. ¿Qué señal había mencionado Judas Iscariote a los principales sacerdotes, a los escribas y a los ancianos, por la cual les señalaría al Señor Jesús? Al que yo __________ Marcos 14:___
4. El sumo sacerdote preguntó al Señor Jesús: “¿Eres tú el Cristo, el __________ del Bendito?” Marcos 14:___
5. Después de la segunda vez que Pedro negó conocer a Jesús, ¿qué hizo el gallo que le recordó las palabras del Señor? __________ Marcos 14:___