La controversia de Jehová y las súplicas a su pueblo
Después de haber declarado así los consejos de Dios en gracia, el Espíritu vuelve a Sus súplicas a Israel con respecto a su condición moral, llamando a toda la tierra como audiencia para escuchar Su controversia; porque Jehová tuvo una controversia con su pueblo. En una conmovedora apelación a su corazón y conciencia, Él pregunta qué podrían tener contra Él. Él los había redimido de Egipto, los había guiado por las manos de Moisés, Aarón y Miriam; Se había negado a escuchar a Balac y Balaam, quienes habían hecho todo lo posible para maldecir a Israel. Si tan sólo lo consideraran, conocerían Su fidelidad. Después de esto, Él pone ante ellos, en detalle, la maldad universal que reinaba entre ellos, contrastando sus ceremonias con la justicia práctica: por lo tanto, también el juicio ciertamente debe caer sobre ellos (vss. 13-16). Aún así, el hombre de sabiduría lo conocería como la disciplina de Jehová, y vería el nombre de Jehová en él, un principio profundamente importante y también precioso. Ellos soportaron el oprobio de Su pueblo.